Blizzard vuelve a la acción presentando una nueva expansión de su franquicia estrella: World of Warcraft. En esta nueva expansión, llamada Legion, viviremos la encarnizada lucha fagocitada por la llegada de las tropas de La Legión a Azeroth.
World of Warcraft: Legion no presenta nada nuevo, pero bien es cierto que es complicado presentar novedades de peso ante una saga como WoW, y ante un género como es el MMORPG, donde tantas y tantas aventuras hemos vivido a lo largo de los años. No obstante, la expansión, lanzada año y medio después de Warlords of Draenor, incluye novedades muy interesantes que harán las delicias tanto de fans de la saga como de los nuevos usuarios que hayan decidido incorporarse.
La expansión nos presenta a La Legión Ardiente lista para destruir Azeroth, tras los portales abiertos por Gul'dan. Como no podía ser de otra manera, La Legión no presenta piedad a su paso, y solo nosotros podremos plantarle cara y evitar que destruyan todo a su paso. No queremos contar mucho sobre la historia presentada para que vosotros podáis jugarla con la menor cantidad de spoilers posibles, pero lo que sí os debemos decir es un hecho que nos ha encantado: La expansión empieza por todo lo alto, y mantiene sus cotas de acción de principio a fin. Incluso el tutorial para aprender a manejar los nuevos ataques nos sirve para meternos en la batalla.
Pero no todo el contenido de World of Warcraft: Legion iba a ser historia y misiones. Esta expansión nos presenta una nueva clase, algo típico en las expansiones de este juego. En este caso se trata del Cazador de demonios. Esta clase nos permite usar una visión espectral cuya principal función es notar la presencia de enemigos a nuestro alrededor, además de dotarnos de mayor agilidad. Para desbloquear esta clase debéis estar en el nivel 100, pero no es un problema ya que la expansión nos permite subir a uno de nuestros personajes a dicho nivel. Además, la historia de Legion no dará comienzo hasta que estéis en ese nivel.
Gráficamente la expansión se mantiene exactamente igual que en otras entregas de la saga, aunque debemos hacer mención al bello apartado artístico de las nuevas localizaciones. Islas Abruptas, el continente donde tiene lugar la historia de la expansión, es sencillamente precioso en las seis regiones que lo conforman. Los paisajes son muy variados, algo que nos hace sentir en un universo totalmente heterogéneo. A nivel sonoro, lamentablemente, no hay novedades. Eso sí, la banda sonora sigue con las altas cotas de calidad tan características en todas las obras de Blizzard.
World of Warcraft: Legion está pensado para todos los jugadores, tanto para los nuevos, como para los veteranos. Por eso nos presenta la subida de personaje a nivel 100, para que todos puedan tener un nivel similar y disfrutar de la aventura. Evidentemente, no se premia a nadie gratuitamente, dado que aunque seamos de nivel 100, nuestra build no mejorará hasta que nosotros vayamos consiguiendo nuevos objetos y personalizándola.
Además, las misiones de la expansión serán distintas para cada jugador, al menos a nivel de objetivos. El juego irá dándonos objetivos distintos en función de nuestra profesión, con el fin de hacer una historia más personal y rejugable. Si queremos sacarle todo el jugo a Legion, deberemos dedicarle muchísimas horas. Punto a favor, sin duda.
Otro punto a favor de la expansión es la cantidad de mazmorras que posee desde su día de lanzamiento, el pasado 30 de agosto. En total, se cuentan nueve mazmorras distintas, además de dos nuevas bandas: Bastión Oscuro y Esmeralda, aunque lamentablemente las bandas no estarán disponibles hasta septiembre. Otra de las cosas que nos han encantado de esta expansión es la necesidad de cooperar con otros jugadores. Por ejemplo, nos será imposible derrotar a cualquiera de los nueve jefes de mundo si no luchamos al lado de un buen puñado de jugadores. Nos hace sentir una sensación de epicidad pocas veces vista en la saga.
Pero no todo iba a ser luchar, también podremos perdernos por los nuevos parajes de la expansión, preciosos como ya hemos dicho. Además, son inmensos. No nos costará perdernos en las nuevas localizaciones y observar su detalle artístico. En Legion todo se ha hecho a lo grande, hasta el nivel, cuyo nivel máximo se ha aumentado al 110. Pero no os creáis que por empezar en el nivel 100 será fácil llegar al máximo, ya que sudaremos sangre para llegar al tope.
No obstante, uno de los aspectos que no nos ha gustado es la monotonía de las misiones. Bien es cierto que todas mantienen unas cotas de acción altísimas, pero hay muy poca variedad de objetivos. Quizás este punto negativo se contrarresta un poco con la presencia de los ataques por oleadas de La Legión, donde los demonios asaltarán nuestras posiciones, que tendremos que defender junto a los aliados, pero en cuanto a misiones se podría haber añadido más variedad.
Otro de los aspectos negativos del juego es algo que ya viene siendo típico en World of Warcraft, y es la dificultad de visión en grandes batallas. Cuando peleamos junto a muchos aliados, se hace casi imposible acertar con el cursor en los enemigos, ya que nos resultará complicado acertar con el ratón. No obstante, esto es algo que en cierto modo se puede sortear jugando con la cámara y los enfoques mientras combatimos, pero ahí ya entra en juego la picaresca de cada jugador.
En cuanto a otros apartados técnicos no hay nada que achacar, dado que Blizzard mima como nadie sus juegos. La expansión, que viene totalmente doblada a nuestra lengua, presenta unos niveles de calidad altísimos, y salvo pequeños detalles, es magnífico. Y es que esa es la magia de Blizzard, cautivar tanto a los veteranos, como a los nuevos. Todo el mundo podrá disfrutar de esta expansión gracias a la subida al nivel 100, por lo que los nuevos jugadores no se sentirán tan desigualados respecto a los veteranos.
Pero sin duda alguna, si tuviéramos que destacar algún aspecto de Legion, ese sería su intensidad. Desde el minuto uno deberemos estar al 100% para matar demonios, resistir oleadas, cumplir misiones y meternos en cruentas batallas. La necesidad de tener aliados en algunos puntos es increíble, habrá batallas donde desees tener a tus amigos a tu lado, peleando codo con codo junto a ti. Y es que esa es la esencia de World of Warcraft, disfrutar de las batallas con amigos. World of Warcraft: Legion es para todos los jugadores, y sobre todo, para los más hardcore, dado que necesitaremos muchas horas para realmente poder tener un peso importante y que nuestro personaje sea una auténtica bestia. Siempre estarás jugando la historia de Legion con la sensación de que puedes perder la batalla en cualquier instante. Siendo honestos, es una expansión épica en todos los sentidos. En conclusión, es una expansión magnífica tanto para todo tipo de jugadores, que nos tendrá pegados al monitor durante un buen puñado de horas.