Está siendo un mes de septiembre bastante destacado en cuanto a lanzamientos, sobre todo, de aquellos juegos que se salen del marco de las grandes megaproducciones. Desde títulos como Hollow Knight: Silksong que son capaces de romper internet (hablando de manera literal) hasta otros que se lanzan de forma simultánea en servicios de suscripción para brillar dentro de su catálogo. Y, precisamente, he estado jugando a un título nuevo de PS Plus que merece vuestra atención.
El juego del que estoy hablando concretamente recibe el nombre de Sword of the Sea y está disponible con PS Plus Extra y Premium; un título de aventura que cuenta con un enfoque realmente particular. Para empezar, parte de su equipo creativo está conformado por los responsables de Journey, lo cual nos da una idea clara sobre de qué va este juego.
Y es que, básicamente, estamos ante un título de una belleza prácticamente infinita y, más importante aún, uno de esos sistemas de control tan satisfactorios que cuesta describir con palabras. Aquí abajo os dejo con un tráiler del juego para que podáis echarle un vistazo a la pinta que tiene.
En Sword of the Sea controlamos a un espectro al que se le ha otorgado una llave fuertemente vinculada con la naturaleza, pero lo más increíble es que nuestro protagonista se subirá a ella para hacerla funcionar como una especie de tabla de snowboard propulsada. Esto nos deja con la propuesta de viajar por un extenso desierto surcando sus dunas, barrancos y ruinas con una fluidez que es prácticamente imposible ver en otros juegos al mismo tiempo que hacemos trucos en el aire como si fuéramos un artista del skate.
Además, hay que aclarar un punto que no conocía sobre Sword of the Sea que se corresponde con aquello que me está enamorando del juego: a diferencia de los anteriores juegos del estudio, los escenarios de este no son completamente lineales, por lo que cuentan con rutas secundarias y zonas secretas increíblemente grandes a explorar y están repleta sobre lore.
Otro de sus puntos fuertes, por cierto: la trama de Sword of the Sea explica que debajo del desierto hay un mar bellísimo que fue ocultado a causa de una guerra entre dioses y cuyos matices irás descubriendo conforme más explores los escenarios que el juego tiene para ofrecer.
El juego es tan impactante en cuanto a lo bello que resulta en pantalla que lo único que pude hacer después de abrirlo ayer por primera vez fue jugarlo dos horas del tirón sin ser consciente del paso del tiempo. Y, sobre todo, fascinado por el que se acaba de convertir en uno de mis candidatos a mejor juego del año si el resto de su aventura es tan impactante como sus primeros pasos. ¿Y vosotros? ¿estáis dispuestos a darle una oportunidad? Os loe en los comentarios.
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