Dentro de los juegos indie, aparece VOIN, una joya oscura lanzada el 10 de diciembre de 2024. Este bebé de Nikita Sadar y Tiny Build no es tu típico juego de fantasía: imagina ser un sirviente elemental creado por un mago poderoso con la misión de erradicar una plaga mortal. ¡Nada de presión!
Lo interesante es que no eres el héroe típico con capa y espada brillante - eres literalmente un arma viviente. Y aunque la premisa suena más oscura que el café sin azúcar, es precisamente eso lo que hace que quieras seguir jugando hasta descubrir cada rincón de este mundo plagado de misterios.
El sistema de combate es donde VOIN brilla como estrella en noche oscura. Mezcla la velocidad frenética de DOOM con la precisión calculada de Dark Souls, creando una experiencia que te hará sudar la gota gorda (y probablemente gritar algunas palabrotas).
La curva de aprendizaje es más empinada que una montaña rusa, pero una vez que le agarras el truco, ¡oh mamá! Encadenar combos, esquivar ataques y desatar poderes elementales se siente tan satisfactorio como ganarle una discusión a tu cuñado en Navidad.
El estilo visual de VOIN es como si el pasado y el presente tuvieran un hijo artístico. Los gráficos pixelados se mezclan con técnicas modernas de iluminación, creando un ambiente que te transporta a los 90 pero con el músculo gráfico de 2024.
Sin embargo, no todo es color de rosa (o mejor dicho, color de pixel). En las zonas oscuras, distinguir entre elementos interactivos y decoración puede ser más difícil que encontrar las llaves cuando llegas tarde. Y sí, hay algunos glitches gráficos, pero hey, ¿qué juego en acceso anticipado no los tiene?
Con aproximadamente 15 horas de juego base y elementos roguelike que aumentan la rejugabilidad, VOIN ofrece bastante bang por tu buck. El área central te permite craftear equipo y mejorar tu personaje, dándote razones para volver más allá de la historia principal.
La banda sonora y los efectos de sonido son la guinda del pastel, creando una atmósfera que te envuelve como una manta tétrica pero acogedora. Cada golpe, cada hechizo elemental, suena con la contundencia de un martillo en una campana.
VOIN puede tener sus defectos - como la falta de un sistema de mapas detallado y algunos bugs ocasionales - pero sus virtudes brillan más que sus fallos. Con un equipo de desarrollo activo y prometedoras actualizaciones en el horizonte, este juego es como un diamante en bruto que solo puede volverse más brillante.
Si eres fan de los juegos desafiantes, la exploración inmersiva y no te asusta un poco de dificultad inicial, VOIN merece un lugar en tu biblioteca. Además, con su precio actual de acceso anticipado, es una ganga que podría aumentar de valor en el futuro. ¡Es el momento de saltar al barco antes de que zarpe!
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