Se ha culpado a las series del fracaso del Universo Cinematográfico de Marvel desde 'Vengadores: Endgame', pero hay series buenas, como Agatha, ¿quién si no?, Bruja Escarlata y Visión, Loki y Falcon y el Soldado de Invierno, y series no tan buenas como She-Hulk: Abogada Hulka, Echo, y sí, Invasión Secreta. Y este último caso es triste, ya que Invasión Secreta pudo haber sido una historia de espías muy potente dado el cómic que adapta de Marvel, pero una serie de decisiones a nivel argumental destrozó todas sus posibilidades.
La crítica y el público lo tiene claro: Invasión Secreta es la peor serie de Marvel hasta la fecha con un 53% de aprobación en Rotten Tomatoes si nos fijamos en los expertos; y de un 43% si tenemos en cuenta al público. La serie protagonizada por Nick Furia (Samuel L. Jackson) además fue un absoluto fracaso y por ello las audiencias le dieron la espalda en su estreno en Disney+. ¿Qué razones llevaron a Marvel Studios a dar luz verde a un proyecto tan caro, y tan poco cuidado?
Quienes conozcan los cómics de Marvel, sabrán que Invasión Secreta era uno de los arcos con más potencial: una invasión encubierta de Skrulls que se infiltran en altos cargos de la Tierra, provocando una psicosis colectiva, traiciones y giros completamente inesperados. A medio camino entre 'Capitán América: El soldado de invierno' y '24', la adaptación televisiva prefirió simplificar su argumento al máximo, con tramas muy previsibles y sin la tensión que se palpa en las historietas. Los Skrulls dejaron de ser una amenaza invisible para transformarse en villanos genéricos y en pocas ocasiones los espectadores percibimos peligro alguno.
Lo confieso: años después de su estreno, sigo estupefacto por la forma en la que Invasión Secreta trata a Nick Furia. El personaje, uno de los más importantes del Universo Cinematográfico de Marvel desde sus orígenes, aquí aparece desmotivado y sin el carisma que nos conquistó en el pasado. En un intento de humanizarlo y mostrar sus debilidades, el guion no acompaña y lo presenta simplemente como una sombra de lo que un día fue. Además, es una pena que un reparto compuesto de rostros tan populares como Ben Mendelsohn, Olivia Colman y Emilia Clarke se encuentre tan perdido en sus personajes.
Muchos periodistas y críticos coincidimos en que Invasión Secreta adolece de un ritmo irregular de principio a fin, con episodios lentos, escenas de acción mal dirigidas y un tono difícil de pillar. ¿Quiere ser un thriller adulto? ¿O una aventura clásica de ciencia ficción a lo Marvel? A diferencia de 'Loki' o 'Bruja Escarlata y Visión', que son series que saben lo que quieren desde el primer episodio, aquí no hay personalidad alguna e Invasión Secreta se convierte en un thriller genérico y aburrido.
Es intolerable que una serie que ha costado 200 millones de dólares y cuenta con 6 capítulos luzca tan mal. Uno esperaría una producción y unos efectos especiales a la altura, pero el CGI es tan pobre, que los efectos visuales parecen sacados de una serie de The CW. Y no, esto no es ningún elogio: los Skrulls, los escenarios digitales y la batalla final son tan solo algunos ejemplos de momentos que se ven artificiales y vacíos.
Invasión Secreta pudo haber sido un proyecto especial como lo es ahora Thunderbolts*, pero si esta película tiene un buen guion y personajes bien construidos, la serie de Marvel no tenía ni un buen desarrollo ni una dirección a la altura de la trama. Y es que Marvel Studios tiró a la basura uno de sus arcos argumentales más atractivos, para dar forma a una serie genérica y vacía.
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