En Areajugones os traemos una serie de artículos para recordar los mejores juegos que nos ha dado este 2016. Ahora es el turno de Dark Souls III, la última entrega de la conocida saga de From Software. Este juego se ha convertido en el videojuego de Bandai Namco que más rápido se ha vendido en su historia con un total de tres millones de copias en los dos primeros meses. ¿Qué hace que este juego sea uno de los mejores del año?
Todo el mundo que ha jugado a los juegos de From Software, bien sea la saga Souls o Bloodborne, sabe que la historia no se le muestra al jugador de una manera simple y “mascadita”. Dark Souls III pone el broche de oro a una trama contada a través de las historias que le llegan al jugador antes y durante su aventura. La Primera Llama de nuestro mundo que enlazó Gwyn en su tiempo está a punto de apagarse y tan solo quedan cenizas, ya que se acerca la era de la oscuridad. Los Señores de la Ceniza se han despertado y será nuestro deber conseguir sus almas para poder acabar con este ciclo eterno.
Únicamente por la historia, Dark Souls III ya debería ser considerado como uno de los mejores juegos que hemos tenido en 2016. Si bien es un juego que se puede disfrutar muchísimo sin haber jugado a las anteriores entregas, los que ya hayan jugados a los Souls previos lo disfrutarán a unos niveles altísimos debido a las referencias que se encuentran aquí: Armas, lugares, personajes… Cada jugador va a decidir su propia historia y va a decidir cualquiera de los cuatro finales que tiene a su disposición en función de lo que prefiera y entablará relaciones y pactos con los personajes que el jugador quiera, ya que en Dark Souls III se da libertad absoluta para seguir la historia a nuestra manera. El diseño de escenarios sigue siendo magnífico: Paisajes, conexiones, atajos... Este es el punto más fuerte de From Software y saben explotarlo a la perfección para que los jugadores sientan una sensación de alivio al encontrar un atajo o pasadizo cuando ya habían perdido toda esperanza de sobrevivir.
Todo concluye con un encuentro final épico con el último boss del juego que pondrá la guinda a uno de los mejores juegos del año y el fin de una saga muy querida por los amantes de los videojuegos. A pesar de la elección que tomemos para los distintos finales, todo será amargo, ya que significa el fin y los créditos sonaran con la pieza más melancólica de una magistral banda sonora. Punto y final.
Dark Souls III nos permite elegir desde el principio cómo va a ser nuestro personaje y cuál será el estilo de lucha que tendrá, es decir, con el que nos sintamos más cómodos. Tenemos diez clases disponibles: Caballero, Mercenario, Guerrero, Heraldo, Ladrón, Asesino Hechicero, Piromántico, Clérigo o Marginado. Cada clase tendrá puntos fuertes y puntos débiles, pero tendremos que elegir el que mejor se adapte a nuestro estilo de combate: Más rápido, fuerte, magia, esquivar rápido…
En esta entrega el combate ha evolucionado con respecto a las anteriores y esto se debe a una gran influencia: Bloodborne. La presencia del juego de PlayStation 4 de From Software ha sido clave en Dark Souls III, ya que Hidetaka Miyazaki estuvo desarrollando y dirigiendo ambos juegos al tiempo, por lo que se han complementado de manera inmejorable. Dark Souls III incorpora ahora esas mecánicas rápidas que incitan al jugador a luchar de manera más agresiva, al contrario que en el primer Dark Souls, que se incentivaba la pelea pausada con el escudo durante una buena parte de la historia. Eso sí, también se sigue premiando el jugar con el entorno para luchar con nuestros enemigos y los bosses y así crear una estrategia que nos evite morir cien veces. Dark Souls III te hace aprender de tus errores y hace que te invada una increíble sensación de satisfacción y alegría cuando por fin matas a ese boss que te ha costado toda una tarde vencer.
Los bosses también se han visto influenciados por Bloodborne en como se desarrollan sus combates y en sus fases, por lo que las luchas contra ellos se han vuelto más emocionantes y frenéticas. No olvidemos el factor multijugador especial del juego, con el que podremos invocar a otros jugadores para que nos ayuden o retarnos en duelo con otros combatientes. Además, con el nuevo DLC, Ashes of Ariandel, se ha incluido un Modo Arena en el que librar multitud de combates distintos y una de las peleas con un boss más memorables de la saga. El estudio nunca decepciona cuando se trata de traer nuevo contenido a sus juegos.
Dark Souls III ha supuesto un cierre perfecto a la mítica saga de From Software: Un diseño de niveles espectacular, una banda sonora emotiva, unas mecánicas que han sabido adaptarse con el tiempo y una historia magnífica que se va desvelando poco a poco. Este juego garantiza un centenar de horas de juego y el tipo de exploración que mantiene en tensión al jugador. Acaba de recibir su primer DLC que le ha insuflado nueva vida, pero todavía le queda el segundo DLC, con el que pondrá el punto y final definitivo a la saga Souls. Una obra maestra que todo jugador debería probar.
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