Los juegos de fútbol no han evolucionado demasiado en la última década. Cada año vemos las mismas fórmulas, los mismos modos de juego, las mismas mecánicas con pequeños ajustes cosméticos. FIFA (ahora EA FC) domina el mercado sin apenas competencia, mientras los jugadores esperamos algo diferente, algo que sacuda los cimientos de un género estancado.
Rematch llega con esa promesa de cambio radical. Olvídate de todo lo que sabes sobre fútbol virtual: aquí no hay fueras de juego, ni faltas, ni paradas de juego. Solo acción pura en arenas compactas donde cinco jugadores humanos se enfrentan a otros cinco en partidas de alta intensidad que duran entre 6 y 8 minutos.
Es una propuesta tan ambiciosa como arriesgada, y después de horas probándolo podemos confirmar que Sloclap ha creado algo genuinamente diferente. El problema es que los cimientos técnicos amenazan con derrumbar todo el proyecto.
Una revolución en el campo de juego
Rematch es fútbol, pero no como lo conocemos. Imagina una mezcla entre Rocket League y un partido callejero sin árbitro: caótico, intenso, pero con un sentido táctico sorprendente. Cada jugador controla a un solo futbolista en tercera persona, lo que crea una sensación de inmersión que los juegos tradicionales no logran.
La eliminación de las reglas clásicas no es casualidad: sin fueras de juego, los delanteros pueden posicionarse libremente; sin faltas, las entradas pueden ser devastadoras; sin paradas, el ritmo nunca decae. Es fútbol destilado a su esencia más pura: meter el balón en la portería contraria como sea.
Lo que más impresiona es cómo funciona el sistema de pases. A diferencia de EA FC, donde el balón parece magnetizado a los jugadores, aquí tienes control total sobre la dirección, potencia y altura. Los pases al hueco recompensan la visión de juego, y las combinaciones fluidas se sienten como pequeñas obras de arte.
El dribbling también destaca por su simplicidad efectiva. El movimiento de empuje del balón con el botón A (en Xbox) permite superar defensores de forma elegante, creando duelos uno contra uno que se resuelven por habilidad pura, no por estadísticas infladas.
Igualdad de condiciones que importa
Una de las decisiones más inteligentes de Rematch es la igualdad estadística. Todos los jugadores tienen las mismas capacidades, eliminando el factor pay-to-win que contamina otros juegos deportivos. Aquí gana quien mejor lee el juego, quien mejor coordina con su equipo, quien toma mejores decisiones bajo presión.
Esta filosofía se extiende a todo el diseño. No hay Ultimate Teams, no hay cartas especiales, no hay boosts temporales. Solo cosmética pura que no afecta al rendimiento. Es una bocanada de aire fresco en un género obsesionado con las microtransacciones.
El sistema de porteros intercambiables añade una dimensión táctica fascinante. Cualquier jugador puede asumir el rol de guardameta en cualquier momento, y quien esté en esa posición tiene resistencia infinita siempre que sea el último defensor. Esto abre estrategias únicas y permite adaptarse constantemente al flujo del partido.
El arte de verse bien mientras juegas mal
Visualmente, Rematch es un espectáculo. El estilo artístico animado de Sloclap brilla especialmente en las animaciones de jugadores. Cada movimiento se siente fluido y natural, desde los sprints hasta las acrobacias más elaboradas.
Los estadios son coloridos y futuristas, aunque algunos pueden resultar distractores durante la acción. Los efectos especiales al marcar goles son espectaculares, pero quizás demasiado llamativos para el juego competitivo.
La presentación general mantiene ese aire arcade sin caer en lo infantil. Es serio cuando tiene que serlo, espectacular cuando conviene, y siempre mantiene la claridad visual necesaria para seguir la acción frenética.
Cuando la técnica patea en contra
Aquí llegamos al gran problema de Rematch: su estado técnico es lamentable. Durante nuestras sesiones de prueba, los crashes fueron constantes, las desconexiones frecuentes, y los bugs de jugabilidad frustrantes.
El más grave es el error de posesión tras gol: en ocasiones, el equipo que marca conserva el balón en lugar de dárselo al rival. En partidas ajustadas, esto puede decidir el resultado de forma completamente injusta.
Los problemas de red son igualmente preocupantes. Lag, desync, pérdida de paquetes... todo el catálogo de pesadillas del gaming online está presente. Partidas que se cortan a mitad, jugadores que aparecen y desaparecen, balones que flotan en el aire...
La ausencia de crossplay al lanzamiento es el golpe de gracia. Con la base de jugadores ya fragmentada entre plataformas, los tiempos de emparejamiento se eternizan, especialmente fuera de las horas punta.
Un portero en crisis existencial
Si hay un área que necesita atención urgente es el sistema de portería. Controlar al guardameta se siente torpe y limitado. La cámara no ayuda cuando el balón rebota en la pared trasera o vuela por encima, y las animaciones son demasiado aparatosas para reacciones precisas.
No hay movimientos sutiles: o te lanzas a lo grande o no haces nada. Falta un sistema de interceptaciones menores, de estiradas controladas, de reacciones proporcionales a la amenaza. Es el aspecto más arcade del juego, y no precisamente en el buen sentido.
El techo de habilidad que asusta
Rematch tiene un skill ceiling altísimo, lo que puede ser intimidante para jugadores casuales. Los veteranos de los betas ya muestran dominios técnicos impresionantes: combos de regate que dejan rivales en evidencia, pases milimétricos que rompen defensas, fintas que desorientan por completo.
El rainbow flick, en particular, parece demasiado poderoso en manos expertas. Es una mecánica espectacular pero quizás necesite ajustes de balance para no dominar completamente el meta competitivo.
La curva de aprendizaje es empinada pero justa. El tutorial enseña lo básico, pero dominar las mecánicas avanzadas requiere horas de práctica. Una vez que haces clic con el sistema, la sensación de progresión es adictiva.
¿Vale la pena el precio de entrada?
A 29,99€, Rematch se encuentra en una posición complicada. Es caro para un juego exclusivamente online con problemas técnicos graves, pero razonable para una experiencia tan única y diferenciada. El problema no es tanto el precio como el estado del producto. Pagar por un juego que se cuelga constantemente y tiene bugs que afectan al resultado de las partidas es difícil de justificar, por muy innovador que sea el concepto.
Si Sloclap logra estabilizar los servidores y corregir los errores críticos, el valor mejorará exponencialmente. Pero en su estado actual, es difícil recomendarlo excepto a los más tolerantes con los problemas técnicos.
Un proyecto con potencial gigante
Rematch es exactamente el tipo de innovación que necesita el género de fútbol virtual. Su enfoque fresco, mecánicas inteligentes y filosofía anti pay-to-win lo colocan como una alternativa real a la hegemonía de EA FC.
Pero el lanzamiento prematuro amenaza con matarlo antes de que despegue. Los problemas técnicos no son detalles menores: son obstáculos fundamentales que impiden disfrutar de lo que podría ser una experiencia extraordinaria.
La decisión de lanzar en este estado es desconcertante, especialmente viniendo de Sloclap, un estudio que se ha caracterizado por la pulcritud técnica. Quizás la presión comercial pesó más que la calidad del producto final.
Conclusiones: esperar al segundo tiempo
Rematch tiene todo para convertirse en el juego de fútbol arcade definitivo, pero necesita urgentemente una puesta a punto técnica. Las ideas están ahí, la diversión también, pero los problemas eclipsan las virtudes. Esperemos que con un parche o actualizaciones futuras se reanude el partido tras esta pausa de hidratación o por el contrario nos veremos obligados a llegar a la prorroga.
Recomendamos esperar un par de meses hasta que Sloclap solucione los problemas críticos. Cuando lo haga, estaremos ante uno de los juegos deportivos más innovadores de los últimos años. Por ahora, es una promesa brillante envuelta en una ejecución deficiente. El futuro de Rematch depende de la velocidad con la que el estudio francés pueda corregir el rumbo.
REMATCH
Analizado en PC
VideoGame
7.5
Puntuación Areajugones: Notable
Rematch tiene todo para convertirse en el juego de fútbol arcade definitivo, pero necesita urgentemente una puesta a punto técnica. Las ideas están ahí, la diversión también, pero los problemas eclipsan las virtudes. Esperemos que con un parche o actualizaciones futuras se reanude el partido tras esta pausa de hidratación o por el contrario nos veremos obligados a llegar a la prorroga.
Apartado jugable
Apartado artistico
Apartado sonoro
Apartado gráfico
Concepto innovador que revoluciona el fútbol virtual
Mecánicas de pase y dribbling superiores a la competencia
Igualdad estadística que premia habilidad sobre microtransacciones
Ingeniero de Telecomunicaciones. amante de SEGA y todo lo que tenga que ver con Sonic. Nintendero por bandera y Game Pass en el corazón. Muy fan de Halo y las sagas Gears of War o Forza. Siempre con mi Steam Deck en la mochila...