
Todos los rumores apuntaban en la misma dirección y el sentir generalizado de los jugadores así lo transmitía: la fecha de lanzamiento del 26 de mayo de 2026 para GTA VI parecía un sueño cada vez más difícil de cumplir. Ya se ha confirmado que, finalmente, tendremos que esperar hasta el 19 de noviembre del año que viene para poder hincar el diente del juego más esperado de la historia (si no vuelve a retrasarse), pero un acontecimiento tan enorme no sólo nos afecta a nosotros y a nuestra espera, sino a la industria al completo.
El retraso en la fecha de lanzamiento de GTA VI se anunció, precisamente, el día en el que Take-Two Interactive (empresa matriz de Rockstar Games, estudio desarrollador del juego), presentaba sus resultados financieros. Este hecho marca una caída importante en el valor de las acciones en bolsa de la compañía, reflejando la preocupación y la insatisfacción de los inversores.
Hay que tener en cuenta que un lanzamiento como el de GTA VI, a nivel económico, es una bomba: las previsiones ya hablan de que se convertirá en el producto más exitoso de la historia (no sólo dentro de la industria de los videojuegos), con unas ganancias aproximadas que asustan. Que esa inyección se retrase en el tiempo, con la incertidumbre que provocan algunos rumores sobre el estado del juego, hace que Take-Two tenga que enfrentarse a unos meses complicados.
Además, para más inri, el lanzamiento de GTA VI pasa a formar parte ahora del año fiscal 2027 en lugar del año fiscal 2026, lo que también afecta de lleno a los ingresos y expectativas financieras previstas para ese período. Supone un impacto en los resultados que puede llegar a congelar importantes inversiones y, quizás algo que nos afecte más como consumidores, lo que tratamos en el siguiente punto.
Retrasar una obra como GTA VI hasta el siguiente año fiscal supone no sólo las consecuencias a nivel económico que ya hemos comentado, sino que puede generar un efecto dominó con otros proyectos de Take-Two o de Rockstar Games en concreto. Y es muy fácil de entender: los meses adicionales que el proyecto va a estar en desarrollo es tiempo que el equipo de desarrollo no va a poder dedicar a otros proyectos o procesos que ya estaban marcados en el calendario, retrasándolos o cancelándolos directamente.
Es posible que no se tratara de un nuevo videojuego, pero quizás sí que puede afectar a cómo se plantea a nivel interno un próximo título del estudio, o un proyecto de gran envergadura que sea importante para la empresa. Suena a perogrullo, pero dedicar tiempo a un proyecto hace que ese tiempo no pueda dedicarse a otro, afectando a una rueda de producción constante, más en el actual mercado de los videojuegos.
El día de lanzamiento de GTA VI produce un enorme cráter en el calendario de la industria de los videojuegos en general. Nadie quiere lanzar sus videojuegos en fechas cercanas, porque todos son conscientes del poder que va a tener el juego en el mercado. De hecho, es una manera muy sencilla de tirar a la basura tu proyecto: lanzarlo pegado al juego de Rockstar casi asegura su fracaso o, como mínimo, resta muchas ventas y relevancia en el mercado.
Ya habíamos visto las consecuencias: ningún otro videojuego de algún estudio importante había confirmado una fecha de lanzamiento cercana a ese 26 de mayo, y contábamos con reportes internos que hablaban de la preocupación de ciertos estudios de que GTA VI llegara a retrasarse... porque genera otro efecto dominó. Ya estás trabajando en tu proyecto sabiendo que podías evitar el mes de mayo y sus alrededores, pero ahora debes evitar el mes de noviembre... en plena campaña navideña.
De hecho, la nueva fecha de lanzamiento de GTA VI es una mucho más molesta para la industria que la anterior, ya que suelen ser una semanas de mucho movimiento y de grandes lanzamientos. Sin ir más lejos, es cuando suelen lanzarse las nuevas entregas de Call of Duty, por ejemplo, y cuando comienzan campañas como el Black Friday o muchas compañías lanzan nuevos juegos o productos para tratar de aprovechar las compras navideñas.
Ahora, GTA VI se ha puesto en medio y, seguramente, se ha transformado en el Grinch de muchas empresas de la industria.
El retraso de GTA VI afecta de lleno a su equipo de desarrollo, evidentemente. Las últimas fases de desarrollo de un videojuego suelen ser las más duras y complejas. Además, por desgracia, también suelen asociarse a períodos de crunch y explotación laboral, algo con lo que Rockstar está lidiando ahora mismo según algunos rumores con el despido de decenas de empleados de forma reciente. Es decir: las cientos de personas que están trabajando en el juego van a ver cómo aumenta este último, tenso e importante período de desarrollo.
También afecta de lleno al trabajo de otros departamentos o compañías externas, como pueden ser los proyectos de marketing. Todo lo que se había trabajado hasta ahora con una fecha en mente tiene que retrasarse, lo que supone más trabajo y alteraciones en la cadena de producción, distribución y marketing. Además, aunque no estamos dentro para saberlo, los retrasos suelen afectar a la moral del equipo de desarrollo, pues suele conllevar cambios en el equipo, en la manera de trabajar, en cómo se afrontan los siguientes meses...
El retraso de GTA VI, por tanto, es mucho más de lo que parece. Obviamente, nosotros vamos a tener que esperar unos cuantos meses más de lo previsto, estuviéramos preparados o no, pero la compañía sufre y sufrirá las consecuencias fiscales, también afectará a desarrollos posteriores de Rockstar Games y a nivel humano, además de lo que supone para el resto de compañías de la industria de los videojuegos. Un movimiento que puede considerarse un terremoto.
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