Estoy orgulloso de poder decir que en los últimos años la industria del videojuego ha ido orientando su camino cada vez más hacia la inclusividad y la accesibilidad. Al final, se trata de que todo el mundo pueda disfrutar de este medio que tanto nos apasiona, aunque les sea físicamente complicado hacerlo.
Hemos visto iniciativas muy interesantes que tratan de romper las barreras que separan a estos jugadores de los mundos que habitan dentro de las consolas, como por ejemplo todas las opciones de accesibilidad que cada vez son más comunes en los videojuegos y que The Last of Us Parte II puso de manifiesto cuando llegó a las tiendas en 2020.
Sin embargo, como ya he dicho, existen casos en los que por mucho que los desarrolladores pretendan acercar la experiencia a todo el mundo todavía continúa habiendo un gran impedimento en el camino: el mando. Aunque a muchos de nosotros nos resulte tan natural agarrar un mando como respirar, hay gente que es físicamente incapaz de hacerlo.
Anita Mortaloni, directora de accesibilidad de Xbox dijo en una entrevista para IGN que "Sí, todos podemos hacer mucho individualmente, pero cuando nos juntamos, nos asociamos y compartimos ideas, ya sea entre empresas o con la comunidad, conseguimos mucho más, y somos capaces de hacer avanzar la industria mucho más".
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