Siguiendo con la tónica de simuladores a la que muchas desarrolladoras se han sumado, Bus Simulator 16 llega de la mano de Stillalive Studios con la premisa de querer traer al público un simulador decente. El estudio con sede en Austria lanza al mercado este título en el que deberemos ser conductores de autobuses con todo lo que eso conlleva.
En Bus Simulator 16, deberemos crear nuestra propia empresa de autobuses, heredada en parte de un amigo y el cual nos irá ayudando y enseñando todos los controles necesarios para hacernos con el juego en un primer recorrido experimental. La ciudad, en el momento exacto en el que entramos en acción, está falta de transporte público, por lo que se nos requerirá para darle ese punto tan importante.
Tras ponerle un nombre a la empresa, deberemos comenzar a trabajar, para ello dispondremos del autobús más simple y el cual podremos sustituir por otros mejores, con más complementos y más añadidos, como por ejemplo el autobús articulado o conocido comúnmente en algunos sitios como autobús ‘’gusano’’. También dispondremos, en autobuses más modernos, de rampas para minusválidos en la puerta central.
Comenzaremos estableciendo rutas en uno de los 5 barrios de la ciudad, pudiendo agrandar más estas conexiones en un futuro con otros barrios gracias a la reputación que vayamos adquiriendo con el tiempo jugado. Además, también podremos contratar conductores extra para que conduzcan algunas rutas que tengamos, bajo la única condición de que las rutas que les asignemos deben haber sido realizadas por nosotros antes. Para ello, habremos de disponer de un autobús libre y tener en cuenta el sueldo que ganan, decidiendo si contratar en un principio conductores más especializados y/o familiarizados en el tema de la conducción de autobuses o bien confiar en los que acaban de empezar o no tienen mucha experiencia pero ir subiéndolos de nivel a medida que realizan diversas rutas.
El juego cuenta con la idea brillante de poder controlar al conductor en sí mismo, andar con él y tener en cuenta todos los aspectos en primera persona para darle aún mayor realismo. Se da la opción de empezar a conducir el autobús desde la centralita, salir andando desde la oficina, abrir las puertas desde fuera del autobús, encender el motor, las luces y demás, aunque también da la opción de un ‘’inicio rápido’’. Este aspecto, le da un plus a la jugabilidad y la lleva más allá, ya que gracias a este sistema podremos salir del puesto de conductor y resolver los problemas que se nos puedan crear en la realización de nuestro trabajo, tales como puertas que no se pueden cerrar, problemas con pasajeros o cualquier tipo de circunstancias posibles en la vida real. A pesar de esto, sí que es verdad que se abusa en ciertos momentos de esta mecánica, se hace poco creíble, bastante repetitivo y monótono, dejando poco espacio a la sorpresa o dando lugar a muy pocas ocasiones en las que el jugador se vea en un apuro más complicado del que te provoque solo levantarte del asiento, dar a un botón y sentarte.
Dentro ya del autobús y realizando nuestra tarea, nos encontramos con una cabina donde podemos tocar bastantes botones. En primer lugar, a nuestra derecha tendremos el sistema de venta de tickets o billetes, el cual nos solicitarán algunos pasajeros dependiendo de su condición (normal, estudiante o pensionista) y del tiempo que deseen comprar el ticket (1 viaje, día, semanal) teniendo que dar nosotros la vuelta, por lo que deberemos estar ágiles con las pequeñas sumas y restas para así no perder tiempo y no dar más dinero del que es en realidad, cosa que pasara si vamos con prisa. También nos encontraremos con diferentes eventos que ocurran en la ciudad beneficiando o perjudicando cierto tipo de cosas, ya sea como días del estudiante o una mayor afluencia de turistas, por lo que deberemos estar con los sentidos bien puestos y atentos.
El tiempo es otro factor clave de Bus Simulator 16, ya que entre parada y parada tendremos un tiempo estimado del que no podremos bajar o seremos penalizados. En algunas ocasiones se nos presentarán atascos o zonas en obras que nos harán aumentar las posibilidades de llegar tarde a la próxima parada, por lo que buscar atajos o desvíos será vital para cumplir los plazos estimados, aunque también el exceso de velocidad puede molestar a los pasajeros bajando la reputación considerablemente.
La cabina del conductor consta de unos cuantos botones que serán clave y de frecuente uso, tales como el de ‘’arrodillamiento’’, que permite al autobús descender de un lado para hacer más fácil la subida a bordo de las personas. El freno de parada del autobús será imprescindible si queremos abrir las puertas o bien bajar de la cabina del conductor y no se debe confundir con el freno de mano, pues son totalmente independientes. El aire acondicionado será útil para hacer que los pasajeros se sientan a gusto, pues en múltiples ocasiones se quejaran pidiendo más frio o más calor. Las luces exteriores del vehículo y las interiores también las podremos accionar siendo parte importante del día a día y aunque también hay una radio, tiene tres emisoras y no tiene gran importancia. Existe un GPS que nos va indicando por donde ir, pero no sigue la dirección del autobús ni gira, por lo que deberemos fijarnos donde girar bien porque a veces parecerá que es a la izquierda y sea a la derecha.
Los gráficos y el diseño artístico de la ciudad son de calidad muy estándar, más bien pobres que exuberantes, aunque sí que es verdad que se trata de un estudio independiente y con relativamente pocos recursos. Su mala optimización para algunos PC hace que los FPS sean bastante irregulares con bajadas completamente drásticas en algunas situaciones con lluvia.
La inteligencia artificial de los peatones es bastante deficiente. A la hora de montar en el autobús es comprensible tal y como se puede ver en otros simuladores de autobuses, pero cuando circulan por la calle se comportan de manera totalmente desafortunada. En algunas ocasiones tienen programado cruzar las calles y no lo hacen, simplemente se quedan parados ahí y solo si cruzan si paras en frente, por lo que llegado un momento no tienes la sensación real de que existan los pasos de cebra ignorándolos así por completo. También se ponen en las esquinas de las calles, demasiado pegados a la carretera, por lo que en ocasiones aunque realices el giro bien con las medidas adecuadas para no chocarte con nada ni subirte a ningún bordillo chocas con algún peatón ‘’despistado’’ que siempre se coloca en la esquina en la que tienes que girar. El punto muy positivo que tiene por algunas calles que son desafiantes para girar con el autobús por sus maniobras, se ve totalmente eliminado por el tema de los peatones que, aunque no sucede siempre, sí con bastante frecuencia.
También dispone de una especie de multijugador en el que creamos una empresa y podremos competir por ver quién hace más ingresos. Pero por el momento no hay nada que nos permita jugar juntos en un mismo mapa. Sí que podremos jugar las rutas de otros usuarios como ''trabajos rápidos''.
El error más grave y el posible lastre del juego se encuentra en la cabina del conductor: los retrovisores. Al conducir un autobús de dimensiones bastante elevadas, el uso de los retrovisores se hace algo muy necesario. Bus Simulator 16, por el momento, sufre una ralentización en ellos que hace que no sea nada cómodo ni útil mirar a través de dichos retrovisores. Su posición y colocación también deja mucho que desear pues no se ve del todo nítido y cuesta hacerse una idea de las medidas del autobús. El espejo interior, el cual debería enfocar hacia el pasillo del autobús está completamente fuera de lugar y solo enfoca al conductor. Esta predisposición de los espejos reduce considerablemente el porcentaje de inmersión y simulación del título.
En cuanto a los sonidos que se escuchan, no se siente que realmente estés conduciendo una máquina de tal envergadura, pues los ruidos son muy suaves y es algo que, al fin y al cabo, se echa de menos y que sí hemos podido disfrutar en otro tipo de simuladores de cualquier clase.
Bus Simulator 16 no llega a cumplir al 100% lo que dicta su propio título: la simulación. Además de lo anteriormente dicho, la organización de las misiones, rutas y la progresión en ocasiones es muy enrevesada y compleja, llegando a cansar antes de empezar por la engorroso de las situaciones y planteamientos que te hacen hacer, creando así una situación un tanto caótica con tantos colores y al final no se sabe por dónde pasa una y por dónde pasa otra. En definitiva, Bus Simulator 16 está entre el simulador y el arcade. Aun así, se trata de un título que sienta muy bien las bases de lo que puede llegar en un futuro, pero definitivamente le falta madurez y alguna que otra actualización que corrija algo para convertirse en un referente de su género.