Análisis Tennis World Tour
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ANÁLISIS

Análisis Tennis World Tour

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Hace ya un buen puñado de años desde que, en 2011, llegaran al mercado Virtua Tennis 4 y Top Spin 4, dos de las últimas grandes obras de tenis que hemos tenido entre nuestras manos los fans de los videojuegos. A lo largo de la actual generación hemos presenciado una auténtica escasez de títulos que busquen adaptar el deporte de la raqueta; al menos hasta este año 2018, momento en el que tanto AO International Tennis como World Tennis Tour, que es el que hoy nos ocupa, llegan para rellenar este hueco.

Tennis World Tour se presentó como un proyecto relativamente ambicioso, buscando ser el sucesor espiritual del exitoso Top Spin 4 y con un equipo detrás conformado por exdesarrolladores de otros exitosos videojuegos de tenis. Contando con algunas licencias importantes como la de Roger Federer, John McEnroe o André Agassi y marcas como Nike e incluso Wilson, las expectativas de muchos fans eran altas; pero, ¿logra Tennis World Tour estar a la altura y marcarse un winner, o por el contrario es una aplastante derrota? Si queréis averiguarlo, os invitamos a que nos acompañéis en nuestro análisis de la obra para descubrirlo.

tennis world tour logo

Pura simulación

Tennis World Tour es un videojuego que, desde un principio, recoge el testigo de sagas como Top Spin para ofrecer un simulador de tenis. Es un videojuego deportivo en el que el deporte de raqueta cobra todo el protagonismo y se aleja del género arcade para ofrecer una experiencia que busca agradar a los fans más fieles al tenis. Y, en este aspecto, lo cierto es que Tennis World Tour no consigue un mal resultado.

La obra ofrece, dentro de los partidos, una variedad de golpes interesante, un sistema de stamina que nos obliga a usar la energía de nuestro jugador con un cierto cuidado y una serie de sistemas que, sin llegar a resultar nada especialmente novedoso para el género, en conjunto son capaces de traer de vuelta una fórmula que hace años conquistaba a miles de usuarios que aún a día de hoy ansían un buen videojuego de tenis.

tennis world tour 3

Uno de los aspectos más destacados de Tennis World Tour es el de su modo carrera, en el cual nos ponemos en la piel de un jugador personalizado para tratar de ir compitiendo en el circuito hasta alcanzar el top mundial. Sin embargo, algo bueno, es que se le da importancia al camino, a lo que rodea al jugador, a los entrenamientos y a los descansos. En un modo carrera bastante completo se nos obliga, no solo a competir bien en torneos, sino a administrar nuestro tiempo y energía. Tendremos que tener en cuenta nuestro estado y tomar decisiones como competir en cierto lugar, entrenar o tomarnos un descanso que evite una posible lesión. Todo ello acompañado de algunos entrenadores y representantes que nos ofrecerán ciertas ventajas a lo largo del videojuego.

En este apartado es en el que Tennis World Tour más se luce, y es que ofrece una cantidad bastante amplia de contenido con buena variedad. Los entrenamientos son minijuegos con su gancho, la gestión del tiempo está bien llevada y el control de los entornos de nuestro tenista le da un toque de frescura a un modo carrera que consigue alejarse de los torneos para ofrecer algo que, desde luego, resultará atractivo a cualquier fan del tenis.

Por desgracia, hasta aquí llegan las virtudes de Tennis World Tour, y es que una vez entramos a jugar como tal y a pelearnos con los rivales en los partidos nos damos de bruces con un juego incompleto, sin pulir y que deja mucho que desear. A medida que jugamos nos encontramos con unos controles muy mejorables que hacen que nuestro jugador responda de formas que no queremos. Correr por la pista es un sufrimiento esperando a las lentas animaciones de los tenistas y, cuando hay que avanzar hacia una dejada más vale pedir ayuda, porque es absurdamente difícil.

tennis world tour

A la hora de golpear la bola nos encontramos con un sistema que está mejor hecho en algunos puntos, y es que nos permite cargar los golpes más o menos dependiendo de lo bien que lleguemos a la bola y ajustar tanto la potencia como la dirección de la bola de forma relativamente cómoda. Pero, de nuevo, las sombras tienen más peso que las luces y la frustración se convierte en la principal protagonista cuando tratamos de diferenciar los golpeos liftados, planos y cortados. Ni visual ni jugablemente parece haber demasiada diferencia, la bola no se ve muy afectada por estos efectos y acaba resultando un detalle que apenas tendremos que tener en cuenta, dejando al videojuego cojo en este aspecto.

La IA no ayuda para nada, comportándose de forma errática y, en ocasiones, totalmente absurda. De forma general, Tennis World Tour nos deja una sensación realmente amarga al jugarlo. Es un quiero y no puedo, una apuesta por la simulación que se queda a medio camino en todos sus aspectos jugables y no llega a resultar ni siquiera mediocre en ninguno de ellos. Comparar no es justo, pero después de tantos años de sequía en el deporte de la raqueta, creo que todos nos esperábamos algo más. No es solo que no haya mejorado en nada a las últimas entregas de videojuegos de tenis, es que ha conseguido ser peor que ellas. A día de hoy, Top Spin 4 es un mejor videojuego, más divertido, más pulido y más completo. Y eso es algo terrible para un Tennis World Tour que aspiraba a conquistar el trono del tenis en esta industria.

Un esperpento visual

Tennis World Tour

Pero, sin duda alguna y por encima de la jugabilidad, el apartado visual es lo peor del videojuego. Y no, no hablamos tan solo de los pobres modelados o de las infames caras de los deportistas, sino de todo lo que les rodea. El juego se siente incompleto ya que cuenta con algunos detalles muy secundarios y totalmente innecesarios como agentes de seguridad vigilando la pista (con un modelado bastante pobre) y a los cuales podemos ni siquiera ver; pero sin embargo no se preocupa de aspectos más importantes como mostrar unas canchas que se sientan vivas, que tengan elementos y, sobre todo, que se ajusten a la realidad.

Las diferentes superficies son prácticamente iguales cambiando el color, sin diferenciar que lo que hay bajo nuestros pies puede ser césped, polvo de ladrillo o una pista dura. Si el hecho de que a nivel jugable esta diferencia no se note es molesta, casi lo es más a nivel visual, dejando una obra que, en este aspecto, resulta bastante esperpéntica.

Otro detalle a tener en cuenta es que el juego busca ser un simulador, pero él mismo sacrifica es simulación en algunos puntos. Hay momentos en los que nuestro jugador no golpea la bola, y no por poco, sino por una distancia bastante grande, pero el juego por algún motivo lo cuenta como un impacto y la devuelve. Por otro lado, las animaciones para los golpes cortados, planos o liftados no se corresponden demasiado bien con el propio golpe, y es que hay veces que golpeamos cortado y el jugador hace el gesto de un liftado y viceversa.

tennis world tour 5

Y, por si todo esto fuera poco, las animaciones entre puntos y al acabar el partido son simplemente ridículas y parece que hayan sido hechas por una persona que no ha visto un partido de tenis en su vida. Es posible que todo esto resulten detalles secundarios que, de haber contado con una buena jugabilidad, no le hubieran pasado demasiada factura a Tennis World Tour; pero no es el caso. Ni a nivel jugable ni a nivel visual el videojuego logra cumplir unos mínimos.

Pero aún hay más, porque todo el sistema de físicas es simplemente ridículo. La bola, como os contábamos, no necesita impactar con la raqueta para salir disparada, la velocidad con la que sale es extraña y no parece depender de nuestro golpeo, y nuestros jugadores, atletas profesionales, se mueven con la velocidad y agilidad de un señor de 60 años. Todo se siente torpe, lento y poco fluido, dejándonos una obra que no llega a ser mediocre.

Y de fondo, mientras todo esto ocurre ante nuestros ojos, tenemos la voz de un comentarista que más que comentar, parece puesto para dormirnos. Su pobre entonación y el hecho de que en tan solo 10 minutos puedan llegar a oírse todas sus frases, lo convierten más en un estorbo que en algo útil. Y es que el apartado sonoro en general es bastante pobre, dando la sensación de estar más en un funeral que en una pista de tenis.

Conclusiones

tennis world tour 4

Tennis World Tour es un videojuego que apuntaba muy alto, pero se ha quedado en un enorme fracaso. No resulta nada fácil encontrar puntos positivos a una obra en la que la jugabilidad es tan pobre que se queda por detrás de los simuladores que llegaban hace más de 5 años a la pasada generación. Y no solo es que estemos ante un producto que no cumple los estándares, sino que dicho producto se siente incompleto. Lo peor del asunto es que las bases no son malas, las ideas son buenas y el modo carrera podría ser un puntazo. Parece que le falten casi años de desarrollo para pulir las físicas, mejorar los modelados y embellecer las animaciones dejándolas agradables tanto visual como jugablemente.

Son muchos los años que llevábamos de sequía en cuanto a videojuegos de tenis, pero parece que Tennis World Tour no va a suponer ningún oasis, sino más bien el sol abrasador de Melbourne quemándonos los hombros. Esta obra es un quiero y no puedo, un producto que se siente a medio hacer y que, aunque busca la simulación más pura, se queda muy lejos de ofrecer unos mínimos en todos sus aspectos. A día de hoy, Top Spin 4 sigue siendo mejor en prácticamente todo, y eso es algo que no cabía ni en nuestras peores pesadillas.

Por todo lo comentado, recomendar Tennis World Tour es prácticamente imposible, ni siquiera a los jugones más aficionados al tenis. Sale más rentable volver a conectar alguna consola de la pasada generación para jugar Top Spin 4 u otras obras del momento que llevarse a casa Tennis World Tour, un videojuego que aspiraba muy alto pero que no ha llegado a cumplir ni siquiera con lo mínimo.

Redactado por:

Videojuerguista, lector y cinéfilo desde que tengo uso de razón. Hablo de videojuegos, cine, series o lo que me dejen. Incondicional del RPG clásico, lo indie y el wéstern. Me gustan los números y puedes encontrarme con una raqueta en la mano.