Xbox One recibirá un mando inspirado en Star Wars Jedi: Fallen Order

Se pondrá a la venta el mismo día que el videojuego


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Si hay algo que no se le puede negar a Microsoft es que la compañía lleva desarrollando mandos de calidad desde hace años, siendo Xbox One la consola que mayor atención a recibido en este sentido. Han sido muchas las ocasiones en las que la multinacional americana ha querido sorprender a su comunidad al dedicar esfuerzos ya no solo a desarrollar nuevos modelos de los mismos, sino a traer al mercado diseños en colaboración con otras compañías de videojuegos que le quitarían el aliento hasta al más pintado. Y, precisamente, hace bien poco ha salido a la luz un mando para Xbox One que basa su apariencia en Star Wars Jedi: Fallen Order, la próxima obra de Respawn Entertainment en colaboración con Electronic Arts.

Encontrándose ya disponible para su precompra en Amazon por un precio de 139.99€, este controlador recibe el nombre de Star Wars Jedi: Fallen Order Limited Edition Purge Trooper contará además con un soporte para cargar la batería del mismo. Y si a esto le sumamos un diseño artístico donde el color rojo entra en fuerte contrase con ese negro casi oxidado que simula la superficie de los cazas vistos en la franquicia, nos encontramos ante un producto en el que se ha prestado atención hasta al más mínimo detalle. Tanto que nos encontramos con una edición cuyas cantidades serán muy limitadas. A continuación, os dejamos con algunas imágenes del mismo para que podáis echarle un vistazo con vuestros propios ojos.

Con respecto a la fecha de lanzamiento de este nuevo mando de Xbox One, hemos de decir que esta se encuentra fijada para el mismo día en el que el videojuego de Electronic Arts se pondrá a la venta: el próximo día 15 de noviembre. Un día en el que aquellos fans más pasionales de la franquicia originalmente ideada por George Lucas y ahora llevada por Disney puedan presumir de un controlador que nada tiene que envidiar a los mandos de un Caza TIE.

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Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.

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