Hace casi tres años llegó a Steam en el conocido formato Early Access un título de supervivencia y construcción con un llamativo estilo 2D llamado Starbound. Pero no ha sido hasta este julio de 2016 que la versión 1.0 de Starbound ha salido, dejando atrás el Early Access y la fase beta del juego.
Aunque hace unos años atrás Terraria nos presentase un concepto similar (el modelo “Minecraft” junto a una vista 2D), ninguno de los dos títulos tiene nada que ver el uno con el otro. Sólo comparten el centro de su aventura: la supervivencia. A pesar de esto, Starbound ve la supervivencia desde un punto de vista muy distinto al del primer juego mencionado.
Starbound quiere diferenciarse del resto de títulos de supervivencia desde el minuto uno, y lo consigue. No aparecemos de repente en la nada en algún planeta desconocido, sin nombre y sin ropa. Nos despertamos en una litera dentro de lo que parece un instituto en una estación espacial. Es el día de nuestra graduación y llegamos algo tarde al acto, pero nos vestimos y nos damos prisa en salir. Al llegar al evento, en mitad de la presentación de la graduación, la estación espacial es atacada y nos obligan a coger el manipulador de materia que se iba a entregar al final de ésta.
Tras escapar en una nave destrozada, acabamos orbitando en torno a un planeta desconocido para nosotros y para nuestra dañada IA. Nuestra misión: bajar al planeta y recoger datos y suministros para poder reparar la nave.
Con esta pequeña introducción (que no es obligatoria ya que sirve como tutorial) Starbound nos está diciendo varias cosas: primera, el juego dispondrá de un sistema de misiones con la que ponernos objetivos y no “sobrevivir por sobrevivir”; segunda, nos sitúa en algún momento y lugar. Como comentaba antes, no aparecemos de la nada, sino que tenemos un nombre y una pequeña historia.
Pero Starbound no te quiere aburrir con una historia complicada con personajes redondos que maduran y cambian, ni tampoco quiere que tu atención se la lleven unos diálogos complejos y con gran repercusión en el juego. Quiere que sobrevivas, que juegues. No pretende ser más de lo que es, simplemente quiere que su juego sea coherente y que tengas un aliciente para continuar hacia delante con misiones, jefes finales, misiones secundarias…
Starbound no es precisamente un mundo pequeño… o mundos, mejor dicho. El título goza de una ingente cantidad de planetas para visitar. Aunque después de visitar varios quizás se te puedan empezar a asemejar, los distintos planetas varían en enemigos, ores que encontramos o el clima del lugar (por ejemplo, un planeta nevado). Habrá algunos minerales que sólo se encontrarán en algunos mundos y que otros carecen de ellos, lo que nos obligará a viajar entre los cuerpos celestes para poder conseguir todos los desbloqueables y crafteos.
Los planetas son redondos, es decir, si empezamos a movernos hacia la derecha acabaremos en el mismo punto en el que comenzamos. Algunos serán más grandes que otros, claramente, pero todos tienen un mismo atractivo: las profundidades.
Durante el juego nos pasaremos más tiempo bajo tierra que apreciando los bellos fondos del título. Dando igual si entramos por una cueva natural o creamos el camino nosotros mismos, bajo la superficie es donde se encuentra la verdadera vida de Starbound. Los enemigos más fuertes (sin contar algunos bosses) están escondidos en los recovequecos más inhóspitos de las minas. Además, la base del juego (después de la madera) son todos los tipos de minerales y piedras que podemos conseguir. Es verdad que muchas veces podremos encontrar minerales en superficie, pero algunos sólo se encontrarán a cierta profundidad.
Pero eso no es todo, los demás habitantes del universo también han creado sus propias minas y construcciones tanto en la superficie como debajo de ella. En estas minas encontraremos cofres, cajas e incluso pequeños ecosistemas donde sólo habrá un tipo de animal o enemigo. Esto logra que Starbound sea un universo vivo. No estás tú sólo en todos los planetas junto a la agresiva fauna de cada mundo.
La herramienta más importante de nuestro arsenal es el manipulador de materia. Este artefacto funciona como una especie de pico a distancia. Podemos picar en un espacio de 2x2 (al comienzo) en un radio alrededor de nosotros. Durante el juego podremos mejorar el manipulador de materia: tiempo de picado, recogida de líquidos, aumentar el espacio que pica… Esto se consigue recogiendo módulos. Dependiendo de qué queramos mejorar necesitaremos un número determinado de módulos que iremos encontrando a lo largo y ancho del universo de Starbound.
El manipulador de materia no es, ni de cerca, la única herramienta de la que disponemos. Starbound puede presumir de tener una gran variedad de armas y herramientas. No sólo tenemos las típicas espadas que podemos crear con los minerales que recogemos, sino que hay hachas, martillos e incluso armas a distancia. La mayoría las encontraremos en las minas y en las cuevas dentro de cofres y cajas. Además, la mayor parte de las armas físicas (espadas, hachas, martillos…) tienen una “habilidad” especial. Por ejemplo, crear un escudo venenoso alrededor de ti que daña a cualquier enemigo que se acerque.
A parte de todo lo anterior, también podremos utilizar picos que, aunque tengan una duración limitada, suelen picar de forma rápida y efectiva. O la hoz, que es de suma importancia. Ya que en Starbound la comida es imprescindible, necesitamos tener variedad de comida y al menos una plantación.
Esto hace de Starbound un título gigantesco y lleno de posibilidades. No sólo por la variedad de ítems y planetas, sino por la inclusión de un sistema de misiones también. Las misiones en el juego es un acierto, ya que nos da dos opciones para plantearse el título: una en la que seguimos y cumplimos las misiones una a una sin complicaciones; y otra en que decidimos perdernos en el universo que es Starbound.
Vayamos al aspecto técnico del juego. Starbound es un juego que no se centra en los pequeños detalles, no pretende verse como un título puntero. Su estilo gráfico se marca por su utilidad, es decir, no quiere que veas más de lo que necesitas. Los minerales se distinguen bien y en general el juego cumple. La verdad es que el arte del juego es bastante normalito. No consigue impresionar ni pasar más allá de verse “bonito”, exceptuando las armas y herramientas que gozan de un diseño muy llamativo y original, siendo muy diferente entre ellas. Las distintas razas que hay de personajes también difieren mucho entre sí, aunque esto no pasa del apartado gráfico.
La banda sonora pasa sin pena ni gloria. La mayor parte del tiempo ni te darás cuenta de que hay música de fondo e incluso, si eres de los que se pierden en cada rincón del planeta investigando, sustituirás la BSO por una película o algo de música que tener de fondo mientras juegas. A pesar de esto, sí tiene una o dos melodías que lograrán engancharte. Respecto a la optimización no hay que decir nada, el título se mueve bien y el número de bugs y fallos es prácticamente nulo.
Starbound es un juego completo. Tras ese largo periodo en Early Access, el título llega dispuesto a demostrar que el tiempo de espera ha merecido la pena. Y, efectivamente, lo ha merecido. Además, el título se seguirá expandiendo e innovando mediante actualizaciones, ya que tenéis que recordar que esta es la versión 1.0.
Starbound logra penetrar en un género que durante algún tiempo se ha visto sobresaturado, colocándose como un juego original e innovador. Misiones algo repetitivas pero que te mantienen distraído, una infinidad de planetas que visitar, una cantidad de herramientas y armas gigantesca… No es un título para jugar 1 hora al día o para usuarios con poco tiempo, necesitas horas y ganas para poder exprimir todo el potencial de Starbound.
Para finalizar, Starbound es casi obligatorio para cualquier amante de los juegos de supervivencia. Cuenta con cientos de horas de juego y miles de posibilidades, es imposible no pasárselo bien jugando incluso con sus pequeñas dosis de realidad cuando caes ante un letal enemigo.