Yo nací en plena generación de PS1. Tengo dos hermanos mayores, por lo que me crié entre juegos que ya habían salido, estrenándome con dicha consola. Recuerdo tener en la estantería de nuestra habitación Crash 1, 2 y 3, Spyro 1, 2 y 3, y cuando ya era un preadolescente en época de PS2, jugar al primer Ratchet & Clank, pasármelo, y al año siguiente o a los dos tener ya el segundo. Ni tan siquiera se había anunciado PS3 cuando jugué a la tercera entrega.
Sabía que en cada Navidad podía continuar una de mis sagas favoritas porque sus desarrolladores seguro habían sacado otra entrega. Y ojo: juegos de calidad, muy queridos y aclamados por la crítica. Y anda que no me lo pasé bien. Una época en la que las sagas más mediáticas lanzaban tres o cuatro juegos por generación (y obviamente, no hablo de los juegos deportivos o de Call of Duty, que eso es tema aparte).
Obviamente, la industria ha evolucionado mucho. Los ciclos de desarrollo eran muchísimo más cortos, y no empezaron a estirarse en gran medida hasta PS2 y Xbox y sobre todo PS3 y Xbox 360. Esto, igualmente, se empezó a notar mucho más en la pasada generación. Pongamos algunas sagas o desarrolladoras a modo de ejemplo:
Los tiempos de desarrollo han cambiado mucho por diferentes motivos. Ahora los desarrollos de juegos AAA (de alto presupuesto) son mastodónticos y duran mucho más, porque son bastante más ambiciosos y apenas hay limitaciones, en comparación a las que sí había en los 80, 90 y 2000, donde los juegos eran más pequeños porque no quedaba más remedio que hacerlos así.
Y sí, hay muchos aspectos del desarrollo que en la actualidad es más cómodo y rápido de hacer gracias a que la tecnología ha evolucionado y facilitado muchos procesos, pero la ambición de la industria ha evolucionado a un ritmo más rápido. A esto se le suma que ahora hay mucha más conciencia con las condiciones laborales en el desarrollo de videojuegos, cuando antes se trabajaban muchas más horas y se explotaba más a los programadores y artistas, lo que también aceleraba el desarrollo. De hecho, Red Dead Redemption 2 sufrió de este problema, y eso que tardaron 8 años en crearlo.
¿Que qué hemos perdido? Pues puede sonar obvio (y lo es): frecuencia con la que jugamos a nuestras sagas preferidas, el tiempo de espera entre una entrega y la siguiente. Y el tiempo es lo más valioso de todo. Pero claro, ahora se ofrece menos cantidad y cada vez más calidad (o eso es lo que se intenta).
Lógicamente, Naughty Dog hizo muy buenos juegos, pero el listón que han alcanzado sus últimas obras es impresionante. Lo mismo se puede decir de Rockstar con Red Dead Redemption 2, que tardaron 8 años en crearlo, pero es una obra maestra indiscutible y marcó un antes y un después en los mundos abiertos. En este sentido, es indudable que muchos AAA priorizan el contenido y la calidad del mismo, que sean juegos mucho más ricos, antes que lanzar una entrega menos ambiciosa en menos tiempo.
Pero... en mi opinión, llega un momento en el que esto es insostenible. Quizá no para los desarrolladores, no lo sé, pero cada vez pierde más el sentido tener que esperar como mínimo media década para la salida de una entrega nueva. Que sean cada vez más ambiciosos, más grandes, más largos... ¿para qué?
No somos pocos los jugadores que echamos de menos los títulos más recortados, que duran 15 horas COMO MÁXIMO y que son redondos de principio a fin; no necesitamos más. Pero los desarrolladores quieren más, más y más, expandiendo esos tiempos de desarrollo hasta límites insospechados. ¿De verdad los juegos modernos ocupan el espacio de varias entregas antiguas, o queremos más secuelas por generación?
Como siempre hago, en este artículo os invito a vosotros a participar en los comentarios para debatir qué opináis de esta evolución de la industria y de cómo ahora es impensable ver dos entregas AAA de una misma saga en una única generación. Y decidme vosotros, ¿qué sagas habéis jugado generación tras generación y siendo más de un juego por cada una?
NOTICIAS RELACIONADAS