Estoy escribiendo esto 24 horas después de que se haya revelado que Sora llega a Super Smash Bros. Ultimate (sobre todo porque he estado haciendo el vídeo que podéis ver más abajo) y todavía me siento muy, muy emocionado. Emocionado de verdad, viendo una y otra vez el vídeo con el que lo presentaron, escuchando la canción de Hikari y estando cerca de soltar alguna lágrima.
Pensaréis que hoy hablaré de la inclusión de Sora en Super Smash Bros. Ultimate, pero no. De hecho, voy a hablar simplemente de la saga Smash y todo lo que ha supuesto. Y todo lo que supuso el histórico día de ayer.
Y, por supuesto, no puedo concluir el artículo sin hablar de Masahiro Sakurai. Gracias a él, he podido escribir esto. Gracias a él, he conocido mucha gente, he disfrutado durante miles de horas de la saga, y gracias a él, miles de personas, incluso los que no les gusta Smash, estaban pendientes de quién era el último luchador DLC de Super Smash Bros. Ultimate.
Sakurai ha conseguido ganarse el corazón de todos. Ha conseguido hacer milagros al mezclar en un mismo juego a Mario y a Cloud, a Steve y a Sora, a Ryu y a Bayonetta, a Snake y a Sonic... ¿Sabéis? Ayer titularon a la revelación de Sora como "el último combate". No podían estar más equivocados, porque no fue el último: Super Smash Bros. siempre, siempre... será eterno.
NOTICIAS RELACIONADAS