¿Sabías que el marketing lo es todo a la hora de promocionar una serie en los tiempos que corren? Por este motivo, Élite y otros ejemplos distan de ser buenos productos, pero triunfan con una facilidad asombrosa. Es lo que está ocurriendo ahora con Resident Evil, la nueva producción original de Netflix, que tras estrenarse ayer y convertirse en tendencia, protagoniza ahora una campaña publicitaria brutal, un ejemplo de cómo un anuncio puede incitar a ver algo que, a priori, no nos atraía para nada.
Si has viajado a Nueva York (yo lo haré en septiembre), sabrás que la zona de Times Square está repleta de edificios con cartelería luminosa como si en lugar de estar en Estados Unidos, estuviéramos en Night City. Esta céntrica plaza se ha convertido en el centro del capitalismo, y las marcas se matan (casi literalmente) para aparecer ahí con sus productos más potentes. Pues bien, Resident Evil es la última serie de Netflix en aparecer en uno de estos carteles, y es brutal:
Un aplauso enorme a los responsables de marketing de Netflix por hacer esta publicidad posible, siendo un ejemplo más de lo creativos que son en este equipo.
Las primeras críticas de Resident Evil del público no son nada positivas: un 3,7/10 en Filmaffinity después de que hayan pasado 24 horas de su estreno, y un 3,5/10 en IMDb. En parte, por miles de fans encolerizados que aseguran que la serie tiene poco o nada de Resident Evil, y es más bien un pastiche zombie de otras series del género.
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