El pasado 2023 fue el mejor y al mismo tiempo peor año de la historia de los videojuegos por muchos motivos: salieron algunos de los títulos más top de la última década y también muchos juegos cuya calidad era tan baja que quedarán grabados en el recuerdo colectivo. Pero también lo fue para los desarrolladores de los títulos a los que tantas horas hemos dedicado: la industria del videojuego sigue creciendo en ingresos y cifras, pero cada vez son más los developers que se quedan sin empleo.
Y, desgraciadamente, hoy no vengo a hablaros de algo diferente, dado que Unity se ha visto afectada, nuevamente, por la situación tan extraña que está viviendo el sector. Os dejo con todos los detalles a continuación para que se entienda mejor a qué me refiero exactamente.
Teniendo en cuenta lo que ocurrió con Unity hace unos meses y toda la controversia que surgió a raíz de los cobros que quería hacer a sus usuarios por utilizar su motor, lo cierto es que la compañía ha vuelto al punto de mira en el peor momento posible. Sea como sea, hoy es un día triste para la industria del videojuego y lo cierto es que se han ido encadenando bastantes más de los que serían deseables en los últimos meses.
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