''Los años no pasan en balde'' es un dicho que tiene mucho más sentido de lo que parece en relación a aquellos videojuegos que acaban siendo devorados por su propio éxito. Fortnite ha sido una clara demostración de cómo se debe mal acostumbrar a una comunidad de millones de personas... de cómo sentar un precedente tan alto que, años más tarde, es imposible de alcanzar incluso para uno mismo.
Pero quiero seros sinceros desde el principio con todo esto: estoy deseando que Fortnite se muera por fin. He cubierto el juego durante algo más de dos años y no soporto ver cómo se va apagando poco a poco: no aguanto contemplar cómo algo que fue increíble en su día se convierta en una mera herramienta de hacer dinero de forma vacía.
He comprado skins de múltiples crossovers y he sido el primero que ha gritado cuando vio a Naruto por primera vez dentro del juego, pero no quiero que eso sea lo único. Estoy harto de que hoy por hoy se hable de Fortnite por las colaboraciones que hace con otras franquicias y no por lo grande que ha sido su legado.
En el punto en el que estamos ahora, si Fortnite muere para evolucionar en otra cosa diferente o, al menos, sirve para que Epic Games vuelva a arriesgarse e innovar con él como lo hizo en sus primeros años de vida, estaré más que satisfecho.
NOTICIAS RELACIONADAS