Imagínate que tocan a tu puerta y te piden que seas Juan Cuesta en Aquí no hay quien viva. Seguramente, hoy aceptarías el papel sin pensártelo dos veces. Sin embargo, en el pasado, hubo un actor que rechazó el personaje, que finalmente cayó en manos de José Luis Gil. Su nombre es Pablo Carbonell, y a pesar de todo, ha conseguido labrarse una carrera repleta de éxitos. Sin embargo, todos nos preguntamos qué hubiera sido de él si hubiera aceptado el papel de su vida.
Pablo Carbonell es un actor, músico, director, guionista y presentador de televisión español. Nació en Cádiz en 1962 y es conocido por su trabajo en la industria audiovisual española.
Comenzó su carrera artística en la década de 1980 como miembro fundador del grupo musical Los Toreros Muertos, donde se desempeñó como vocalista y guitarrista. Más tarde, se dedicó a la actuación y participó en numerosas películas, programas de televisión y obras de teatro. Entre sus trabajos más destacados se encuentran su papel en la película ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? y su participación en el programa de televisión El informal.
También ha trabajado como director y guionista de cine y televisión, y ha sido presentador de programas de televisión como El mundo de Juan Lobón y Caiga quien caiga. Además, ha publicado varios libros y ha colaborado en diferentes medios de comunicación. Sin embargo, ahora que conocemos este detalle, cabe preguntarse si su carrera hubiera despegado aún más de aceptar su papel en Aquí no hay quien viva. Eso sí, él tiene claro que prefiere estar como está ahora: "Yo sabía que eso iba a petar y dije: ‘No, quiero hacer mi película. Quiero dirigir y quiero dirigir cine".
José Luis Gil sufrió un ictus en noviembre de 2021 que ha cambiado su vida para siempre. El actor se sigue recuperando de las secuelas de este infarto cerebral y solo conocemos su estado de salud por lo que dicen familiares y amigos.
Su hija, Irene Gil, ha compartido en múltiples ocasiones fotografías acompañadas de su padre con mensajes de cariño. En una de las últimas publicaciones, recordó cómo fue el momento en el que se enteró que José Luis Gil sufrió un ictus, del que aún se sigue recuperando: "ahora, son ellos los que necesitan mi apoyo y que les eche una mano. Aquí estamos, he venido a hacer lo que tantas veces han hecho por nosotros. Y solo espero que pronto dejemos de ser necesarios aquí". También le hemos visto pasear junto a su nieta Valeria, por lo que la recuperación es progresiva, pero lenta.
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