Nintendo sabe perfectamente que Nintendo Switch no sólo se ha convertido en uno de sus mayores éxitos, sino en una de las consolas más vendidas de la historia (peleándose mano a mano con PS2). Así que es lógico que intenten llevar a dicha consola numerosos títulos de anteriores máquinas que no funcionaron tanto, como fue el caso de Wii U. Y una muy buena forma de hacerlo es trayendo uno de los juegos mejor valorados de la consola que contaba con un GamePad: Xenoblade Chronicles X.
Se ha convertido ya en una especie de tradición que Nintendo lleve muchos juegos "antiguos" a Nintendo Switch en forma de remasterizaciones. Sin ir más lejos, vimos cómo Xenoblade Chronicles (el primero) también tuvo su Definitive Edition. Así que, como muchos esperaban, la entrega de Wii U también recibirá pronto su remasterización. ¿Será tan buena como lo fue la del primer Xenoblade? Os cuento aquí mis impresiones tras mis primeras horas de juego.
Primero, hay que hablar de qué tal son esas primeras horas de juego de base para aquellos que nunca hayan jugado a la obra de Wii U, y luego me centraré en cómo es a nivel de remasterización.
A diferencia de otros juegos de esta saga, en esta entrega nosotros nos creamos a nuestro personaje jugable, aunque luego puedes controlar a cualquiera del equipo. La premisa es bastante impresionante y, sin duda, engancha de buenas a primeras: despiertas de un largo letargo, conoces a Elma (también protagonista del juego) y te cuenta, debido a tu amnesia, que te encuentras en Mira, un planeta en el que se ha accidentado una nave cargada con miles de humanos que escaparon de la Tierra antes de que esta quedara destruida.
Nuestros primeros minutos de caminata ya nos demuestran que nos encontramos ante un mundo absurdamente grande, como le suele pasar a los juegos de esta saga. Un mundo que te invita a la exploración, aunque no hay tantas cosas que ver, realmente, sino que la mayor parte del tiempo estarás yendo de un punto A (lugar en el que te encuentras) a un punto B (lugar de la misión). En cualquier caso, el escenario es absolutamente brutal, y es algo que no paras de ver durante las primeras horas de juego.
Bueno, al menos cuando arrancas. Y es que el comienzo es bastante lento, pues te comes cinemáticas que son bastante lentas, "mucho texto", como se diría, para explicarte el funcionamiento de Nueva Los Ángeles (la ciudad civil del mapa), las brigadas (las clases) y un poco por encima quiénes son los primeros personajes con los que te encuentras. Y se hace bastante aburrido en algunos ratos, y más cuando es un título que destaca tanto por su mundo abierto, exploración y, especialmente, su combate.
En cuanto al combate, se recupera el sistema clásico de los Xenoblade Chronicles en los que el personaje ataca automáticamente y nosotros simplemente lo movemos, saltamos con él, cambiamos el arma o accionamos las artes, que vamos desbloqueando a medida que subimos de nivel. Y el combate contra los monstruos es bastante bueno, ya que puedes atacarles a partes del cuerpo concretas y esto les afecta durante el combate, a lo Monster Hunter.
Pero el problema del combate, para mí, es precisamente su ataque automático. Y es que a veces es un poco aburrido y en numerosas ocasiones siento la necesidad de ser yo quien está al mando de cuándo atacar y cuándo no, como en un Action-RPG habitual.
Por último, cabe destacar que al principio el título puede resultar bastante abrumador e incluso difícil, porque aunque te encuentres con enemigos de tu nivel, es muy fácil descuidarse y caer derrotado. Pero tampoco es nada común encontrarse con bichos de un nivel mucho más alto, de los que tienes que huir sí o sí.
Xenoblade Chronicles X ya es un juego que se notaba de qué pie cojeaba en Wii U. Aunque lógicamente no es tanto culpa del título, sino de la consola. Y es que aunque el mundo era increíble, la distancia de dibujado no perdonaba. Algo que yo esperaba que se solucionase con Nintendo Switch, pero la consola híbrida ha demostrado una vez más que no puede con soltura con un mundo tan impresionante.
Si bien el título es totalmente disfrutable y se notan las mejoras visuales respecto a la entrega de Wii U, es cierto que a veces se me hace insuficiente, pues el popping sigue muy vigente, y a eso se le suman unos 30 FPS que pueden estropear un poco la experiencia a aquellos jugadores que busquen un juego de acción muy fluido.
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