Uno de los temas más cuestionados de la pasada generación de consolas fue la relación entre Sony y el crossplay, un tema que se volvió realmente candente en el momento en el que la compañía japonesa prohibió que la versión de Fortnite de PlayStation 4 presentase juego cruzado con otras plataformas. Ante esta situación, que desde luego no beneficiaba a Epic Games, se dio lugar a una negociación confidencial que terminó saliendo a la luz hace unas horas a través del medio The Verge.
Este conocido diario británico compartió dos documentos que parecen pertenecer a Epic Games y Sony, en los cuales aparecen reflejados numerosos datos de suma importancia. En el primero de ellos, los responsables de Fortnite contactan a Sony para proponerles una serie de condiciones con las cuales ambas partes saldrían ganando al volver a habilitar el crossplay en PS4. En dicho informe se puede leer la intención de que Sony se quedase el papel de héroe, pero la compañía japonesa no aceptó los términos y rechazó la propuesta.
En el segundo documento, esta vez perteneciente a a la firma PlayStation, se observa una tabla en la que demuestra que todos los publishers o editoras que quieran que sus videojuegos posean crossplay en PS4 deben abonar un royalty (un porcentaje) a Sony. De esta manera, la entidad se aseguraría de que el juego cruzado aportase beneficios económicos reales.
Con el tiempo el juego cruzado regresó a la versión de PlayStation 4 de Fortnite, por lo que es de suponer que Epic Games comenzó a abonar una cierta cantidad de dinero a Sony para mantener este servicio activo. Se desconoce si otras compañías como Microsoft o Nintendo poseen un sistema similar, pero si algo queda claro, es la intención de Sony de continuar generando ingresos de la forma que sea.
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