One Punch Man
Analizado en Capítulo 2x12
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"One Punch Man 2" llegó a decepcionar durante el episodio 10 al presentar una narrativa densa y por momentos innecesaria. Esto arrojó la duda ante un final de temporada que pintaba no demasiado bien. Afortunadamente, a la increíble recuperación del capítulo 11 se le ha sumado un cierre espectacular mediante el episodio 12 para recordarnos que, pese a todo, este sigue siendo uno de los mejores animes de pura acción que podemos hallar en el mercado.
Como siempre, los capítulos pueden dividirse fácilmente por personajes, y en esta ocasión abriremos la veda con la gran sorpresa de esta segunda temporada: Garo. El 'Monstruo Humano', hasta el momento, ha sabido salir 'ileso' de todas las situaciones a las que se ha enfrentado, pasando por una batalla desequilibrada ante Watchdog Man hasta otra en inferioridad numérica y de condiciones ante un grupo de héroes de clase A -y algunos de B-. Esta vez, no obstante, la situación se cierra rápidamente en cuanto a salidas para Garo, y su fin parece estar más cerca que nunca.
Poco tardamos en beber de esta perspectiva al arrancar el episodio con lo que sería la constante durante la totalidad del mismo: una bacanal de golpes, efectos y animación de alto nivel. En esta ocasión, sin embargo, se trata de Silver Fang el que pone la magia, y es que la diferencia de experiencia entre maestro y aprendiz se resuelve como una de enormes dimensiones. A este, además, hay que sumarle la presencia de su hermano Bomb, y juntos nos dejan con una perfecta demostración de las artes marciales que Saitama había estado buscando para quitarse el aburrimiento de encima.
Durante este pequeño período de tiempo entre golpe y golpe recibido por Garo, se nos revela la totalidad de su historia, la cual confirma el contorno gris que dibuja al personaje. A pesar de que la sociedad le valore ya como un monstruo, y de que él mismo declare querer ser el más temido de todos, la realidad es que el objetivo de Garo en sus orígenes fue solo uno: eliminar las barreras entre el bien y el mal que tanto le habían atosigado de pequeño. ¿Quién representa el bien? ¿Aquel reconocido por la sociedad a pesar de que sus actos puedan ser crueles? ¿Y el mal? ¿Corresponde únicamente al que hace actos malignos? ¿O se trata de una excusa en ocasiones para apuntar al más débil?
En pleno debate, no obstante, no podemos olvidarnos de la figura de Genos, el cual cuenta con su propia meta a perseguir. Mientras que el camino de Garo le obliga a pasar por el tramo de la fuerza para poder demostrar su punto, en el que caso de Genos la propia fuerza se trata del punto a demostrar. Con la 'huida' de Garo a manos de la Asociación de Monstruos -los cuales parecen tener planes para él-, aparece repentinamente la figura del Ciempiés Anciano, uno de los mayores baluartes de las fuerzas del mal que ha sido escogido a dedo debido a la configuración de héroes de clase S que se hallaban midiéndose a Garo.
Este hecho, el de haber estudiado a los héroes y seleccionado en consecuencia al Ciempiés Anciano como el candidato adecuado para eliminarlos, no hace más que seguir mostrando el reflejo de la equivalencia de una Asociación y otra. Además, resulta inevitable apreciar la relación con el mencionado punto de Garo, y es que si se dejan a un lado los conceptos del bien y el mal, en ocasiones las acciones de ambos bandos no son más que reflejos en una distinta cara de la moneda -sobre todo si tenemos en cuenta la poca seriedad que representa el organismo de la Asociación de Héroes-.
Volviendo al plano que nos corresponde, Genos decide que es el momento de demostrarse a sí mismo que puede luchar contra monstruos tan temibles como el Cimpiés Anciano u otros de una categoría similar. En esta intención -posterior al increíble ataque combinado de Silver Fang y Bomb-, Genos luce un impresionante despliegue de habilidades y, sobre todo, fuerza de voluntad. Ciertamente, junto a Garo podemos considerar a Genos los dos grandes rostros de "One Punch Man 2", pues dejando a un lado cierta excepciones como el mencionado Silver Fang, estos dos han sido los encargados de elevar el nivel de la acción una y otra vez durante la temporada.
De este modo, a pesar de que Genos pone todo su corazón y empeño en el objetivo que tanto busca, la cruda realidad es que no consigue estar a la altura del Ciempiés Anciano. Es en este punto en el que reluce la figura de Saitama como pocas veces esta temporada, pues un puñetazo cargado de estrés nos deja con un impresionante efecto de desintegración por el cual el enemigo se ve ya incapaz de hacer uso de sus asombrosas habilidades regenerativas. Consecuentemente, se demuestra que los cálculos de la Asociación de Monstruos, los cuales parecían acertados y con el Ciempiés cerca de eliminar a algunos de los héroes más famosos, no han podido tener en cuenta el factor Saitama, un valor que ningún estudio es capaz de recoger.
Así pues, "One Punch Man 2" logra finalizar su emisión con una nota al alza que en estos dos últimos episodios ha conseguido borrar prácticamente todo recuerdo de la irregularidad que ha marcado estas últimas semanas. Veremos, pues, cómo en el retorno del anime -algo aún no especificado- llegan tanto Genos como Garo, los cuales parecen estar rozando una pequeña fracción de su poder todavía -sobre todo este último-. Similarmente, veremos si la tercera temporada mantiene al equipo de J.C. Staff o si por el contrario vuelve a realizarse un cambio de la licencia.
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