Todo el mundo tenía ya en mente a Xbox One X como la consola más potente del mercado. Según sus especificaciones, no habría dudas de que dicha consola sería impetuosa y pura potencia. La cuestión es que la cosa no se quedaría aquí según unas declaraciones de Mike Ybarra, vicepresidente corporativo de Microsoft, ya que la consola estaría a medio camino de conseguir la certificación HDMI 2.1.
Así sin más no parece nada que vaya a afectar en gran medida a la próxima consola de Microsoft. El caso es que no podríamos estar más lejos de esa afirmación. Conseguir que la consola incluya el HDMI 2.1 como puerto de entrada significaría que Xbox One X estaría preparada para conseguir resoluciones de hasta 8K y 60Hz. Dicho conector tiene la suficiente eficiencia como para transmitir datos a 48 Gbits por segundo; algo más de dos veces que su hermano menor 2.0, que llegaba a los 18 Gbits por segundo. Disponer de este conector supondría que Xbox One X además de poder llegar a la resolución y tasa de refresco de imagen mencionada, también estaría preparada para llegar a los 4K a una tasa de refresco de 120Hz.
El vicepresidente aseguraba a través de un tweet, que dispondrían de dicha certificación para finales de noviembre. Insistía que si no es a corto plazo, que lo tendrían para antes del lanzamiento de la consola el 7 de noviembre. Pero profundicemos más en este HDMI 2.1.
Entonces, disponiendo de este conector, ¿estaría la consola capacitada para alcanzar los 8K 60Hz? Bueno, estaría preparada si, significando que con la evolución de los fabricantes de televisores y monitores y la optimización por parte de los desarrolladores en los juegos, dicha consola podría llegar a alcanzar estas cifras de resolución (7680x4.320) y tasa. Aunque siendo realistas, es más probable que Xbox One X alcancé los 8K 60Hz en todo lo relacionado a vídeos y películas y no juegos. Disponer de este conector no garantiza que la consola vaya a alcanzarlos, simplemente estaría preparada para ello si en un cercano futuro se empieza a estandarizar.
Como aclaración, obtener una tasa de refresco de imagen de 60 o 120 Hz no garantiza que los títulos alcancen una tasa de 60 o 120 imágenes por segundo (fps). Son dos conceptos distintos pero que se relacionan con una mejor adaptabilidad de las gráficas y monitores o televisores. Mientras que lo primero indica las veces que la imagen se actualiza en una pantalla por segundo, el último mencionado hace referencia a la cantidad de imágenes que vemos en pantalla en un segundo. Siguiendo un ejemplo, disponer de un monitor de 120Hz y un PC capacitado para alcanzar tasas de imágenes por segundo muy elevadas, supondría que veríamos un título a 120 fps de una forma más suave y fluida que un monitor o pantalla a 60Hz y a la misma tasa de frames.
La cuestión es que si Xbox One X dispone de certificación HDMI 2.1, habría que esperar a que las tecnologías avancen y podamos disponer de televisores y monitores capacitados para ello. Sin duda tecnologías como NVIDIA G-Sync o AMD Free-Sync ayudan a mejorar el rendimiento en la imagen evitando las altas latencias y el tearing (una imagen la cual muestra frames de dos imágenes distintas en un solo dibujado). Así que simplemente nos queda esperar a que la tecnología avance delante de nuestros ojos, algo a lo que ya estamos acostumbrados estos días.
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