Los Bridgerton no es la primera serie de Shonda Rhimes para Netflix, al menos no dirigida por ella; hemos tenido que esperar a ¿Quién es Anna? para ver el resultado del acuerdo que la creativa firmó con la plataforma de streaming, y en este caso, ha decidido apostar por una historia real sorprendente.
¿Quién es Anna? se centra en la historia que llevó a Anna Sorokin a ser condenada por delitos de hurto, aunque también se toma sus licencias para dramatizar de la mejor forma posible la vida de la protagonista. Porque al fin y al cabo, no es lo mismo el mundo que nos rodea, que la industria televisiva: mismos sucesos, diferentes lenguajes. ¿Qué es real en la serie, y qué no?
La serie ya nos avisa: "toda esta historia es completamente cierta, salvo todas las partes que son inventadas". Por supuesto, hay una dramatización de los hechos, pero ¿Quién es Anna? no deja de estar basada en un reportaje publicado en 2018 en la revista New York Magazine y mundialmente conocido: "Maybe She Had So Much Money She Just Lost Track of It: How an Aspiring 'It' Girl Tricked New York's Party People - and its Banks".
Es decir, la historia de Anna Sorokin es cierta (es más, ella vendió sus derechos a cambio de más de 300.000 dólares), aunque Shonda Rhimes se permite una serie de diferencias para poder dramatizar correctamente el guion.
Está claro que ¿Quién es Anna? cambia sucesos para poder adaptarlos a un guion televisivo de 9 episodios; es lo que tienen las adaptaciones de historias reales, que no encajan como tal en una serie. Además, ¿qué hubiera pasado si se hubieran mantenido todos y cada uno de los nombres de personas implicadas cuando solo Anna Sorokin vendió sus derechos a Netflix?
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