La desarrolladora japonesa Nipponn Ichi Software se aleja notablemente de sus últimos trabajos enfocados en los JRPG para adentrarse, de una manera excelente, bajo el siempre difícil género del survival horror. Tras las buenas críticas y la buena acogida de Yomawari: Night Alone en PlayStation Vita, el estudio japonés vuelve con la misma fórmula a PlayStation 4 con un título que sin lugar a dudas sorprenderá a los amantes del género. Si deseáis pasar unos momentos de terror al más puro estilo de la vieja escuela acompañadnos en nuestro análisis de Yomawari: Midnight Shadows.
Al igual que en la primera entrega de Yomawari con Night Alone aparecida hace ya un año nos encontramos ante un título con unos detalles muy cuidados bajo la ambientación japonesa de una ciudad que recorreremos libremente para encontrar a nuestra amiga Yui quien de forma inexplicable ha desaparecido mientras paseaba por el monte. Nipponn Ichi Software deja patente en este título que se puede realizar un excelente juego de terror sin centrarse en unos gráficos de última generación bajo unos escenarios en 2D perfectamente recreados y cuidados junto a una tenue iluminación amparados únicamente con una linterna y un alumbrado público distribuido en algunas zonas.
Para más inri nuestro pueblo se encuentra totalmente vacío sin otros seres humanos con los que interactuar, pero… no estaremos solos… Midnight Shadow asegura sustos y momentos de terror prácticamente durante todo el juego, nos llevará unas diez horas aproximadamente acabar la historia, pudiendo llegar a doblarse si decidimos encontrar todos los secretos y objetos escondidos, algo que por otro lado no será necesario para acabar la aventura ni tendrá ningún aliciente al margen de conseguir los trofeos.
Como decíamos, no estaremos solos durante la aventura pues todo el pueblo se encuentra inundado por unos espíritus malignos al más puro estilo japonés que no dudarán en matarnos en cuanto tengan la oportunidad, unos seres terroríficos que aparecerán cuando menos nos lo esperemos si no enfocamos nuestra linterna al lugar adecuado. La búsqueda de Yui no será fácil y deberemos estar preparados para todo tipo de monstruos, puzles y sustos de la vieja escuela de terror.
Conseguir una ambientación tan tenue, sombría y a la vez maravillosa en cada paso es algo realmente complicado, pero conseguirlo encima bajo unos escenarios 2D y que encime resulte en todos los aspectos es todo un logro. Yomawari recuerda incluso a juegos como los primeros Silent Hill donde acercarse a esa terrorífica biblioteca por la noche no parece una buena idea… Por otro lado, algunos aspectos como las persecuciones nos recuerdan, salvando las distancias, a los enfrentamientos con Némesis la inolvidable tercera entrega de la saga Resident Evil.
La supervivencia será la base en cada uno de los pasos que demos bajo la fría noche que inunda la ciudad. Deberemos recorrer cada una de las calles en busca de pistas que nos indiquen el paradero de Yui bajo una jugabilidad simple pero efectiva, en la que podremos correr bajo una barra de resistenca, un control de pánico el cual se reducirá drásticamente si alguno de los espíritus que vagan por las calles deseos de sangre nos encuentra. Por otro lado, tendremos la opción de interactuar con ciertos objetos del mapeado como los altares donde podremos guardar la partida a cambio de monedas, las cuales podremos encontrar repartidas por todo el escenario. Al igual que piedras y pequeños aviones de papel que podremos emplear como señuelo para distraer a los espíritus y abrirnos paso hacia otras ubicaciones.
Así mismo haciendo uso de nuestro diario podremos volver a leer los eventos y las pistas que hayamos descubierto hasta el momento con el fin de poder descubrir nuevas pistas que nos lleven hasta nuestra desaparecida amiga. De igual forma en el mismo menú podremos encontrar los objetos coleccionables repartidos por todo el mapeado y algunos que nos servirán de ayuda en cada nuevo capítulo como poder correr más rápido o encontrar monedas con mayor facilidad si cabe.
Al igual que en su anterior entrega, los espíritus que no esperan durante toda la aventura serán de lo más terrorífico y espeluznante, desde una cabeza gigante hasta una araña con ojos y boca y cientos de patas escalofriantes, todo perfectamente detallado al milímetro bajo una atmósfera de terror a la japonesa antigua que nos cortará la respiración. En cualquier caso, no podremos enfrentarnos a ninguno de ellos por lo que deberemos encontrar en cada momento la forma correcta de escabullirnos de los mismos.
Así mismo no faltarán algunos jefes finales que deberemos derrotar siguiendo unos patrones exactos y que nos pondrán en tensión en más de una ocasión. Serán necesarios varios intentos hasta encontrar la forma de derrotarlos pues si morimos en cualquier instante volveremos al último punto de guardado. Algo que no nos ha gustado es que no podamos disponer de diversos puntos de guardado limitándonos única y exclusivamente a un único punto. De igual forma, el poder viajar entre diferentes zonas es algo de agradecer pues de lo contrario se haría bastante tediosa la aventura.
En lo que respecta a la banda sonora nos encontramos ante una atmosfera de los más sobrecogedora con gritos inesperados y el único sonido de nuestros zapatos al recorrer las calles algo que se acentúa cuando tenemos espíritus al acecho y que nos pondrá en tensión cuando huyamos despavoridos de los mismos. Así mismo la aventura puede hacerse algo compleja de entender pues de forma inexplicable no ha llegado traducida al español, pese a que el nivel de inglés requerido no es muy exigente deberemos estar atentos para enterarnos de una historia que sin duda hará llorar a los más sensibles.
Yomawari: Midnight Shadows es una aventura imperdible para los seguidores de los survival horror, un juego que se aleja de los estereotipos básicos de matar para sobrevivir donde una pequeña niña debe encontrar a su amiga desaparecida bajo un ambiente escalofriantemente bello en 2D una aventura que sigue las mismas bases de la primera entrega aparecida en PlayStation Vita donde se ha aumentado ostensiblemente la duración. NIS America en conjunción con Nipponn Ichi Software demuestran una vez más que se pueden realizar grandes trabajos con pocos recursos.