Muchas veces en el mundo de los videojuegos aparecen historias tristes, otras hilarantes, e incluso emotivas, pero la categoría de estrafalarias son las que más llaman la atención, y es aquí entra esta.
Corría una calurosa noche de agosto de 2014 cuando un hombre de 23 años jugaba plácidamente con un amigo a los videojuegos y, de repente, llegó la novia extenuada de un largo día de trabajo. Después de más de 10 horas de curro, la mujer exigía un poco de tranquilidad en su casa para canalizar todo el estrés reprimido durante el día, y lo único que no quería era el atenazante barullo que supone el repiqueteo de las balas colisionando contra cualquier objeto, o la extasiada afición de un partido de fútbol en el salón. Para evitar las objeciones de la novia durante la noche, el hombre le preparó un té un poco especial, con sedante incluido.
"Yo sólo le puse cuatro o cinco gotas en su té", admitió el chaval el día posterior al crimen. El juez le sancionó con una multa de 500 euros por causar un "daño físico premeditado". Como podréis evidenciar, la pareja ya no convive junta y abandonó la relación por problemas concernientes a las drogas.
Desde Areajugones respaldamos la cívica mutua convivencia entre parejas que tienen que aprender a establecer horarios y respetar tanto la franja horaria dedicada al ocio como al descanso. Este tipo de conductas son las que lacran la reputación de los videojuegos y los tachan de adictivos y destructivos. ¿Qué opináis vosotros, jugones?
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