Empezamos el mes de Octubre calentito con la noticia de cambios masivos en Xbox Game Pass. Cambios que, para sorpresa de nadie, ha enfadado muchísimo a la comunidad, pues tratar de justificar un aumento del 50% del precio incluyendo en la suscripción dos o tres añadidos que, si bien tienen su precio, no es algo que haya pedido nadie, no es la mejor de las ideas.
Y si bien estamos acostumbrados a que las empresas multimillonarias traten de sangrarnos cada vez más por donde se pueda, los últimos movimientos de Microsoft están siendo muy raros, contradiciendo todo lo que se supone que están diciendo y promoviendo. Hoy, estamos aquí para desglosar la estrategia de Microsoft y ver como nada tiene sentido, dándome a entender que hay algo más que están ocultando, pudiendo ser el fin de la marca Xbox como la conocemos hoy en día.
El año 2013 marcó el inicio de la octava generación de videoconsolas, suponiendo el lanzamiento de la consola que cambiaría por completo la trayectoria de Microsoft en la industria del videojuego: la Xbox One. El fracaso de esta consola da para un artículo aparte, pues la caída de Microsoft respecto a la anterior generación fue tan grande, que a día de hoy seguimos viendo las consecuencias de la desconexión que tuvieron con sus jugadores.
A partir de ese momento, la fama de la marca Xbox ganada con la Xbox 360 estaba manchada, por lo que era el momento de empezar un lavado de cara que duraría una década. Durante el resto de la generación Microsoft se la pasó intentando arreglar todo el desastre que habían causado que, si bien no tuvo mucho éxito en ventas, si lo tuvo en imagen.
A principios de la generación de Xbox Series, fue gracias a fuertes movimientos como el Xbox Game Pass con juegos grandes día 1 por un precio muy reducido, sacar sus juegos "exclusivos" día 1 en la plataforma de PC, la retrocompatibilidad de sus consolas y la compra de muchos estudios queridos, que los jugadores empezaron a ver a Microsoft como una especie de "salvadora de la industria" frente a las fuertes políticas de sus rivales contra los consumidores.
Aunque todavía no estaban teniendo el resultado que esperado, toda la comunidad estaba a favor de las políticas de Microsoft. Sin embargo, esto cambiaría con la polémica compra de Activision Blizzard, un movimiento que tuvo mucho debate en la industria pero con el que Microsoft prometía que esto iba a ser bueno para todos, pero que el tiempo ha dejado claro que solo ha traído decepciones y un cambio de dirección importante en la estrategia de crecimiento de Xbox, marcando el inicio del fin.
Tras la compra de Activision Blizzard, rápidamente se notó que el "presupuesto infinito" que Microsoft le había otorgado a la marca Xbox había llegado a su límite, pues, apenas 3 meses de que se formalizase la compra, se produjo una ronda de despidos en Microsoft Gaming que afectó 1.900 trabajadores, pese a que prometieron que esto no iba a ocurrir. Este echo fue un jarrón de agua fría para la comunidad de Xbox que llevaban años confiando ciegamente en la marca y el inicio de la segunda caída de Xbox.
Desde entonces, cada movimiento que ha realizado Microsoft ha sido cada vez más y más contradictorio, despertando las alarmas de sus seguidores, los cuales empezaron a desconfiar de las palabras de la empresa y se centraron más en las acciones. Ya que, según lo que los directivos de Microsoft Gaming nos dicen, ellos siguen apostando por las consolas Xbox, repitiendo varias veces que para la siguiente generación tendremos el mayor salto generacional de la historia de las videoconsolas.
Sin embargo, ¿de verdad lo están haciendo? Tanto la Series X como la Series S no han sido el éxito más grande en términos comerciales, por lo que no tiene ningún tipo de sentido que en el último año, Microsoft ha subido el precio de sus consolas actuales 2 veces, aumentando hasta el punto de ser más caras que las de la competencia.
Aparte de esto, pese a que afirman que apuestan por las consolas propias, la ROG Xbox Ally es la prueba de que piensan todo lo contrario. Estamos hablando de que la ROG Xbox Ally ni siquiera es una consola como tal, es un PC consolizado. No puedes jugar tus juegos de Xbox en esa consola, a no ser que los tengas en digital y estén dentro del programa de Xbox Play Anywhere. A esto le tienes que sumar que tampoco es un producto propio de Xbox, ya que realmente es una colaboración con ASUS, por lo que las afirmaciones de que siguen apostando por las consolas se caen a pedazos.
Vale, pero el verdadero futuro de Xbox es el Game Pass, ¿no? Pues, tampoco parece. El servicio de suscripción de Xbox es sin dudas el mejor servicio que hay en la industria, pero no es el más exitoso ni de lejos. Xbox Game Pass lleva años con un crecimiento inexistente, manteniéndose en los 34 millones de suscripciones que, si bien no parecen pocas, sabemos que el objetivo es alcanzar 110 millones de suscriptores para el año 2030, una cifra muy lejana de la actual.
Por lo que no tiene sentido que en mitad del proceso de expansión de Game Pass empiecen a subir los precios, ocurriendo 2 veces el año pasado de manera consecutiva, aprovechando también para ocultar la función más interesante de tu servicio (los juegos día 1) detrás de la tarifa más alta, y ahora, un año después, volviendo a aumentar el precio de manera drástica con una subida del 50%.
A esto también le tienes que sumar el echo de dejar las consolas de lado, pues es bien sabido que la gran mayoría de las suscripciones de Game Pass vienen de consola, estimándose con una división del 85% usuarios de consola frente a un 15% usuarios de PC, teniendo este un crecimiento en los últimos años. Por lo que podríamos decir que el no apostar por las consolas, también significa no apostar por Game Pass, ya que estos se retroalimentan.
A partir de aquí, todo va a ser teorías en base a los últimos movimientos de Microsoft, por lo que es muy posible que nada de lo que diga termine ocurriendo, o tal vez sí. Empecemos por uno de los movimientos más polémicos en los últimos años y que está generando mucha controversia en la industria: los juegos de Xbox ahora son multiplataformas.
Yo soy bastante defensor de que este movimiento es muy bueno para el consumidor, pues que los juegos lleguen a todos los consumidores posibles independientemente de la plataforma que poseas es sin duda una buena noticia. Sin embargo, no hay que negar que es un arma de doble filo, pues si bien vas a vender más, a la larga estás devaluando la marca Xbox y tus consolas cada vez tienen menos valor, y la situación de las consolas Xbox no es precisamente la mejor.
Desde que salieron los primeros juegos, muchos alarmistas dijeron que Xbox se estaba convirtiendo en la "nueva SEGA". Si bien antes me parecía una tontería exagerada, tras todos los movimientos contradictorios que hemos visto a lo largo de este artículo, estoy empezando a ver como Xbox como marca de consolas está desapareciendo.
El movimiento de convertirse en multiplataforma ha sido sin duda el mayor éxito de Xbox en la última década, ya que han sido varios de sus juegos que al llegar a la plataforma de PlayStation han vendido muchísimo, como es el caso de Forza Horizon 5, Sea of Thieves e Indiana Jones y el Gran Círculo, juego que ha vendido más rápido en PS5 que en Xbox y Steam, pese a llegar meses más tarde. Sin dudas esto es algo que Microsoft está teniendo en cuenta, pues ya no tienen ningún tipo de miedo en dejar claro que no hay "líneas rojas" y que cualquier juego puede llegar a cualquier plataforma.
Sin embargo, ¿esto significa que Microsoft va a seguir el camino de SEGA y olvidar por completo las consolas? Pues, sí y no. Me explico. Si que pienso que Microsoft no va a seguir mucho más manteniendo consolas que no les dé beneficios como lleva haciendo en las dos últimas generaciones, pero porque lo van a enfocar de una forma diferente que le hará recortar en ciertos campos y generar beneficios de otra manera. Estoy hablando del Xbox Cloud Gaming.
El juego en la nube es algo que se lleva intentando establecer como la norma desde la generación anterior, pero por ahora siempre se ha visto como "una opción más". La última vez que vimos a una compañía intentando forzar la maquinaria fue Google Stadia, y digamos que no les salió muy bien. Han pasado varios años desde el fracaso de Google Stadia y nadie ha intentado retomar el relevo, pero creo que Microsoft se está encaminando a convertirse en el principal proveedor del juego en la nube.
Los cambios recientes de Xbox Game Pass no solo han sido de precios, también han redefinido el valor de cada una de las suscripciones y de sus contenidos. Entre los cambios más importantes tenemos la inclusión del Xbox Cloud Gaming en todos los diferentes niveles de suscripción (salvo en la de PC), cuando antes solamente estaba en la suscripción Ultimate. Esto es un cambio sutil que ha pasado por alto para la gran mayoría, pero para mí es una declaración de intenciones.
A esto le tenemos que sumar que siempre que han enseñado la nueva Rog Xbox Ally, la han vinculado con la posibilidad de usar en ella el Xbox Cloud Gaming, y el aumento repetido del precio de las consolas, tanto de Xbox como de la competencia, están dejando ver que la opción del juego en la nube es cada vez más atractiva. De hecho, se rumorea la posibilidad de que en unos meses veamos un nuevo nivel de suscripción de Game Pass más barato que incluya exclusivamente el Xbox Cloud Gaming.
Pero, ¿por qué Microsoft buscaría repetir el mismo error de Google Stadia? Pues, porque Microsoft tiene algo que Google Stadia no: comunidad. La principal razón por la que Google Stadia falló fue porque era básicamente una plataforma completamente nueva que no aportaba mucho salvo y que tenías que volver a comprarte los juegos que a lo mejor ya tenías para poder jugarlos en Stadia. También, al ser una plataforma nueva tenía muy poco catálogo, por lo que no había muchos incentivos para pasarte a jugar en Stadia.
Sin embargo, plataformas como GeForce NOW de NVIDIA han conseguido mantenerse debido a que te permiten jugar los juegos que ya tienes en otras plataformas en la nube mediante una suscripción. Los jugadores durante las últimas generaciones hemos creado nuestra biblioteca de juegos digitales que no queremos perder por nada del mundo, y eso es lo que va a aprovechar Microsoft para impulsar su servicio de juego en la nube. Gracias al juego en la nube, Microsoft se puede permitir no dejar por completo de lado a sus usuarios fieles, permitiendo que jueguen su biblioteca digital sin necesidad de tirar el dinero a la basura con consolas excesivamente caras.
Así que, aquí va mi apuesta: en la siguiente generación de consolas de Xbox, Microsoft va a repetir la jugada de sacar dos dispositivos diferentes: uno será la típica consola que conocemos hoy en día pero con un precio muy alto, y el otro será una consola que solo funcionará mediante el juego en la nube, pero que será mucho más barata que la otra opción. Este será el plan de Microsoft para impulsar el Xbox Cloud Gaming sin que parezca que están dejando de lado los jugadores de su ecosistema.
No estoy seguro de si esto será lo que ocurrirá con Xbox, ya que hay muchas dudas y contradicciones con sus movimientos, por lo que es posible que en un año nos sorprendan con una orientación totalmente diferente a la que podemos ver ahora. Sea como fuese, esperemos que Microsoft sea capaz de mantenerse lo suficiente como para darle competencia real a PlayStation, ya que la competencia siempre es buena para el consumidor.
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