"Falcon y el Soldado de Invierno" ha llegado a su fin. Después de seis semanas, la segunda serie de Marvel para Disney Plus ha terminado. Y lo ha hecho tal y como cabía esperar, es decir, con mucha acción y sin guardarse absolutamente nada. Porque la semana pasada se dio un frenazo tremendo, es cierto, pero solo fue el preparativo para lo que era evidente que iba a llegar después.
Los Sin Banderas estaban en Nueva York dispuestos a atentar contra las más altas élites mundiales para que su mensaje llegara a todo el planeta. John Walker había sido despojado de su título de Capitán América y planeaba su propia venganza contra Karli y compañía, confeccionándose su propio escudo. Bucky había decidido hacer frente a su pasado y dejar de huir. Y Sam había aceptado de una vez por todas que Steve le dio el escudo por algo, asumiendo finalmente su destino como el nuevo Capitán América, le pesase a quien le pesase. El cierre de temporada de "Falcon y el Soldado de Invierno" llegaba con todas las cartas sobre la mesa, solo quedaba jugar la mano final.
De redenciones y caídas a los infiernos
Empieza la partida y lo hace sin miramientos. No se hacen esperar las explosiones y los disparos de los Sin Banderas, liderados por una Karli que toca fondo en su descenso a la locura. Y justo después aparece Sam. Esta aparición de "Falcon y el Soldado de Invierno" será recordada para siempre en el UCM, pues lo hace con su nuevo traje de Capitán América y dispuesto a darle un buen repaso a cualquier malhechor que se atreva a poner en peligro al mundo. Da igual que sea un super soldado con una fuerza ridículamente superior a la del héroe. La secuencia, desde luego, es tremendamente cinematográfica y comiquera, una delicia para el espectador.
Enseguida llegan también el resto de personajes: Bucky, Walker e incluso Sharon Carter. Se desarrolla así media hora de acción que es pura adrenalina. Ha sido el ingrediente más significativo de la serie, y en su final deja un gran festín para cerrar por todo lo alto. Todo avanza más o menos según lo previsto, con los superhéroes teniendo que salvar a inocentes y los malos siendo cada vez más malos. Pero hay dos personajes muy relevantes en la trama de "Falcon y el Soldado de Invierno" que, de pronto, dan un giro inesperado. El primero es John Walker, que tiene a mano rematar a Karli y culminar la venganza por la muerte de Lemar. Sabemos que es un loco que ya no atiende a razones, que asesinó a un inocente a sangre fría.
Como Karli, había tocado fondo, pero decide salir de ahí. Y, en lugar de perseguirla y darle caza, intenta con todas sus fuerzas salvar a todos los diplomáticos del GRC. Es el cierre perfecto al mejor arco de "Falcon y el Soldado de Invierno". Walker era un gran soldado al que el escudo corrompió por completo, pero ha sido capaz de reencontrarse y convertirse en U.S. Agent. Aunque, claro, no hay que dejar pasar que sigue aliado con Valentina Allegra de Fontaine, Madame Hydra en los cómics. Y hablando de villanos, el otro personaje que da un volantazo en la serie: Sharon Carter. La nieta de Peggy era hasta ahora símbolo del bien y del buen hacer. Sin embargo, se descubre como el temible Agente de Poder que estaba detrás de los Sin Banderas. La escena post-créditos deja claro que dará mucho que hablar en el futuro del UCM.
Un mundo, un pueblo
Así es como se titula el episodio. Es el lema de los Sin Banderas, que por desgracia es probablemente lo mejor que han dado a la serie. Porque si hay que señalar una pega en "Falcon y el Soldado de Invierno" es la ausencia de un gran villano de primer nivel. Las apariciones de Karli y su gente son pocas y generalmente con el único interés de que ver peleas. Su objetivo se entiende, sus problemas están claramente expuestos y dan respuesta a la incógnita de qué había ocurrido con toda esa gente que volvió tras el lapso. Pero, pese a su gran premisa, acaba siendo una historia muy descafeinada. Y así acaba, de repente, con con dos movimientos provocados por otros personajes y sin que importe realmente.
Es una pena, porque es lo opuesto al mencionado desarrollo de John Walker o del propio Sam. Incluso Zemo, que en 6 episodios no hace absolutamente nada más que bailar y generar un poco de caos (se evidencia que Marvel ha querido recatarlo por si en un futuro les puede servir), es un villano mucho más interesante. Eso sí, la ausencia de una gran fuerza contra la que luchar refuerza aún más el mensaje que lanza Sam en el final de "Falcon y el Soldado de Invierno".
Digno poseedor del escudo
Porque llevamos media serie sabiéndolo, pero necesitábamos verlo en acción. Sam Wilson es el Capitán América. Da igual su color de piel, su procedencia humilde o que no tenga la fuerza de un super soldado. Es lo más parecido a Steve Rogers que existe en el UCM. Y precisamente el potente discurso racial que lanza "Falcon y el Soldado de Invierno" lo consagra aún más. La serie ha hecho justicia a un personaje muy olvidado en la saga hasta ahora, y lo ha elevado a la categoría de símbolo universal. Porque es una persona con principios y con bondad.
De hecho es muy interesante ver cómo, ya desde un primer momento, no ha dudado en dar una buena reprimenda a quienes se supone que están por encima de él. Tanto el discurso frente a las cámaras tras el fervor de la batalla como el momento en que le muestra a Isaiah Bradley la remodelación del museo del Capitán América le hacen digno de llevar el escudo. Porque de lanzarlo cualquiera es capaz con un poco de práctica, ya lo hemos visto en reiteradas ocasiones en "Falcon y el Soldado de Invierno". Pero Sam tiene algo intangible que nace de dentro y que no es tan fácil de materializar.
Conclusión
El último episodio de "Falcon y el Soldado de Invierno" es exactamente lo que se esperaba de él. Cierra perfectamente la trama principal con media hora de acción sencillamente espectacular. A partir de ahí, pone punto y final (o seguido) al desarrollo de sus principales personajes, destacando especialmente los arcos de Sam y de John Walker. Es un capítulo que equilibra perfectamente la acción y la calma de las que ha hecho gala la serie desde el principio, dejando un gran sabor de boca con una secuela ya confirmada para cines.
El último episodio de "Falcon y el Soldado de Invierno" es exactamente lo que se esperaba de él. Cierra perfectamente la trama principal con media hora de acción sencillamente espectacular. A partir de ahí, pone punto y final (o seguido) al desarrollo de sus principales personajes, destacando especialmente los arcos de Sam y de John Walker. Es un capítulo que equilibra perfectamente la acción y la calma de las que ha hecho gala la serie desde el principio, dejando un gran sabor de boca con una secuela ya confirmada para cines.
Los desarrollos de Sam y John Walker
El equilibrio entre acción y reflexión
Marca el camino para el futuro del UCM
Su discurso racial y social
Bucky es el sidekick perfecto
Muy predecible
Podría haber sido una película en lugar de una serie
Cargando... 