Hubo un tiempo en que los RPG de scroll lateral se pusieron muy de moda, en especial en la época donde PlayStation 2 reinaba en todo el mundo. Existe una buena plantilla de videojuegos de este tipo que han pasado con nota la vista crítica de la prensa y de los usuarios, e incluso alguno de ellos como Odin Sphere ha sido remasterizado. Pero hace algún tiempo que aquella oleada de videojuegos se vio demacrada, con una reducción de títulos de calidad que acabó por llevar a la categoría a un segundo plano obviando el mercado japonés.
Earth’s Dawn llega con la idea de resultar nostálgico y a la vez divertido; llega con la idea de ofrecer al jugador de aquella época, un título con el que recordar viejos tiempos avanzando por distintas pantallas y eliminando los peligros que se sucedan. No pretende ser un golpe sobre la mesa y no va con intenciones de competir con los pesos pesados del mercado, pero sí va con esa intención de ofrecer buenos momentos.
Con una excusa nada original como es la invasión de fuerzas extraordinarias en nuestro planeta, Earth’s Dawn se presenta como un juego que enseguida se desmarca de ofrecer una trama como mínimo correcta. No resulta importante, lo deja claro desde el primer momento: aquí se viene a combatir y a experimentar una guerra, no a vivir una historia que emocione. Una pequeña presentación de nuestros compañeros de viaje, nos ponen en situación para simplemente conocer las virtudes que nos puede ofrecer cada uno de ellos. Desde mejoras para nuestras armas y armaduras, pasando por una completísima mejora de habilidades, todas nuestras posibilidades de personalización serán explicadas con una inmediatez sublime y que es de agradecer.
Earth’s Dawn se presenta y te comenta sus distintas opciones para dejarte lo más preparado posible y con la mayor rapidez. La simpleza está en que más pronto de lo que imaginemos, estaremos manos a la obra destrozando enemigos con el valor y la fiereza que nos caracteriza. En otras palabras, nos pondremos a jugar con explicaciones puntuales en un tiempo récord.
Nada más empezar a conocer los primeros detalles del título, se nos presentarán las diferentes opciones de creación de armas, objetos u armaduras. Sin ir más allá de lo que van otros videojuegos del género, nuestro principal objetivo para ir coleccionando las diferentes armas del juego será buscar objetos con la intención de craftearlos. Como es obvio, recolectar los objetos es simple si pones el punto de mira en las zonas indicadas para encontrar dicho ítem. Una cosa que llama la atención a lo largo del título, es que dependiendo de la dificultad que escojamos en cada misión, y pudiendo repetirlas tantas veces como quieras, encontraremos unos objetos más raros o nos ofrecerán mejores recompensas. Esto incita sin duda a jugar las misiones en niveles más elevados, que con un poco de práctica carecerán de dificultad alguna en la mayoría de los casos, siendo salvables los momentos en los que tengamos misiones donde enfrentarnos a un jefe final.
Por otro lado, tenemos una gran variedad de habilidades que iremos desarrollando a lo largo de toda nuestra aventura. Con una gran y amplia gama de posibilidades, tendremos que decidir las habilidades a utilizar, puesto que el juego de por sí pone una limitación para que nuestro personaje no sea una máquina de matar imposible de tumbar, lo cual haría mucho más perjudicial el siguiente punto que paso a explicar.
La dificultad de las misiones resulta, en su inmensa mayoría, un paseo con algún que otro traspiés, en especial si nos encontramos en niveles bajos con enemigos más fuertes de la cuenta o con bosses que nos pongan las cosas mucho más complicadas. Además, para colmo, la dificultad escasa en las misiones se mezcla con la repetición constante de misiones.
Normalmente, deberemos ir completando misiones en las distintas ciudades con un par de zonas que explorar; es por tanto de esperar que, a la larga, la repetición de zonas nos acabe por aburrir. Salva los muebles en este aspecto la realización de las misiones de invasión. Dichas misiones saltarán automáticamente cuando una cuenta atrás indicada en nuestra pantalla de inicio llegue a cero. En ese momento tendremos que hacer la misión de invasión obligatoriamente, personalizando como siempre a nuestro personaje y con la clara intención de enfrentarnos a un boss. Una vez empezamos a avanzar en la historia, los enemigos a derrotar en este tipo de enfrentamientos se hacen un poco más complicados, y claro, cada uno tendrá un patrón de ataques diferentes que seguro que nos ponen complicadas las cosas en más de una ocasión. Es una auténtica pena que se desaprovechen los baches que ofrecen este tipo de niveles en las misiones normales, donde no estaría de más algún boss de menor dificultad, o ciertos impedimentos que pusieran más complicadas las cosas al jugador.
En el apartado más técnico del videojuego, llama principalmente la atención su estética que suele ser más propia de otro estilo de juego más que de un RPG de scroll lateral. Estamos acostumbrados a observar como en este tipo de videojuegos, la fantasía o la temática japonesa suelen ser el modelo a seguir. Es por ello por lo que el aspecto futurista y robótico de Earth’s Dawn llama tanto la atención. Sin duda alguna no es un aspecto que se tenga que tener mucho en cuenta, pero no deja de ser curioso.
Centrándonos en su aspecto visual y en cómo luce gráficamente, el videojuego de Rising Star resulta ser una apuesta bastante interesante. El juego en su parte más centrada en el modo historia, se nos presenta como una interfaz muy enfocada a lo que son las visual novel, aunque sin la posibilidad de tomar decisiones a la hora de entablar conversación con los personajes. Una vez nos disponemos a observar el aspecto gráfico del gameplay, encontramos un título donde hay una gran variedad en cuánto al estilo artístico; podemos encontrar tan pronto lugares áridos bañados por el caluroso sol, como ciertas zonas donde las sombras y los tonos grises serán predominantes. Si a esto le sumamos la combinación de colores eléctricos de las habilidades, o la mezcla de los disparos de los enemigos obtenemos una combinación de colores que resulta pura poesía en movimiento.
Si bien es cierto que Earth’s Dawn puede parecer un título repetitivo a la larga, merece la pena darle una oportunidad. Su jugabilidad, si obviamos la falta de variedad en las misiones resulta divertida y simple con ciertos toques de personalización en las habilidades que queramos utilizar en las misiones. Aun así, siempre es mucho más gratificante disfrutar de las misiones de invasión que de las convencionales, claro que son mucho más escasas.
Earth’s Dawn es un título con buenísimas ideas pero que no terminan de ejecutarse de la manera correcta, y acaba pasando factura. Es un buen RPG pero que no termina de explotar su grandeza; divierte, pero no absorbe tu tiempo como podría hacerlo, entretiene, pero no apasiona. La dirección artística es un auténtico punto a favor, preciosista y ejecutada con un gran gusto y mimo.
Es un título que podría haber llegado a ser fácilmente uno de los juegos más destacables de este año obviando el mercado triple A, pero por desgracia se queda en una buena idea que, esperemos, termine por pulirse en una segunda parte mucho más completa y apasionante.