Entre los años 2009 y 2016 se emitieron las 7 temporadas de 'The Good Wife', un drama judicial y político protagonizado por Julianna Margulies, Christine Baranski, Matt Czuchry, Archie Panjabi y Josh Charles que conquistó a público de todo tipo e géneros y edades. Una absorbente serie que continuó con un primer spin-off en 2017, 'The Good Fight', y más adelante 'Elsbeth', cuya temporada 3 debería estar en marcha.
Centrándome en 'The Good Fight', es uno de esos extraños ejemplos en el que un spin-off supera a la serie original. Para que te hagas una idea, es como si 'Better Call Saul' fuese mejor que 'Breaking Bad'. ¿Y cómo lo consigue? Te lo cuento.
'The Good Fight' no tarda en marcas diferencias. Desde el primer episodio se nota que esta no es una serie que vaya a ir sobre seguro. La historia comienza un año después de 'The Good Wife', por lo que más que un spin-off, es una secuela: una enorme estafa financiera destruye la reputación de la joven abogada Maia Rindell y borra los ahorros de Diane Lockhart, su mentora. Las dos se ven obligadas a abandonar su despacho y se unen a Lucca Quinn, ex trabajadora de Diane en una prestigiosa firma de propiedad afroamericana que está asumiendo casos de brutalidad policial en Illinois.
Uno de sus grandes aciertos es que se atreve con todo: tramas que juegan con la sátira, el absurdo y el thriller legal, experimentación con nuevos formatos... Es como si sus creadores, Michelle y Robert King, decidieran que aquí no hay reglas ni límites, convirtiendo cada una de las 6 temporadas en una sorpresa constante, gracias a la libertad creativa de la que gozan.
El personaje de Diane Lockhart, interpretado por Christine Baranski, también va creciendo poco a poco, de forma espectacular, siendo mucho más magnética de lo que sus fans ya vimos en 'The Good Wife'. Una evolución que va en la línea de los cambios que se dan en el panorama estadounidense y de los propios dilemas que tiene una mujer brillante, privilegiada y progresista que intenta en todo momento encontrar sentido en un mundo irreconocible para ella.
Una serie que habla del presente sin filtros. Donde otras series se lo piensan dos veces antes de mojarse, 'The Good Fight' se lanza de cabeza. Trump, la corrupción, la brutalidad policial, el #MeToo, la censura, el auge del fascismo y la extrema derecha... No hay tema incómodo que no toque. Y lo mejor: sin caer en el sermón fácil, con inteligencia, con humor y de forma adictiva.
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