Los juegos como servicio son cada vez más comunes en la industria del videojuego. Algunos funcionan, pero la gran mayoría terminan cerrando a los años. Cuando estos juegos cierran sus servidores, desaparecen por completo y no podrás jugarlos nunca más aunque has pagado por ellos. Por ello, los consumidores de la Unión Europea han creado la Iniciativa Ciudadana Europea "Stop Killing Games", que exige a los distribuidores que venden sus juegos a mantenerlos en un estado funcional.
Stop Killing Games es un movimiento de consumidores iniciado para desafiar la legalidad de que los editores destruyan videojuegos que han vendido a los clientes. Un número creciente de videojuegos se venden efectivamente como bienes, sin fecha de expiración declarada, pero diseñados para ser completamente injugables tan pronto como termine el soporte del editor.
Esta práctica es una forma de obsolescencia planificada y no solo es perjudicial para los clientes, sino que hace que la preservación de algunos videojuegos sea efectivamente imposible. La legalidad de esta práctica en gran medida no ha probada en muchos países, por lo que este movimiento busca que al menos en los países de la Unión Europea sea imposible continuarla.
El ejemplo perfecto es el videojuego The Crew, que desapareció de las tiendas digitales y cerró sus servidores a principios de 2024. El título de Ubisoft es completamente injugable a día de hoy, pese a que muchos usuarios lo compraron cuando salió en 2014. Este caso ha llevado a varias demandas en diferentes juzgados, pero que no han llegado a ninguna solución todavía pues Ubisoft se escuda en que lo que compras realmente no es el juego, sino una licencia, y por tanto, el videojuego nunca ha sido tuyo.
Esto no solo aplica a los videojuegos que sean de pago, también a los "free to play". La cosa está en que, pese a que el título sea gratuito lo que permite a los usuarios probarlos sin necesidad de gastarse dinero, están fuertemente respaldados por microtransacciones en las que algunos clientes gastan dinero. Una vez cierren lo servidores, todo lo que te hayas comprado en esos juegos gratuitos desaparece. Existen casos como el de Dauntless, un juego gratuito de rol y de acción que cerró sus servidores a finales de mayo de este año.
Entonces, ¿cómo pretende salvar esta campaña los videojuegos? El plan es que una vez las empresas enfrenten sanciones por destruir las copias de los juegos que han vendido, es muy probable que esta conducta empiece a mermar. Si se obliga a un empresa a permitir a los clientes conservar sus juegos en al menos un país, implementar esas soluciones en todo el mundo se convertiría en un problema trivial para ellos.
Por ello, esta campaña a elegido la Unión Europea, pues pretenden que si destruir un juego por el que pagaste se volviera ilegal en todo el territorio europeo, las empresas que parchearon el juego probablemente aplicarían el mismo parche a sus juegos en todo el mundo. Esto no solo afectará a los consumidores de la Unión Europea, sino que afectará a todo el mundo.
Una vez explicado todo, os dejo por aquí el link a la iniciativa Stop Killing Games para que la firméis. Para ello, debes de ser un ciudadano de la Unión Europea. Tenemos apenas un mes para llegar al millón de firmas que harán de esta iniciativa sea válida y que la Unión Europea se plantee tomar cartas en el asunto. Esperemos que podamos conseguirlo, contamos contigo.
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