¿Por qué, a pesar de experimentar las sensaciones negativas que llegan con una obra de terror, seguimos obsesionados con consumir más productos del género? La mente humana sigue siendo todo un misterio, pero lo que sí sabemos es que las nuevas tecnologías le ofrecen un espacio donde desarrollarse de forma controlada. Y, si con esta idea en la cabeza pensamos en aquellas propuestas que hacen que se nos erice el vello o pongan en entredicho nuestro falso disfraz social de valentía, lo cierto es que las piezas empiezan a encajar bastante bien: los videojuegos nos permiten dejarnos llevar por el miedo sin ponernos en una situación de peligro real, permitiéndonos experimentar esa adrenalina tan típica que nuestro sistema biológico nos lanza cuando las imágenes horrendas de estas obras son acompañadas de un ruido exageradamente fuerte. A pesar de todo ello, sí que hay títulos que me han hecho sentir un cierto riesgo por mi vida; sobre todo por las condenadas taquicardias, tal y como me ha ocurrido al jugar a Blair Witch.
La última obra de Bloober Team demuestra la maestría con la que el estudio sabe crear experiencias de terror sin recurrir a los tropos más manidos del género, logrando dar a luz obras notables en las que se respeta la inteligencia y el buen gusto del jugador por no limitarse a darles un tren de la bruja lleno de ''jumpscares''. El trabajo de Bloober Team está en la riqueza de los entornos que crea, en el gran manejo que ejercen en el ritmo de sus aventuras y en la sabiduría con la que ensalzan los momentos más impactantes de estas. Por todo ello y más, os animamos a acompañarnos en este análisis de Blair Witch para descubrir cómo han vuelto a poner la cordura del jugador contra la espada y la pared.
Cuando el bosque narra
Tal y como decíamos antes, Blair Witch es uno de esos juegos que intenta dar el mismo peso a la trama que pretende narrar y a la tensión que desea generar con ella. Llamémoslo tensión o llamémoslo ''el número de veces que he gritado jugándolo es mayor de lo que jamás admitiré'', Bloober Team ha creado un producto cuya intensidad protagoniza un in crescendo en el que, aunque el arranque sea algo lento, el ritmo del juego comienza a acelerarse cada vez más conforme las horas pasan, dando lugar así a algo que consigue ir de menos a más.
Y, precisamente, es aquí donde el estudio logra producir uno de las virtudes más reconocibles que posee la obra, la cual consiste en que consigue dar con un gran equilibrio entre los momentos más intensos y los más sosegados; sin olvidarse nunca, eso sí, de que aquellos en los que se debe impactar al jugador han de ser lo suficientemente oportunos para que este no pierda el interés en lo que está ocurriendo en ningún momento. Entonces, podríamos decir, sin mucho miedo a equivocarnos, que Blair Witch sabe cuándo y cómo traer esos momentos a la pantalla, haciendo que tanto el sonido que estamos escuchando, los gráficos que estamos viendo y el punto de la historia que estamos atravesando, se alcen juntos para dar a luz a situaciones que hacen que se te acelere el pulso y se erice la piel; ya no por el terror en si mismo sino por la forma en que Blair Witch genera una interesante contradicción entre estas ocasiones y un estilo artístico que rebosa una gran belleza.
En cuanto a lo que el juego narra como tal, nos encontramos con una historia que guarda una gran fidelidad y cariño al universo creado por las películas. Una trama donde nos hallamos con el mismo punto de partida: un protagonista decide entrar al bosque en busca de una persona desaparecida para darse cuanta de que... bueno, de que quizás hubiera sido mejor no querer ser el héroe por una vez. Con respecto al resto de elementos, hay que recalcar el gran trabajo del estudio en hacer que Blair Witch no se torne como un producto secundario de este universo de terror, haciendo que el juego aproveche la simbología y las bases bien establecidas del mismo para convertirse en algo que guarda tanta riqueza como la obra original.
Cuando el bosque observa
Uno de los aspectos de Blair Witch que hacen que se posicione como un título que genera terror sin recurrir a los sustos fáciles es la maestría con la que despliega el entorno por el que nos moveremos. El escenario de la creación de Bloober Team se presenta como uno que intercala zonas más abiertas con pasillos angostos y guiados y, más allá de que las primeras no sean más que áreas más anchas y amplias que los segundos, lo cierto es que dan la oportunidad al jugador de llevar a cabo una cierta exploración que siempre suma y nunca resta dado que, además de los típicos coleccionables que iremos encontrando en los caminos secundarios, algunos de ellos esconden secretos mucho más profundos y relevantes para la historia. Por ello, teniendo en cuenta que esta cuenta con varios finales, conviene estar atentos a las rutas alternativas que podamos atravesar antes de tirar por la dirección correcta.
Sin embargo, el bosque de Blair Witch será un gran laberinto en el que nunca se nos dejará claro que camino tomar, siendo ahí donde Bloober Team saca a relucir otra de las cosas que mejor saben hacer: guiar al jugador sin que este se dé cuenta de que está siendo guiado. Y es que, si tenemos en cuenta que en muchos de los títulos del género suelen darse situaciones -con mayor frecuencia de la que debería- en las que lo que tenemos que hacer para avanzar se presenta de forma algo críptica, en este juego no he llegado a atascarme en ninguna de sus secuencias ni de sus puzles. Principalmente, porque Blair Witch establece un lenguaje de comunicación con el jugador que provoca que este nunca se pare a pensar en que está jugando a un videojuego. Los puzles no parecen puzles y haber escogido el camino por el que continuar parece haber sido elegido por el jugador de forma genuina y no por los numerosos estímulos visuales y sonoros del juego que confabulan a nuestro favor (y en nuestra contra, si hablamos del miedo).
Pero, si hablamos del entorno en el que sucede la trama de Blair Witch, no podemos olvidarnos de resaltar la turbia sensación que transmite el bosque. Una que pone sutilmente en la mente del jugador la idea de que este escenario natural está vivo y, más importante aún, pendiente de nuestro personaje, transmitiendo asíla sensación de que siempre hay algo vigilando en todos aquellos rincones en los que no apuntamos con nuestra linterna. En tal sentido, si el juego consigue esto es gracias al estupendo trabajo que la desarrolladora ha hecho con el sonido del mismo así como en la creación de una serie de situaciones que generan una emoción conductora de toda la propuesta. Ese terror incómodo, aquel que no se despega de nosotros una vez hemos iniciado el juego y que no necesita de sustos explosivos (que también los tiene) para atraparnos por completo sin que nos demos cuenta.
Cuando el bosque habla
Además de todos los puntos que hemos resaltado hasta ahora, hay algo que Blair Witch hace para desmarcarse de otras propuestas: un uso original de varias mecánicas jugables que no son solo el motor que nos ayuda a avanzar por la aventura, sino que son el puente que existe entre el protagonista y el mal al que se enfrenta, tal y como pasaremos a explicar en las siguientes líneas.
Empezando por el punto más importante, durante el juego contaremos con la compañía de un perro. El mejor amigo del hombre y, también en este caso, el responsable de que haya logrado atravesar el juego con menos taquicardias de las que debería. Pero más allá de presentarse como un simple compañero, el animal nos ofrecerá una serie de opciones que amplían las alternativas que tenemos a la hora de orientarnos y movernos por el bosque. Desde ordenarle que busque o siga un rastro para encontrar la dirección correcta o algún objeto relevante hasta pedirle que se quede cerca de nosotros para alertarnos de algún peligro. Y, si pensáis que la profundidad del ''elemento perro'' se queda ahí, es porque no os he dicho que, dependiendo de cómo le tratemos (si le regañamos cuando es oportuno y lo acariciamos para agradecer su compañía cuando toca), se comportará de una forma u otra. Algo que provoca que el jugador tenga que estar atento a su lenguaje corporal sienta un lazo con este compañero que va más allá de para qué puede darle uso, llegando a calar en cierta medida en nosotros a nivel emocional.
Además de nuestro fiel canino, el protagonista contará con una serie de herramientas que añadirán una capa más de profundidad a la ambientación y la jugabilidad de Blair Witch. Así y empezando por el primer conjunto, contaremos con un teléfono móvil y un walkie-talkie, los cuales sirven para que se establezca de forma más directa ese canal de comunicación que mencionábamos antes entre el entorno y el protagonista. Y es que, durante la aventura, iremos recibiendo llamadas y mensajes que nos ayudarán a entender mejor algunos aspectos de la vida de nuestro personaje y, sobre todo, del tipo de relaciones que establece con la gente que le rodea.
Por último, el tercer pilar que merece la pena destacar tiene que ver con una cámara de vídeo que, además de contar con un modo de visión nocturna que podremos utilizar en ciertas partes del juego, nos dará la oportunidad de reproducir una serie de cintas que encontraremos perdidas por el escenario. Y precisamente aquí es donde Blair Witch prepara otro de sus giros: algunas de estas cintas nos permitirán cambiar de forma directa lo que está ocurriendo en realidad. De tal manera que si, por ejemplo, nos topamos con una puerta cerrada y observamos una grabación en la que estuvo abierta en algún momento, podemos parar la cinta en el punto exacto para que también se muestre abierta en la realidad; así, hay muchos casos similares.
Conclusión
Blair Witch es un título de terror y exploración que encuentra su mayor punto fuerte en su ambientación y en la manera en la que consigue atraparnos conforme más avanzamos en su aventura. Aunque las mecánicas jugables no sean tan profundas como en otras propuestas, se presentan de forma lo bastante efectiva para que cumplan sobradamente su cometido: hacer que el jugador se sumerja aún más en el universo que el título presenta. Y es que Bloober Team ha forjado una experiencia inteligente, sutil cuando necesita serlo y extravagante y directa cuando resulta oportuno.
Yendo de menos a más en intensidad y en el interés que genera su narración, Blair Witch se presenta como una propuesta de lo más digna dentro del género de terror. Una que no abusa del susto fácil ni en la que la indefensión se siente como una situación necesaria para justificar el guion y servir de pegamento para todas sus partes. El juego genera tensión de principio a fin al estar a merced del bosque porque el bosque está vivo y no por usar los tópicos tan usados del género que restan importancia a la inteligencia y la sensatez del jugador. Dentro de su fantasía, Blair Witch es coherente, terrorífico y, al mismo tiempo, sumamente generoso al darnos la oportunidad de sentir menos sudores fríos y mareos proporcionándonos la compañía de un perro. Bendito sea el perro.
Bloober Team ha logrado forjar una nueva aventura de terror que, aunque resulta ser sumamente fiel al lore del universo creado por la primera película, logra posicionarse como un producto con personalidad única. Sus mecánicas, ambientación y diseño artístico se unen a la hora de ofrecer un título que trata de generar miedo en el jugador respetando su inteligencia y evitando caer en los tópicos más manidos del género.
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Historia
Su ambientación posee un alto potencial inmersivo
No abusa de los tópicos manidos del género
Ofrece una experiencia que va de menos a más en intensidad
Posee cierta rejugabilidad al contar con varios finales
Cuenta con momentos realmente impactantes a nivel visual y sonoro
Las mecánicas jugables se sienten algo desaprovechadas en ciertas ocasiones
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.
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