Análisis The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel: Del fuego nace la auténtica leyenda
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Análisis The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel: Del fuego nace la auténtica leyenda

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Hay algunas sagas de rol oriental que han marcado la historia del videojuego. Todos conocemos nombres como Final Fantasy, Dragon Quest, Tales of, Persona o Xenoblade Chronicles, sin embargo, hay muchísimas franquicias de calidad que, por problemas de localización y distribución, siempre han pasado desapercibidas por el gran público. Este es el caso de Dragon Slayer, la serie de Nioh Falcom que ya estaba presente entre los japoneses antes de su reconversión en PlayStation Portable con el primer The Legend of Heroes (2005). Muchas entregas quedaron en el olvido para los jugadores occidentales, pero otras se convirtieron en joyas de culto como The Legend of Heroes: Trails in the Sky (2006) que daría inicio a uno de los universos más ricos que nos ha ofrecido el JRPG.

Con la salida de PlayStation Vita, la serie se extendería a nuevos horizontes en The Legend of Heroes: Zero no Kiseki y Ao no Kiseki (2010/2011) pero, lamentablemente, estos capítulos nunca serían vistos en nuestro territorio. Años más tarde, Nioh Falcom lanzó su obra más ambiciosa: The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel (2013) y su secuela The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel II (2014) que transportaba la acción a un nuevo escenario decisivo para el futuro de la franquicia. Ahora, mientras esperamos The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III (2017), por fin podemos conocer o revivir la épica historia de la leyendaria Clase VII en PlayStation 4.

Un universo rico en profundidad

Antes de entrar en materia, es importante aclarar para los jugadores novatos dónde se sitúa la obra dentro de la cronología de la saga. The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel se desarrolla después de la trilogía Sora y poco después del comienzo del arco de Crossbell. Muchos de los eventos descritos en este juego son consecuencia directa de lo que ocurre en Crossbell y viceversa, pues Nioh Falcom aseguró que haber creado dos experiencias complementarias y no haber jugado a The Legend of Heroes: Zero no Kiseki y Ao no Kiseki no empañaría nuestra comprensión de este primer contacto con el Imperio de Erebonia. No obstante, hay que tener en cuenta que todas las entregas de la franquicia transcurren en el mismo continente, Zemuria, y prácticamente suceden en un periodo de tiempo muy corto, así que, si somos ajenos a su desarrollo, es muy probable que nos perdamos el lore descrito. Dicho esto, ¿podemos jugar a The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel sin jugar a los anteriores títulos? La respuesta es clara: sí. Cada juego explica lo imprescindible que el jugador necesita saber acerca de las obras previas pero, como es natural, aquellos que hayan jugado a la franquicia en el orden óptimo tendrán una experiencia más satisfactoria.

La historia se centra en Rean Schwarzer, un joven erebeoniano que comienza su adiestramiento en la prestigiosa Academia Militar Thors para formar parte del Ejercito Imperial. Sin que él lo sepa, Rean está inscrito como miembro de la Clase VII, un pequeño grupo de estudiantes de diversos orígenes y clases sociales reunidos para participar en un programa de estudios piloto. Armado con unidades ARCUS de última generación y sus característicos uniformes rojos, la Clase VII se embarca en un primer curso lleno de acontecimientos que pocos estudiantes podrían imaginar.

https://youtu.be/0SMPxFldAbE

El corazón de la Academia Militar de Thors

Las primeras horas de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel sirven como introducción para conocer a nuestros compañeros y aprender los fundamentos del sistema de combate. La mayor parte del tiempo lo pasaremos en la academia, lo cual servirá como excusa contarnos más detalles del trasfondo de la historia previa. Desde el inicio, queda claro que el motor de la aventura es el corazón de la Clase VII, los cuales deberán dejar atrás sus diferencias para demostrar al mundo que es posible la convivencia y el compañerismo entre miembros de diferentes clases sociales. Uno de los grandes aciertos del videojuego es lo bien que trabaja las relaciones personales, profundizando en sus historias y arrojando a la luz sus motivaciones. Todos y cada uno de los protagonistas están escritos de forma magistral, incluso a pesar recurrir a ciertos clichés habituales en el género. Pero no es una característica única de los personajes, sino del universo en el que nos desenvolvemos pues todo se irá construyendo a medida que expanda el argumento.

Una vez la academia cierre sus puertas, los estudiantes podrán gozar de “Free days” para recorrer libremente el campus y su pueblo cercano, Trista. Rean se verá obligado a prestar ayudar al Consejo de Estudiante y cada día libre se nos asignará una serie de tareas secundarias que, según nuestra implicación, seremos recompensados. Además, podemos visitar las tiendas, hablar con los NPCs del pueblo, los cuales siempre tendrán algo nuevo que contar e, incluso, es posible que escondan una misión secreta. También podemos disfrutar de minijuegos como la pesca o las cartas. Lo verdaderamente importante en este aspecto es gastar los dos o tres puntos de vinculación (BP) que nos otorgarán cada vez para estrechar la relación con nuestros compañeros y desbloquear beneficios en combate. Es en estas escenas donde estrecharemos lazos y avanzaremos la relación con nuestros personajes favoritos, siendo así una faceta similar a lo que podemos encontrar en otras sagas como Persona.

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Al finalizar cada día libre, se nos encargará investigar junto a otros miembros de la Clase VII la “Old School”: un edificio abandonado de varias plantas que irá agregando una nueva mazmorra cada nueva incursión. Para superarse, deberemos explorar su interior, lidiar con los monstruos y activar mecanismos que abrirán nuevos caminos. En las profundidades de cada piso, nos aguarda un temible jefe final que solo al derrotarlo progresaremos la historia desvelando su misterioso significado que está ligado de nuestro protagonista Rean. Al principio, puede parecer un añadido bastante repetitivo pero es impresionante lo bien que escala en importancia y lo bien que se ejecuta.

Concluido el día libre y superada la mansión, la instructora Sara nos encomendará un examen práctico para poner a prueba todo el conocimiento adquirido del sistema de combate. Nos enfrentaremos desde extraños títeres orales hasta rivales en otras clases con algunas restricciones extra que proporcionarán un desafío táctico adicional aplicando todos nuestros conocimientos aprendidos hasta al momento. Todas estas rutinas servirán en definitiva para determinar nuestro rango mediante puntos académicos (AP). Los AP representarán el éxito de Rean como estudiante dentro de la academia, hay 15 rangos disponibles  con una recompensa adicional en forma de accesorio por cada nivel superado.

Un gran Imperio que necesita ayuda

Una vez concluida nuestras labores en la academia, comenzarán los "field studies", el núcleo central de la aventura donde la Clase VII se dividirá en pequeños grupos (nunca se repetirán para aprender a controlarlos y estrechar nuestro vínculo con todos ellos) para visitar las diferentes localizaciones del Imperio de Erebonia. Estos viajes les permitirán formar una perspectiva global sobre los conflictos entre facciones políticas, regiones y naciones pues, en muchas ocasiones, serán el lugar de origen de alguno de nuestros protagonistas. En cada nuevo sitio, deberemos investigar qué está sucediendo y ayudar a los residentes locales a resolver sus problemas. Donde más flaquea el título es en la exploración ya que, aunque gozamos de amplias zonas para recorrer con tesoros ocultos en cofres o cajas y montones de personajes con los que conversar, no nos ha convencido su estructura de niveles que divide el mapeado en zonas con largos tiempos de cargas entre cada una en vez de un gran mundo abierto a explorar sin cortes (se siente una fórmula más útil en un juego para una portátil que para uno de sobremesa).

Dicho esto, es en los "field studies" cuando el argumento se intensifica puesto que Rean y sus compañeros se encontrarán atrapados en el complejo panorama político de Erebonia a medida que comienza a fracturarse debido a la profundización del conflicto de clases, descubriendo agendas ocultas y planes terroristas que amenazan con hacer estallar los cimientos del Imperio. Temas como el clasicismo de las élites, la tecnología al servicio de la guerra o el miedo al estallido de un conflicto global son constantes en toda la obra y van de menos a más en todo momento. Esta estructura que hemos comentado se divide por capítulos y se repite durante todo el juego. Su narrativa puede llegar a ser algo repetitiva según avanzamos con ciertos problemas de ritmo en su desarrollo (algo normal en muchos JRPG de esta envergadura). No obstante, pese a su desarrollo lineal, superadas las primeras 15-20 horas el título entra en una espiral de epicidad que difícilmente os permitirá alejados de la pantalla. Además, esta nueva versión incluye el modo turbo que nos permitirá agilizar tanto las escenas de dialogo como los combates reduciendo su duración de 50 a 40 horas.

En cuanto a la dificultad, The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel no ofrece un reto demasiado elevado para jugadores experimentado ya que la mayoría de combates no requieren mucha estrategia y se resuelven rápidamente. Además, si nos atascamos porque no hemos farmeado suficiente o no tenemos buen equipo, podemos reducir la dificultad del combate en cualquier momento. Solo algunos jefes finales nos pondrán realmente contra las cuerdas, enfrentamientos donde deberemos diseñar estrategias específicas para superarlos y es aquí precisamente donde brilla más el videojuego.

Los combates más profundos de la franquicia

Entrando ya en su jugabilidad, The Legend of Heroes Trails of Cold Steel se presenta como un juego de rol  táctico por turnos, así que podremos desplazarnos por el escenario y utilizar efectos de área para retrasar el movimiento y causar diversos efectos en el rival. Solo cuatro personajes pueden participar a la vez en las batallas, aunque son intercambiables en cualquier momento sin penalización alguna. Los miembros pueden atacar, usar magia, defenderse e incluso realizar habilidades de combate conocidas como "Artes". Estas técnicas serán exclusivas de cada personaje e irán aprendiéndose conforme avancemos en la historia, por lo que es importante dominarlas para crear equipos equilibrados. Asimismo, podremos aprender un ataque especial llamado "Arte-S" que puede activarse en cualquier momento desatando golpes devastadores. También podremos realizar un movimiento llamado "Link Attack", en el que dos personajes se conectan directamente en batalla para realizar ataques combinados; a medida que aumenta el nivel de la unión entre personajes, mejorarán los efectos especiales de estado, la efectividad de los golpes y número de cadenas.

A todo esto hay que sumar el característico sistema de orbes presente en toda la franquicia The Legend of Heroes. Todos los miembros de la Clase VII poseen una unidad ARCUC, una especie de teléfono móvil que permite equipar orbes mágicos conocidos como ‘quartz’ (similar a las materias de Final Fantasy VII). No todos los orbes pueden equiparse en cualquier personaje, pues cada uno puede llevar equipado un ‘quarts maestro’ que estará determinado por su afinidad elemental y sus atributos. Estos orbes aumentan de nivel, mejoran ciertas características y dan acceso a habilidades aún más poderosas. Podemos adquirir orbes en las tiendas, los combates o después de ciertas misiones, siendo un componente fundamental para entender la profundidad del juego.

Y, como todo JRPG que se precie, disponemos de un menú de equipamiento que permite modificar nuestros atributos con corazas, botas y colgantes que iremos adquiriendo conforme avancemos la aventura. Las armas no variarán mucho en todo el juego pues cada miembro de la Clase VII está especializado en un estilo de combate determinado, el cual podremos mejorar mediante encajes en las propias armas cumpliendo misiones específicas. Conseguir el mejor equipamiento resultará un auténtico dolor de cabeza porque nos faltará materiales y mira en muchas ocasiones. También tenemos la opción de cambiarnos de trajes y accesorios que son puramente cosméticos y, en este sentido, nos habría gustado algo más de variedad pues son muy escasos y la mayoría se consiguen vía DLC. Todos estos elementos, a diferencia de los orbes ya mencionados, no parecen muy determinantes en los combates porque solo servirán para subir estadísticas o protegernos de ciertos estados y es algo que fácilmente podemos conseguir subiendo de niveles o mejorando nuestros orbes equipados.

Una remasterización mejorada en su jugabilidad

Gráficamente, a The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel se le nota el paso de los años, aunque es comprensible debido al escaso presupuesto que contaba la obra original. Su acabado técnico deja que desear con movimientos de personajes simples y escenarios con texturas muy poco trabajadas. Esta versión, tanto la estándar de PlayStation 4 como la Pro, corre a rigurosos 60FPS y gráficos HD con compatibilidad 4K aunque encontramos dientes de sierra y popping que afean el conjunto global. Por lo menos, el diseño de ciertas zonas y las animaciones en los combates son realmente sorprendentes, y funcionando todo de manera bastante fluida sin caídas de fotogramas o problemas de rendimiento. Os podemos asegurar que estamos ante la mejor versión de la obra de Nioh Falcom.

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Su apartado auditivo es toda una delicia pues, de la mano de Falcom Sound Team J.D.K. (Hayato Sonoda, Takahiro Unisuga, Saki Momiyama), gozaremos de una banda sonora mejorada que, quizás, no se encuentre entre las más populares entre los amantes de los JRPG pero que, sin duda, es de una calidad increíble con unos estilos muy marcados, el hard rock, el heavy metal y los ritmos fantásticos estarán presentes durante todo nuestro viaje a través de temas nuevos y otros ya conocidos, acompañados de doblaje en inglés o japonés con una calidad excepcional además de efectos de sonido enormemente conseguidos. Es una pena que, como viene siendo habitual en el género, The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel nos llegue completamente en inglés, ya que, aunque no es necesario un conocimiento elevado del idioma, sí que es importante prestar atención en todo momento a los diálogos para comprender la magnitud de lo que se avecina, y esto puede echar para atrás a más de un jugador.

Conclusiones

En definitiva, The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel es un juego de rol muy recomendable para todos aquellos que estén buscando una historia épica, un sistema de combate profundo y una banda sonora de esas que se quedan para el recuerdo. Puede servir como punto de partida para conocer el extenso universo creado por Nioh Falcom, no obstante, dado su carácter introductorio, se disfruta más si conocemos los títulos previos. Los jugadores veteranos quizás no encuentren motivos suficientes para comprar esta remasterización ya que las novedades son muy escasas, pero es importante recalcar que podemos traspasar nuestra partida de PlayStation 3 y Vita a esta nueva versión. Sin duda, para los amantes del género, estamos ante uno de esos JRPG que merecen más reconocimiento y que os animamos a completar si todavía no lo habéis hecho. No olvidéis que este verano llegará a las tiendas The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel II y, en otoño, su esperada tercera parte. ¡La leyenda de Rean Schwarzer y la clase VII solo acaba de comenzar!

Redactado por:

Formado en audiovisuales y ciencias de la comunicación, soy amante del cine, el comic y el manga/anime. Me declaro fanático de los juegos de rol, me encanta todo lo retro, me obsesiona la narrativa y explorar lo que hay detrás de cada juego.