Arthur Conan Doyle creó a Sherlock Holmes en 1887, y a día de hoy se puede considerar que es uno de los personajes literarios más importantes dentro de su género. Su figura de persona alta, con extrema delgadez, y con una actitud fría, irónica e inquieta, consiguió que los lectores simpatizaran con el famoso detective y su forma de desmarcar los planes maquiavélicos de sus enemigos. Toda esta fama no ha caducado de un tiempo a esta parte: las películas protagonizadas, otros proyectos televisivos, obras de teatro y por supuesto videojuegos, han mantenido la esencia de Sherlock Holmes y su inseparable amigo el Doctor John H. Watson, como una llama que no se apaga.
Delante de nosotros tendremos una vez más el control en cinco casos verdaderamente absorbentes y que no bajan su nivel en ningún momento. Desde que nos ponemos el traje de faena, observamos que el videojuego parece mucho más maduro, moderno y adaptado a la aventura gráfica convencional con un personaje más propio de un subgénero de aventura que galopa entre la comedia y la novela negra. En especial somos conscientes de dichos cambios cuando observamos la actitud de un Sherlock Holmes algo más humano, bromista y dicharachero; una figura que contrasta con la imagen que se le otorga en libros como Estudio en Escarlata o El Sabueso de los Baskerville, la del fantoche arisco y poco jovial, que sólo pone en el punto de mira su trabajo y nada más. Frogwares, creadores de aquel Sherlock Holmes: Crimes & Punishments, han valorado un error que nos escamo a muchos usuarios en las anteriores entregas y es precisamente eso, el de dotar al jugador de momentos donde el drama, el misterio y la comedia se pudieran dar la mano.
Siguiendo aquella premisa que nos invitaba a jugar la anterior entrega del popular personaje, este Sherlock Holmes: The Devil's Daughter nos presenta un título donde estarán vigentes cinco casos que deberemos resolver a medida que otra historia más personal, se va volviendo otro problema realmente sesudo para la mente de nuestro protagonista. Los casos que nos encontramos repiten esas sensaciones de ser un auténtico relato inspirado en la pluma de Conan Doyle, pero en esta ocasión se aderezan con una puntilla más trepidante, la cual mueve la acción que podamos encontrarnos en los disimiles casos. Es innegable comentar que en los diferentes casos la trayectoria del misterio a resolver situarán toda nuestra atención en resolución de pistas, unir ideas o interrogar a diferentes personajes; más tarde de repetir dicha secuencia tendremos acción que consistirá desde huir de un tiroteo en el bosque, a una persecución manejando a otro personaje distinto al popular Sherlock. Pero toda esta acción tiene un problema, y es que en muchas ocasiones se nota un pequeño forzamiento a la hora de meter ciertas secuencias, como si a Frogwares le hubiera dado miedo una crítica a ese aspecto que tanto echamos en falta en Sherlock Holmes: Crimes & Punishments. Dicha acción suena disparatada, fuera de lugar y hasta incordiante, en un caso donde teníamos todas las de ganar por medio de una encerrona inteligente y no basada en una vil trayectoria centrada en QTE o acciones verdaderamente inútiles.
Aún así, si dejamos de lado más mejorable en la jugabilidad del título, Sherlock Holmes: The Devil's Daughter basa toda su alma en la resolución de casos mediante la exploración, las pistas y los interrogatorios. En estos últimos será imprescindible indagar en la apariencia del interrogado, para luego poder contestar en base al estudio que le hayamos hecho debidamente: tal es así, que deberemos comprobar cualquier detalle de su cara, un objeto que lleve bordado en la camisa, o el pequeño corte que guarda en una de sus muñecas. Son esos pequeños detalles los que nos hacen ponernos en la piel de un detective, y como tal, Frogwares no ha querido desaprovechar la oportunidad y nos ha ofrecido todo un catálogo donde apuntar nuestras pintas e intentar unirlas en pos de crear una solución a nuestro misterio. Para llegar a dichas soluciones, nos centraremos en explorar los escenarios en busca de objetos, pistas o textos que nos ayuden en la investigación. No me resulta especialmente atractivo el hecho de que nos ayuden con dos botones que resalten objetos, de esta manera lo único que se consigue es crear un ambiente de juego más enfocado al ámbito arcade y de aventura al uso, que la de una resolución digna de un personaje como Sherlock Holmes. Lo peor en estos casos resulta cuando en diferentes ocasiones nos tendremos que ver obligados por el propio a juego a usar dichos botones: una ley impuesta, que ni mucho menos resulta agradable para el jugador que busca una experiencia de juego más inmersiva y dotada de todo el encanto de una investigación.
Dentro de la propia jugabilidad, habrá también momentos que resultan un auténtico acierto. Toda buena novela negra incluye momentos donde la improvisación es parte del atrezzo, y en este título dichas improvisaciones están presentes. Así pues, podremos estar tranquilamente investigando un caso y por arte de magia vernos obligados a hacernos pasar por un limpiador de zapatos; la escena dará lugar a un minijuego donde podremos salir con muchos índices de sospecha o con un alto agrado por parte de nuestro objetivo principal. Es digno de resaltar, que en otras ocasiones los minijuegos aparecerán como una parte de la historia donde sentirnos integrados con nuestro personaje al 100%: desactivar bombas, resolver un acertijo maya o poner el oído en pos de descubrir secretos prohibidos, serán parte de nuestras tareas a realizar dentro de este Londres tan singular.
Como en todo buen juego de investigación, Sherlock Holmes: The Daughter's Devil añade una mecánica donde las posibilidades de terminar un caso pueden ser totalmente diferentes. El espacio de deducción nos hará que esas posibilidades puedan darse: a medida que coleccionamos pruebas tenemos un panel donde se irán apuntando poco a poco, de nuestra elección al conectarlas depende que, por ejemplo, un personaje acabe muerto o se pase años y años en chirona pudriéndose por sus pecados. Está claro que nuestra elección puede ser correcta o incorrecta, y de hecho, saldremos de dudas siempre con una evaluación a nuestra investigación al final de cada misión.
Una de las cosas que más me llamó la atención en la anterior entrega de las aventuras protagonizadas por Sherlock Holmes, era la posibilidad de ponernos en la piel del detective en primera persona con sólo pulsar un botón. Si en aquella ocasión ya pudimos comprobar que lucía de lujo, en esta nueva entrega será una de las bazas principales para sentirnos en todo momento dentro del juego. La primera persona, otorga una capacidad inmersiva que funciona a las mil maravillas cuando damos algún que otro paseo por Londres en busca de algún minijuego, pistas para nuestro caso, o simplemente porque nos apetece perdernos por sus calles. Ayuda también bastante en la mejora gráfica que ha sufrido el juego con respecto a su predecesor; a pesar de que utiliza el motor Unreal Engine 3, en esta nueva aventura vemos mejor recreados los edificios y a los propios personajes, aunque eso sí, lamentablemente los movimientos faciales vuelven a ser algo pobres. Está claro que tampoco esperamos que Sherlock Holmes: The Daughter's Devil tenga el nivel técnico que ofrece Uncharted 4: A Thief's End, pero sí que nos gustaría que de una vez por todas en el siguiente título ofrecieran una captura de movimientos más adecuada a la época que presenciamos actualmente.
A nivel sonoro cumple correctamente dentro de sus limitaciones. Las piezas musicales se tornan como una protagonista más sólo en momentos donde la acción más trepidante hace acto de presencia, y sencillamente es algo que queda perfectamente. Más allá de dichos momentos, la música será nula o si acaso aparecerá de forma suave o espontánea cuando la escena así lo permita.
Cuando uno termina con todos los casos y se precipita a dar una opinión sobre el juego, acaba con la sensación de que es un título donde premia la desconexión de todos aquellos videojuegos que pueblan actualmente el mercado. Sherlock Holmes: The Devil's Daughter no es una aventura gráfica que siente cátedra, ni siquiera quiere sentirse así. Cuida el argumento como pocas aventuras gráficas de hoy en día saben hacer, se empeña en mejorar entrega tras entrega lo mostrado en años anteriores y lo que es mucho mejor, deja un sabor verdaderamente gustoso que invita a conocer más los aspectos más literarios de las aventuras de Sherlock y Watson; aquellas que Arthur Conan Doyle escribió con la ilusión de que hoy en día la novela de investigación pudiera seguir teniendo adeptos.
yyy
Y yo aún con el 1 pendiente de jugar instalado en la Xbox One (pegadme latigazos)
Siempre me han gustado los libros de Sherlock Holmes, pero nunca me he metido con estos juegos. Este parece que tiene buena pìnta, así que a lo mejor cae a lo largo del verano 😀
Te recomiendo jugar a casi cualquier juego de la saga. Este me ha gustado bastante, pero por ejemplo siempre tendré en un hueco de mi jugón corazón el mítico 'Los Archivos Secretos de Sherlock Holmes: El Caso del Escalpelo Mellado', de 1992.
Elemental, mi querido watson
Creo que estos juegos pecan de tener poca. El día que la licencia la coja otra compañía es posible que rompan el estilo de juego, pero seguro que intentan dar más espectaculo.
Sé que son aventuras gráficas pero con Crimes & Punishment yo me acabé aburriendo.
Que pasada! En verdad la saga de Sherlock Holmes me gustaría jugarla. Es un personaje que me trae muy buenos recuerdos.
Tras Crimes and Punishments le tengo muchas ganas a éste! Pero eso de que Sherlock sea padre me echa un poco para atrás, aunque el final de The Testament me gustó bastante
No es mi género preferido, aunque no tiene mala pinta tampoco...
Me llamó la atención la calidad de las texturas y los escenarios en general, aunque como dices hay esos problemillas de las expresiones faciales y cierta facilidad para resolver los casos