Que Ibai Llanos y su equipo de esports, Movistar KOI, levantan pasiones en España no es ninguna sorpresa. Pero que su nivel no siempre es el que sus fans esperan tampoco es algo nuevo. Y precisamente este ha sido el problema que han encontrado los seguidores del equipo este fin de semana en Madrid, en donde se han disputado presencialmente las finales de la LEC, la liga europea de League of Legends.
Aunque el fin de semana comenzaba bien para Movistar KOI con una victoria frente a FNATIC el sábado y un buen nivel de juego, las cosas se torcieron el domingo. La gran final no ofreció el espectáculo prometido y fue, en realidad, un recital absoluto de G2 que acabó mucho más rápido de lo que los más de 10.000 asistentes habrían deseado.
Las reacciones del público, el silencio de una afición de las más ruidosas del mundo y las caras de decepción dejaban claro el sentimiento general: la victoria abrumadora de G2 no era lo que entraba en los planes (o al menos en los deseos) de la gran mayoría de aficionados.
Más allá de los partidos, Madrid también se convirtió en una gran fiesta para los fans del universo de Riot Games. La LEC XPO en Plaza de España reunió a miles de personas con actividades, cosplay y contenido de nuevos juegos como Riftbound o 2XKO. Una celebración que demuestra que, pese a los años que tiene a sus espaldas, League of Legends es mucho más que un simple videojuego.
Desde Riot Games también hubo espacio para reflexionar sobre el estado de la liga y su nivel competitivo. Artem Bykov, comisario de la LEC, explicaba así el enfoque de la organización:
“Cuando elegimos el formato de la LEC consideramos muchos factores, y el rendimiento internacional es solo uno de ellos. Este Spring introdujimos un calendario más predecible con Bo3 y Bo5 para facilitar los Roadtrips, siempre intentando dar a los equipos el máximo tiempo de preparación antes de los torneos internacionales”.
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