Lo reconozco: me gustan los Battle Royale. A pesar de que la popularidad del género lo ha llevado a ser explotado, he disfrutado cabalmente de obras como Fortnite y Call of Duty: Warzone, del mismo modo que he probado Apex Legends, PUBG o Free Fire y hasta propuestas más distintivas como Spellbreak y Fall Guys. He catado los más grandes representantes de su índole, me he adentrado en sus ofertas más frescas y, aunque le sigo teniendo estima al género, al mismo tiempo percibo una sensación de fatiga que me evita querer volver a él. O, al menos, así era hasta que jugué Naraka: Bladepoint.
En general, el título de 24 Entertainment es tal y como sus congéneres. Gana quien sobrevive, las armas y armaduras se han de conseguir del suelo o de los cadáveres enemigos, el mapa se encoge paulatinamente, hay diversas maneras de interactuar con el entorno, etc., etc. Esta producción no reinventa la rueda en términos de sistemas, mas sí lo hace en términos de experiencia: se trata de una creación que, por ambición y ejecución, se asemeja más a un single-player que a un multijugador. Es decir, Naraka: Bladepoint tiene mucho más de Sekiro: Shadows Die Twice o Ninja Gaiden que de un Battle Royale común, y esto, como podrán comprobar a continuación, es un halago de proporciones máximas.
Conversando con los responsables de la obra mientras combatíamos codo a codo en la Isla de Morus, queda claro que existen dos directrices fundamentales que motiva el diseño de Naraka: ofrecer una propuesta distinguible dentro de los Battle Royale y, al mismo tiempo, perseguir una robustez intachable en sus mecánicas. Pese a que seguirán ciertos lineamientos ya asentados por otros estudios, tales como la publicación de contenido por temporadas -que se traducirá en nuevos héroes, armas, cosméticos y demás-, 24 Entertainment no aspira a menos que la más notable grandeza; quieren que Bladepoint le dé la vuelta al mundo y, por lo que he visto, me da la impresión de que lo lograrán.
Empero, el estudio es consciente de la amplia brecha que existe entre sus posibilidades y las de compañías como Electronic Arts y Activision, por lo que, en lugar de ser ambiciosos por poseer grandes tesorerías, son ambiciosos por inteligencia: saben qué deben hacer y cómo lo deben hacer. Están conscientes de que es frustrante adentrarse a un Battle Royale con muchos jugadores veteranos, coinciden en que es tedioso deambular por 15 minutos recolectando recursos para ser asesinado en el primer encuentro, reconocen que se torna fatigante que las mecánicas no evolucionen con cada nueva partida. Y todo ello me lo explicaron, pero no era necesario: tan solo jugándolo un par de horas, es fácil notar que Naraka: Bladepoint está ubicado en tiempo y espacio. Y ha sido diseñado en consecuencia.
Si la precisión rítmica de los combates, el gancho y el énfasis en la movilidad que tiene Sekiro: Shadows Die Twice se fusionase con la variedad de armas y combinaciones de Ninja Gaiden, el resultado sería Naraka: Bladepoint. La analogía, cabe destacar, es más precisa de lo que parece, pues este Battle Royale tiene una jugabilidad tan cuidada y fluida que es la materialización de los deseos de los modders que han intentado crear variantes en línea para las obras previamente citadas durante años. Es, por consiguiente, la materialización de la típica fantasía de poder y espectáculo que evocan los tráileres, porque se juega tal cual como se ve en sus exhibiciones cinemáticas.
Y es que, siendo sincero, ocasionalmente me sorprendía que estuviese ante un multijugador. Pertenezco a una generación muy asidua a los MMORPG y, durante años, había deseado que llegase un título capaz de ser más que "oprime 'x' para ver este increíble poder". Naraka: Bladepoint es, precisamente, la consumación de ese anhelo, porque los combates ameritan tanto dominio de las mecánicas y de los tiempos como en Sekiro, pero es tan variado en armas y movimientos como en Ninja Gaiden. Ver el brillo de una katana chocando con una lanza enemiga, hacer parry en el momento justo para desarmar al oponente, asestar desde la lejanía un tiro con arco… La epicidad está a la vuelta de la esquina, incluso para quienes aún no controlan a cabalidad la complejidad de la entrega.
La experiencia, aun así, no se queda en las disputas bélicas: la agilidad para el desplazamiento de nuestro avatar es otra de sus grandes bazas. Además de pelear, eventualmente tendremos que cumplir con verbos como escapar o perseguir y, en aras de hacerlo, estaba siendo completamente certero cuando establecía la mención al gancho de Sekiro, porque también ha hecho acto de aparición en este título. Empero, la diferencia es que podremos abalanzarnos sobre cualquier superficie por más alta o más empinada que sea, permitiéndonos abarcar grandes distancias en cortos períodos de tiempo aunque, igual o más importantemente aún, con gran vistosidad. Ya que eso es Naraka: Bladepoint: un espléndido show de destrezas.
En tal sentido, los desarrolladores fueron enfáticos al describir el gancho como uno de los núcleos del videojuego, precisamente porque es uno de sus elementos más distintivos. Gracias a este, al igual que otras potestades como correr vertical u horizontalmente por las paredes, escalar al estilo Assassin's Creed y deslizarnos a grandes velocidades, el abanico de herramientas para el desplazamiento es simple y llanamente fenomenal. A diferencia de otros juegos del género, el simple acto de moverse es diversión en sí mismo, sobre todo porque agiliza el proceso de encontrarse con otros jugadores para dar pie a lo que el título mejor sabe hacer: escaramuzas sacadas directamente de un anime.
Cuando describo a Naraka: Bladepoint como la ambiciosa esperanza de los Battle Royale, lo hago por una razón: esta es la vívida demostración de que el ecosistema multijugador no es excusa para no ofrecer elementos mecánicos jugable, estética y técnicamente refinados. Y aunque, en efecto, es el apartado tecnológico el que más temor me genera, puesto que las dimensiones del proyecto y su para nada modesta proyección son ingentes, asimismo creo en las capacidades de 24 Entertainment de hacer del estreno de la versión 1.0 de su obra lo mismo que su demo: un disfrute total.
Así, entre un apartado artístico magníficamente portentoso con estimable identidad y una jugabilidad que, insisto y seguiré insistiendo hasta que se convierta en lo regular dentro del género, me sorprende en demasía que pertenezca a un Battle Royale, no me queda más que invitar a los fanáticos de la estirpe, a los de Sekiro, a los de Nioh, a los de Ninja Gaiden, a los de Devil May Cry y a los de cualquier obra interactiva, animada o cinéfila que pueda describirse como 'épica' que sigan con atención el estreno de Naraka: Bladepoint este 12 de agosto, porque puede que nos hallemos ante un nuevo punto de inflexión en su casta… Como puede que no, pero es irrelevante: de que será divertido y espectacular, lo será.
CONTENIDO RELACIONADO
Se trata de un battle royale que ya estaba disponible en PC y Game Pass, pero sin estar gratis
Además, han presentado una nueva arma, los Nunchucks, perfectos para probarlos este fin de semana
El prometedor Battle Royale de 24 Entertainment promete convertirse en una de las propuestas más novedosas del género
Además, sus responsables han colocado fecha a su próxima beta abierta y han divulgado las estadísticas de su última fase de pruebas
Los jugadores podrán probar este sistema en la beta abierta del battle royale de 24 Entertainment
El videojuego de 24 Entertainment y NetEase anunciado en The Game Awards podrá ser catado por los usuarios en pocos días