Loki: Así fue el increíble caso real del avión secuestrado por D.B. Cooper que adapta la serie

"Loki" ha llegado a Disney Plus pisando fuerte. La serie de Marvel sobre el Dios del Engaño acaba de estrenar su primer episodio en la plataforma de streaming y ha dejado un muy buen sabor de boca. Las posibilidades que se abren al UCM son inmensas con todo lo expuesto sobre las líneas temporales y el multiverso. Son muchas las escenas destacables que se sucedieron a lo largo del metraje, pero hay una que ha levantado mucho revuelo.

La escena de la que hablamos no es otra que la del secuestro de un avión por parte del protagonista, que se vio obligado a llevar a cabo tras una apuesta perdida con su hermano Thor. Loki, vestido con un traje impoluto, el pelo engominado y gafas de sol, se encuentra en un avión sumido en lo que parece ser un simple flirteo con la azafata. Así, le entrega una nota en la que ella asume que se encuentra su número de teléfono. El hijo adoptivo de Odin le dice sin embargo que la lea: "Tengo una bomba", añade señalando a su maletín. Finalmente, Loki salta del avión con una gran cantidad de dinero justo a tiempo para que Heimdall abra el Bifröst y el Dios pueda volver a Asgard.

Lo más sorprendente es que la divertida escena, que ya se presentó en el tráiler, es una historia real. El propio Mobius se lo señala a Loki: "No me puedo creer que fueras D.B. Cooper". El caso ocurrió en 1971. Un hombre muy elegante bajo el seudónimo de Dan Cooper se subió a un avión comercial en Portland con destino a Seattle. Allí, según los testigos llevo a cabo exactamente la misma estrategia con la azafata que la que se presenta en "Loki". A cambio de no hacer explotar la bomba, pidió que el avión aterrizase, le entregaran 200.000 dólares en billetes sin marcar y 4 paracaídas y volviese a despegar, esta vez sin pasajeros pero aún con la tripulación del vuelo. Pese a que el FBI trató de evitarlo, no les quedó más remedio que hacer caso a las peticiones. Una vez que tuvo con él el dinero y el avión estaba nuevamente en el aire, Cooper saltó del avión sin que nadie se diera cuenta, ni siquiera los cazas que lo seguían (lo hizo en medio de una espesa tormenta). Nunca se supo nada más de él.

Años después del secuestro, aparecieron pistas por el perímetro en el que se estimó que Cooper aterrizó. En 1978 un hombre encontró una pancarta con instrucciones para abrir la puerta trasera del mismo modelo de avión. Dos años después, un niño encontró fajos de billetes semidestruidos por un valor de 5.880$ que, por el número de serie, corresponden con los que desapareció el misterioso hombre. Sin embargo, nunca se ha encontrado ni el paracaídas, ni más indicios del paradero de Cooper. El FBI ha buscado, arrestado e investigado sin éxito a varios sospechosos a lo largo de los años, pero llegando siempre a la conclusión de que ninguno de ellos fue el secuestrador. También se ofrecieron recompensas para quien encontrase alguno de los billetes, comprobables en esta web gracias al número de serie. Todos los esfuerzos han sido en vano.

En el año 2016, el FBI decidió cerrar definitivamente el caso para centrarse en asuntos más importantes, aunque pide ser informado urgentemente si apareciese algún nuevo indicio. La principal teoría que se maneja es que Cooper murió durante su huida ya que el salto era bastante arriesgado y peligroso. Pero, como decimos, no se han encontrado más pistas por lo que tan solo es eso, una teoría. Ahora, "Loki" ha presentado su propia versión de los hechos, tomándose con humor el único caso de piratería aérea no resuelto en EEUU.