Tras lo ocurrido la semana pasada en “The Mandalorian” con la presencia de Ahsoka Tano, parecía que el sexto episodio de la temporada al fin se tomaría un respiro antes de abordar su gran final. Sin embargo, la serie ha sorprendido una vez más y ha dejado un capítulo que, si bien es más corto que los anteriores, también es el más vertiginoso.
El 2x06, titulado “La Tragedia”, lleva a Mando y Grogu (aka Baby Yoda) al planeta Tython. Allí, según les contó Ahsoka, encontrarían las ruinas de un antiguo templo Jedi. Una vez finalizada la búsqueda, si Baby Yoda hacía uso de la Fuerza podría ser percibido por otros Jedi que decidieran entrenarlo, algo a lo que ella se opuso. Una muy buena premisa que podría dar para uno o dos episodios y que, sin embargo, la serie se ventila en 5 minutos.
Loco frenesí
Y es que en este capítulo se ha decidido meter toda la leña al fuego, pisar el acelerador como no se había hecho hasta ahora y descubrir al fin todas las cartas de la baraja. En “The Mandalorian” nada es casual y muchas de las pistas que habían ido dejando a lo largo de esta temporada -e incluso de la temporada anterior- al fin han encajado. Nada más comenzar, y una vez que Grogu se encuentra sobre la "Piedra de la Visión", el espectador queda impaciente por ver de qué es capaz el Niño. Y así, con la atención plenamente puesta en el pequeño, la serie suelta su primera bofetada para que recordemos lo grande que es este universo: por el aire aparece volando el Esclavo I, la icónica nave de Boba Fett.
El carismático villano se dejó ver en el primer episodio de esta segunda temporada en lo que parecía ser un simple cameo, descubriendo que no murió en “Star Wars: Ep. VI: El Retorno del Jedi”. Y ahora quiere recuperar su armadura. Pero el episodio no está para pausas y, nada más encontrarse Boba con Mando, la serie lanza su segundo gancho: Fennec Shand, la mercenaria de la primera temporada que estuvo a punto de morir, trabaja para Boba. A partir de aquí, el capítulo no frena y continúa soltando una sorpresa tras otra ante los ojos del espectador, al que no le permite mirar hacia atrás ni un segundo. Tras unos instantes de tensión, y cuando parece que el episodio ya ha encontrado su camino, aparece un nuevo e inesperado golpe.
El Imperio, que tenía un rastreador colocado en la Razor Crest (la nave de Mando), también les ha localizado y andan tras Baby Yoda. Este sigue a lo suyo con la Fuerza por lo que no es posible huir. Así Mando, Fett y Shand se alían y se desata una brutal batalla. “The Mandalorian” sabe muy bien a lo que juega, conoce perfectamente a su espectador. Entiende que lo que se espera de ella es que se den recompensas en forma de cameos, guiños, conexiones con otros productos Star Wars y, sobre todo, avance en la trama. Y en “La Tragedia” la serie ha querido confluir todo eso desde el principio hasta el final. Porque hasta que no llegan los títulos de crédito con el característico tema musical que los acompaña es imposible asumir todo lo que se ha visto. Una verdadera paliza emocional.
Esto lo resolvemos a tortas
Buena parte de la culpa de este efecto tan gozoso para el fan es la espectacular contienda que mantienen los tres protagonistas contra los soldados de asalto. El conflicto ocupa el grueso del capítulo y recuerda enormemente a los violentos tiroteos del western más sucio que se desarrolló en las décadas de los 60 y 70. Disparos, explosiones, artefactos mandalorianos y un Boba Fett que pese a su físico desmejorado sigue siendo tan feroz y temible como siempre. Porque otra cosa no, pero el actor Temuera Morrison se lo ha pasado muy bien repartiendo galletas y bofetones. Con esto, Star Warsle da al personaje al fin algo de protagonismo y su particular redención después de 37 largos años.
La dirección que ejerce Robert Rodriguez es impecable y regala uno de los episodios más disfrutones de toda la serie. Y es que, en cierto momento se llega al fatídico final de la batalla, el capítulo presenta su terrible desenlace pero tú aún no sabes muy bien por dónde has recibido el último disparo. Todo un prodigio en lo que se refiere a dinamismo y ritmo. Estas son dos cualidades que suele caracterizar a los capítulos de “The Mandalorian” pero que Rodriguez lleva al máximo nivel a base de desechar los pequeños momentos de pausa que se imprimían en todos los predecesores. No hay respiros, todo es acción por acción. Y, además, pasan muchas cosas a nivel narrativo. Es difícil no entregarse de lleno a una fórmula así.
¿Y ahora?
Una vez que se ha rumiado bien el episodio, tan solo queda reflexionarlo y pensar en qué es lo que va a ocurrirdespués. Y nuevamente el capítulo se muestra plenamente acertado. Se deja claro que Mando, Boba y Shand están reclutando un equipo de rescate mientras el Imperio, con Moff Gideon (Giancarlo Esposito) a la cabeza, se dispone a experimentar de nuevo con el asustado Baby Yoda. Pero no da más detalles, dejando a los fans que elucubren sus propias teorías: ¿ayudarán Cara Dune y Greef Karga a Mando? ¿Se les unirán Ahsoka y Bo-Katan? ¿Aparecerá algún otro Jedi como refuerzo tras presentir a Baby Yoda en el templo? A los fans de Star Wars no hay nada que les guste más que esto y la serie se lo sirve en bandeja esta semana.
“The Mandalorian” encara así una recta final vertiginosa que promete ser aún más espectacular que la de la primera temporada. La coherencia narrativa de la que hace gala como conjunto es irreprochable y, si las cosas sigue como hasta ahora, todo apunta a que muchas de las incógnitas de los fans van a verse saciadas en los dos episodios que restan. Porque si hubiera que definir este capítulo de alguna forma, sería como la lanzadera de salida perfecta para una temporada que ya de por sí estaba manteniendo un nivel asombroso, igualando (y quizá superando) a los 8 primeros episodios.
Conclusión
En definitiva, “La Tragedia” vuelve a ser un más que notable episodio dentro de la grandilocuencia de la que hace gala “The Mandalorian” semana tras semana. Quizá su ritmo tan vertiginoso pueda resultar excesivo en algunos momentos y revelaciones clave, especialmente por su corta duración. Esto le aleja de la total excelencia de otros capítulos pero, aun así, la serie sigue gustándose y no decepcionará a los fans, abriéndoles las puertas a los dos últimos episodios que prometen ser de infarto.
"La Tragedia” vuelve a ser un más que notable episodio dentro de la grandilocuencia de la que hace gala “The Mandalorian” semana tras semana. Quizá su ritmo tan vertiginoso pueda resultar excesivo en algunos momentos y revelaciones clave, especialmente por su corta duración. Esto le aleja de la total excelencia de otros capítulos pero, aun así, la serie sigue gustándose y no decepcionará a los fans, abriéndoles las puertas a los dos últimos episodios que prometen ser de infarto.