La pandemia de Covid-19 ha cambiado por completo la forma de trabajo en Hollywood; antes, cualquier actor podía tener su propio pensamiento acerca de un tema, que si no lo expresaba con palabras nadie se enteraba. Pero ahora, después de hacerse oficial que es necesario vacunarse contra esta enfermedad para seguir rodando, son muchos los intérpretes que deben decidir entre decir adiós a sus (dudosos) principios, o despedirse del proyecto en el que participaban. Es lo que ha ocurrido en 9-1-1, y de lo que quizás te habrás dado cuenta en su último episodio.
El propio Dunbar ha lanzado un comunicado explicando lo ocurrido: "solicité un acuerdo por razones religiosas y médicas siguiendo la ley y, por desgracia, mi empresa me lo ha negado. Mis sinceras convicciones religiosas y mi historial médico privado son aspectos muy íntimos y personales de mi vida de los que no hablo públicamente, y no tengo ningún deseo de empezar a hacerlo ahora".
Pero lo cierto es que vacunarse contra una enfermedad mortal nunca debería chocar con religión alguna... Por lo que esta abrupta salida no tiene sentido alguno, más que hacer gala de un comportamiento negacionista inadmisible en los tiempos que corren.
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