Llevo varios minutos dando vueltas por mi habitación con las manitas echadas a la espalda y suspirando con mucha más frecuencia de la que estoy dispuesto a admitir ante la complicadísima tarea que tengo que afrontar a partir de este mismo momento. Me es muy complicado empezar con este análisis por todo lo que Bethesda supone en mi vida y cómo hubo un juego que me la cambió cuando tenía 13 años. No sé si seré capaz de hacer justicia a lo intenso que ha sido vivir cómo se cerraba un círculo en mi propia historia personal al pasarme Starfield, pero lo haré lo mejor que pueda; desde lo más profundo de las tripas y con la mirada puesta en lo más profundo del cosmos.
Esta historia comienza hace 16 años, cuando salí de aquella cárcel de la ciudad imperial en The Elder Scrolls IV: Oblivion y el basto mundo de Cyrodill se abría ante mis ojos. Aquella sensación de libertad era una tan valiosa que nada ha podido sustituirla hasta entonces en cuanto a videojuegos se refiere. Aquel juego de Bethesda fue para mí lo que WoW estaba siendo para muchos de mis colegas por aquel entonces. Acabé invirtiendo más de 1.500 horas repartidas en 11 personajes diferentes, las notas de algunas asignaturas se tambalearon por culpa de estar más pendiente de la Hermandad Oscura que de las ciencias sociales y mi obsesión pasó a ser la de encontrar algo de tiempo libre para hacer doble click en el icono del juego en mi viejo Windows XP.
Desde Oblivion, mi obsesión se fue trasfiriendo a otros grandes RPGs de Bethesda entre los que di saltos de uno al siguiente y al revés; oscilando entre dimensiones insólitas: Fallout 3, Fallout: New Vegas, Skyrim, Fallout 4, Fallout 76... He cruzado múltiples puertas hacia universos de diversa índole pero, por algún motivo, ninguno ha sido igual al de Starfield. Ninguno de ellos llega a las cotas de ambición de la gran ópera cósmica de Bethesda.
El universo abre sus puertas
Todos los grandes RPGs de Bethesda comienzan con la misma premisa: tu personaje aparece de la nada como si fuese una misteriosa entidad sin pasado alguno que poppea gracias a las caprichosas fuerzas de la conveniencia, ocurre un suceso determinante lo bastante enrevesado como para que el juego te proponga invertir 45 min en fabricarle una cara sobre la marcha y, desde ahí, un universo de posibilidades infinitas se acaba abriendo ante ti. Starfield no es una excepción en este sentido y juega creando un contraste de ritmos en sus primeras horas de juego para que la consecuente libertad de dejarte hacer lo que quieras tras el tutorial sea mucho más impactante. En otras palabras, el juego empieza lento, pero a las dos horas termina por ser abrumador en cuanto a posibilidades.
El background de lo que ha ocurrido a nivel argumental es más o menos lo que se puede esperar de cualquier ópera espacial ultra futurista: la humanidad se ha lanzado a investigar los rincones más profundos del universo después de que algo le ocurriese a La Tierra y, al tener un espacio casi infinito en el que desplegar todo su potencial, los límites de la macrosociedad humana se expanden en múltiples direcciones que acaban encontrándose en varios puntos diferentes.
Surgen nuevas facciones y, entre ellas, conflictos bélicos sin precedentes; hay religiones insólitas recién creadas para dar una respuesta a preguntas que se vuelven cada vez más complicadas de abordar; se crean leyes adaptadas a las modernas interacciones entre organismos y gobiernos recién nacidos. Pero, al margen de toda esa inmensidad, la aventura se centra en un punto diminuto del espacio: un artefacto de origen misterioso que va desplegando sus secretos hasta que, al saltar la pantalla de créditos, exhalas un: madre mía, menudo viaje.
Un R.P.G de Bethesda en toda regla: robusto, polivalente y grandioso
No hay siglas que describan mejor lo que ofrece Starfield tanto en términos del legado que hereda de los anteriores juegos de la compañía como en las aspiraciones que tiene hacia la innovación y la pretensión de proponer ideas insólitas en el historial del estudio. Curiosamente, las letras iniciales de estas palabras acaban conformando el término RPG, dándole movimiento a un círculo cuya vida se sostiene a través de tres motores con nombre.
Robusto por la idea de que Bethesda se ha esmerado mucho al crear el universo donde tiene lugar el juego con todo tipo de detalles. Aquí no hablo tanto en términos de su tamaño literal, sino a la complicada ramificación de interacciones que existen entre todos sus elementos argumentales: el universo donde ocurre todo está plenamente vivo, las facciones que tejen nuestras aventuras con sus valores y posturas ideológicas llevan siglos interactuando entre sí y los personajes son causa y consecuencia de una serie de tramas que dan un sentido a todo lo que hacemos 1️⃣
Polivalente porque el juego no cuenta con un sistema de karma definido por un sistema de puntos que genere dilemas morales de manera artificial, sino que todo lo que ocurre en él se origina de forma orgánica a través de tus comportamientos. Por una vez importa no solo el qué haces, sino el cómo lo haces. Cada decisión importante que tomas frente a una situación influye en la opinión que tienen de ti tus compañeros, en la actitud que presentan las facciones con respecto a lo que representas y en las posibilidades de acceder a ciertas recompensas únicas en función de cómo afrontes una misión concreta 2️⃣
Grandioso porque Starfield tiene muchísimo contenido. Tardé aproximadamente unas 20 horas en completar la campaña principal, llevo 60 horas en total y solo he completado la trama de una de las facciones y algunas de las misiones secundarias que te encuentras por ahí. Hay cientos de planetas para explorar, un sistema de construcción de bases, otro de mejora y compraventa de naves, árboles con habilidades para aburrir y muchos más elementos que te podrían dejar sin aire si tuvieras que seguir leyendo cómo enumero todos y cada uno de ellos. Pero voy a parar aquí, porque quiero que juegues a Starfield, no que te ahogues 3️⃣
20 Cosas que puedes hacer en Starfield
Hace un rato que me he dejado llevar en este análisis por la incesante corriente de información que hay en mi cabeza sobre el juego; seleccionando con suma minuciosidad cuál acabo contando y cuál no para dibujar una idea general sobre en qué consiste el juego sin revelar nada sobre él. Pero desde hace unos minutos me siento completamente perdido en su profunda ambición y en la irrefrenable sensación de que el juego ocupa mucho más espacio que los terabytes de memoria que hay disponibles en mi cerebro.
Por ello y con tal de poner durante un momento los pies en la tierra, para que puedas conocer datos más concretos del juego y para que a mi sistema nervioso le dé tiempo a refrigerarse, quiero dejarte con una lista de ejemplos de situaciones y cosas que se pueden hacer dentro del juego. Eso sí, algunas de las siguientes mecánicas pueden ser consideradas como spoilers menores y prefiero que las descubráis por vosotros mismos, por lo que podéis seguir al siguiente apartado si queréis entrar al juego sin saber nada de ello.
Visitar otros planetas y utilizar un escáner para investigar su fauna y flora y obtener datos que puedes vender a cambio de dinero
Acudir a cráteres de meteoritos en busca de recursos muy difíciles de encontrar
Robar el arma a alguien por la calle de una ciudad repleta de gente y venderla en un mercado negro
Acudir a una discoteca y consumir una droga especial sacada de una especie de pez que hay en un planeta
Tener una deuda con el banco de cientos de miles de créditos por comprar una casa
Actuar de cazarrecompensas y cobrar botines por la cabeza de gente buscada en el espacio
Hacer de pirata espacial y abordar naves para robar sus botines
Encontrar objetos de contrabando y esconderlos en la bodega de la nave para pasar el control de aduanas de ciertos planetas
Ayudar a náufragos espaciales que llevan semanas sobreviviendo en un planeta perdido de la mano de Dios
Tener romances con algún compañero o compañera de facción
Crear medicamentos especiales para situaciones concretas en una mesa de trabajo
Modificar tus armas y equipamiento para hacer frente a enemigos cada vez más duros
Cocinar platos de todo tipo con los que obtener ventajas temporales
Construir tu propia base en cualquier planeta sobre el que puedas caminar
Ir en busca de un tesoro pirata intergaláctico que fundó una flota entera de criminales
Acudir a una iglesia para charlar con el pastor de una nueva religión sobre los orígenes del universo
Detener un atraco a un banco al negociar con los criminales
Usar la persuasión para que un coleccionista loco te entregue todos sus bienes
Acudir a misteriosos templos para desbloquear poderes ocultos
Investigar enormes cuevas de cristal al acecho de peligrosas criaturas alienígenas
La gran duda: ¿Cómo funcionan los planetas en Starfield?
Surgía hace unos días un vídeo bastante polémico que consistía en alguien andando por la superficie de un planeta durante 10 minutos hasta llegar al límite del mapa, sacando la información de contexto y haciendo parecer de forma insidiosa que Starfield está vacío. Lo importante aquí es que hay que entender que Bethesda no quiere recrear No Man's Sky: no han hecho un juego de exploración espacial, sino un RPG con un lore y una trama sólida ambientada en el espacio; cosas que no son lo mismo. Entonces, ¿Cómo funciona eso de viajar entre planetas? Muy sencillo:
El universo de Starfield no es continuo, lo cual significa que verás una pantalla de carga cada vez que sales a la órbita de un planeta, aterrizas en él o realizas un viaje rápido 1️⃣
Hay decenas de sistemas solares a los que viajar, cada uno de ellos con varios planetas que puedes visitar 2️⃣
Casi todos los planetas cuenta con varias localizaciones destacadas: cada una de ellas delimita una zona del mapa en que puedes explorar 3️⃣
Por poner un ejemplo: si un planeta tienes 3 localizaciones destacadas, esto implica que habrá un total de 3 grandes zonas diferentes 4️⃣
Además de las localizaciones destacadas, cada mapa de un planeta ofrece otros puntos de interés a los que acudir, recursos, fauna y flora que escanear o eventos aleatorios a llevar a cabo 5️⃣
¿Qué ocurre cuando llegas al límite del mapa en una zona del planeta? El juego te pedirá que vuelvas a tu nave y aterrices en otra zona destacada 6️⃣
Una Bethesda renovada e imposible de creer hasta que juegas a Starfield
El miedo es una emoción humana que nos condiciona a comportarnos de cierta manera ante determinados estímulos por las vivencias que hemos tenido con respecto a ellos. Y, precisamente, miedo era lo que tenía con Starfield con respecto a 3 elementos concretos tras haber experimentado en mis propias carnes lo que es jugar a un título de Bethesda el mismo día de lanzamiento. Pero, ¿Sabéis qué? La compañía está irreconocible, te cuentan lo que te voy a contar ahora y no te lo crees hasta que juegues:
¿Cómo es la sensación de disparo?
La sensación de disparo de las armas ha mejorado bastante con respecto a lo que pudimos ver en Fallout 4 ✅
Ahora cada una de ellas se siente diferente al apretar el gatillo en función del tipo que sea ✅
Ahora hay un botón asignado a las granadas, por lo que podremos recurrir a ellas de forma mucho más sencilla ✅
En resumen: el sistema de combate se siente mejor que nunca 👈
¿Las elecciones que haces importan realmente?
Uno de mis mayores miedos tenía que ver con que las decisiones que tomabas en anteriores juegos como Fallout 4 o Skyrim no influían tanto en el gameplay o no tenían tantas ramificaciones como la compañía prometía antes de sacar dichos juegos, pero lo cierto es que con Starfield la cosa es muy diferente. A continuación, os dejo con un ejemplo a través de mi vivencia en una de las primeras misiones que te encuentras en él y de las opciones que te van dando conforme avanzas.
La misión consistía en infiltrarse en una banda de piratas espaciales
Una vez fui a hablar con el líder de la flota para hacer la prueba de acceso podía limitarme a seguir sus órdenes o ponerme a matar como un loco a todos los criminales que había en la nave (eran muchísimos, pero el juego te da la opción de intentarlo si quieres)
Acepté seguirles el juego y me mandaron ir en busca de un traidor que había huido en una nave hace días
Al encontrármelo por el espacio, nuevamente, se me presentaron varias opciones por delante: destruir la nave completamente, dañar su motor para abordarla, o abrir la radio de comunicaciones para saludar a su capitán e intentar convencerle de que me dejase entrar
Después de dorarle un poco la píldora, conseguí que me permitiesen subir a la nave sin violencia
Al entrar allí, me encontré con el traidor y, una vez más, tuve varios caminos a elegir: dispararle directamente, amenazarle con una opción de diálogo que le asustara por pertenecer a la flota de piratas o intentar persuadirle de que desapareciese para siempre para no tener que acabar con él
Intenté convencerle de lo último, pero se puso tonto y tuve que acabar con él y con toda su tripulación usando una granada
Al volver con los piratas, estos me dejaron formar parte de la flota. Sin embargo, al volver al cuerpo de policía que me pidió que me infiltrase, casi me echan a patadas de la misión por derramar sangre humana
¿Qué tal de bugs y de rendimiento?
Si habéis comprado un juego de Bethesda de lanzamiento, sabréis de lo que hablo: lo que debería ser un día de ilusión se convierte en un infierno de glitches que corrompen la partida, elementos que poppean de la nada a poca distancia de tu personaje y errores que impiden que completes una misión principal. Pero lo cierto es que no me he encontrado con nada de eso en Starfield.
He jugado en PC con una NVIDIA 2080 y con un i7 y el juego rara vez ha bajado de los 60FPS 1️⃣
En Xbox Series S la cosa cambia, dado que el juego va a 30 FPS con algunas bajadas puntuales 2️⃣
Lo mejor de todo es que no hay bugs importantes: no he tenido que cargar una partida anterior ni una sola vez por culpa de un error ✅
El juego tiene pequeños glitches, como casi todos los lanzamientos actuales. Sin embargo, los que me he encontrado se corresponden con casos aislados no recurrentes que no afectaron de forma alguna a la experiencia que viví con el juego ✅
Conclusión
Podría estar horas y horas escribiendo sobre Starfield, pero creo que el valor de este análisis es inversamente proporcional a la cantidad de palabras que pueda tener. Lo nuevo de Bethesda es gigantesco; una corriente inabarcable de virtudes que va creciendo conforme más te dejas llevar por ella. Más de 2.582 palabras después, sigo pensando en que todo esto no ha sido más que un ejercicio vacío de condensar en un grano de arena la increíble inmensidad del espacio que hay entre las constelaciones.
Después de más de 60 horas jugadas, sigo aprendiendo cosas nuevas sobre el lore de Starfield, maravillándome con cada matiz que de desprende de las extrañar aristas que dan forma al plano en el que nos coloca como jugadores. The Elder Scrolls IV: Oblivion era el juego más importante de mi vida y ahora sé que Starfield podría convertirse en el segundo.
Lo cierto es que, como ocurre en la realidad, este análisis solo le haría justicia si se fuera expandiendo de forma infinita con el paso del tiempo al igual que lo hace el mismísimo cosmos. Pero supongo que lo más importante es saber echar la vista atrás para no perderte en su inmensidad y volver a lo más básico: tener la oportunidad de disfrutar de un juego increíble. Ya iba siendo hora, joder.
Starfield es el juego de la mejor Bethesda que ha habido en años. Una obra de ambición infinita que revisita la fórmula clásica de la compañía a la hora de hacer RPGs y transporta una gran parte de su diseño hacia lo más profundo del cosmos. En términos de calidad, Starfield es el mejor título de Bethesda desde Skyrim. Da la sensación de que se trata de la obra que el estudio siempre había soñado hacer; un anhelo que se ha acabado transformando en la propuesta de una odisea abrumadora en la que todo antiguo fan del RPG pueda perderse para volver a reencontrarse.
Duración
Ambientación
Jugabilidad
Apartado artístico
Las facciones y cómo reaccionan a las decisiones que tomas
La ambientación es increíble en todos los sentidos
La sensación de disparo ha sido mejorada
El sistema de habilidades ofrece formas de jugar muy versátiles
El sistema de creación de bases y modificación de naves es un puntazo
Las batallas espaciales dan algo de variedad al gameplay
Algunos fallitos pequeños con el audio
Algunos tutoriales son fáciles de pasar por alto, lo cual complica un poco ciertos sistemas del juego
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.
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