Devil May Cry 3 es considerado por muchos como el mejor juego de la saga. Después de una segunda entrega que, a grandes rasgos, no cumplió con el estándar que sentó su predecesor, la tercera iteración de la franquicia de Capcom renovó las esperanzas por una IP que, a día de hoy, es un icono de la industria del videojuego. Por ello, su lanzamiento en Nintendo Switch ha reavivado la nostalgia relacionada a Dante's Awakening, sin embargo, hubo un tiempo en el que la saga estuvo cerca de no recibir más representantes.
En tal sentido, Matt Walker, productor de la compañía, concedió una entrevista a USGamer, en donde conversó sobre el contexto en el que se hallaba la empresa durante el desarrollo del juego aquí resaltado. Y es que, en síntesis, el tercer juego fue una especie de 'todo o nada' para el equipo, quienes se arriesgaron a cerrar si las cosas no salían bien. "Creo que lo más genial del desarrollo de Devil May Cry 3 es que el equipo lo aproximó con una actitud en plan arriesgarlo todo, y lo crearon completamente según los gustos de Itsuno-san [Hideaki, director de DMC]", indicó.
"Itsuno-san quería crear el mejor juego que podía en sus propios términos -la acción, los personajes, la historia-, así que todos estos aspectos fueron creados con las percepciones de Itsuno-san. Todo el equipo decidió que, si no podían hacer de DMC 3 un gran éxito, todos renunciarían. Afortunadamente, su trabajo parece haber cumplido", añadió.
Y, a decir verdad, sí que se cumplió lo estipulado pues, como comentábamos, Devil May Cry 3 es recordado como uno de los mejores hack 'n' slash de la historia, por lo que su actual y reciente disponibilidad en Nintendo Switch es un movimiento lógico para la Gran N en aras de continuar incrementando los confines de su catálogo.
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