Mejorar e innovar en el siempre complicado y trillado mundo de las historias de zombis no es una tarea fácil, pero Undead Labs sigue fiel a sus propias ideas tratando de convencer con una secuela que, no solo parte con la misión de contentar al público en general, sino que cuenta con la presión de ser uno de los exclusivos más importantes del año para todas las consolas de Microsoft y dispositivos con Windows 10.
Supervivencia zombi de mundo abierto suena muy bien, pero la práctica no es nada fácil. La primera entrega vio la luz en 2013 y tres años más tarde pudimos conocer que el estudio estaba trabajando en la secuela de dicha primera entrega. Ahora y dos años después de conocer la gran noticia tenemos en nuestras manos el esperado State of Decay 2. ¿Habrá conseguido superar las expectativas puestas sobre él? ¿Conseguirá convertirse en uno de los exclusivos más importantes de Microsoft? Os invitamos a acompañarnos en nuestro análisis para descubrirlo.
Desde el principio no debemos esperar una historia perfectamente hilada e innovadora de principio a fin pues aquí no la encontraremos. Partiremos de una de las bases más empleadas en las historias de infestados repitiendo la premisa de la primera entrega, el mundo ha sido víctima de una infección y la humanidad se ha visto mermada en población. Los pocos seres humanos se agrupan en comunidades afincados en distintos emplazamientos que deberán emplear todo lo que nos ofrece el mundo abierto para sobrevivir.
Aquí es donde viene uno de los puntos fuertes del juego y es que deberemos crear nuestra propia comunidad de supervivientes reclutando personajes y objetos para conseguir abordar las hordas de zombis que no dudaran el hacernos la vida imposible. Nada más empezar deberemos escoger una de las cuatro parejas de personajes que se nos ofrece para iniciar la aventura. Pero ojo, cada personaje tiene estadísticas diferentes y la relación de cada pareja es completamente distinta afectando al desarrollo de la historia de una manera diferente en cada partida algo muy muy interesante favoreciendo la rejugabilidad del título.
Volviendo a la base principal del juego, el mismo nos propone crear un emplazamiento adecuado para la supervivencia lo cual nos obligará a buscar recursos constantemente en casas, nuevos emplazamientos y lugares y hasta derrotando zombis. Todo vale para conseguir que no disminuya la moral de nuestro personal ya que de hacerlo los supervivientes podrían morir tirando por tierra todo nuestro trabajo. Un trabajo que, dicho sea de paso, puede resultar repetitivo y monótono así mismo el sistema de crafteo se antoja excesivamente lento en algunas ocasiones.
El mundo de State of Decay 2 está muy vivo o muerto según se mire los zombis nos esperaran prácticamente en cada esquina y nuestra habilidad se pondrá a prueba en cada nueva avanzadilla. Aquí es donde nos toparemos con uno de los aspectos un poco frustrante y es que el manejo del personaje en algunas ocasiones se antoja un tanto tosco y torpe pues nuestras instrucciones no parecen ser atendidas por el personaje al momento de pulsar el botón.
Como decimos sobrevivir no será fácil y nuestros personajes contarán con una barra de stamina y de salud que variarán según las lesiones que vayamos acarreando tras los diversos enfrentamientos con los no muertos, la cantidad de objetos que llevemos en la mochila y sobre todo el cansancio acumulado, tras correr de forma indiscriminada por todo el mapeado, algo que sin duda dota de mayor realidad al título. Así mismo, resultará de vital importancia ver el mapa, que tendremos desde el principio, para consultar nuevos destinos, presencia de vehículos y nuevos emplazamientos para desvalijar.
Pero como decimos, y resulta importante recalcarlo, deberemos prestar mucha atención al estado de la comunidad para que no decaiga su ánimo, su salud y en definitiva su bienestar. Para ello más allá de matar hordas de zombis a diestro y siniestro deberemos centrarnos en encontrar recursos suficientes algo que volvemos a repetir se tornará repetitivo y pesado. Pero como todo en la vida todo tiene su estrategia y será necesario emplear a los personajes disponibles en distintas aventuras para mejorar sus habilidades e incluso promocionarlos a líderes para acceder a nuevas misiones que dotan de mayor variedad y entretenimiento al juego.
State of Decay 2 es un título de supervivencia en tercera persona con toques RPG que deberemos tener muy en cuenta a la hora de afrontar esta aventura. La gestión de recursos es uno de los aspectos más importantes del título pues obviamente no todo se podrá guardar en nuestras mochilas y deberemos vaciarlas en nuestra base donde nuestros aliados podrán abastecerse de comida y salud. Podremos además reparar armamentos y cambiar de personaje para que los empleados puedan descansar.
Para mejorar los niveles de salud y moral de nuestra comunidad será necesario mejorar nuestra base realizando diversas construcciones dentro de la misma, a cambio de distintos recursos que encontraremos durante el mapeado. Podremos construir desde cocinas hasta camas y enfermería, así como producir recursos indispensables para la vida de la comunidad.
Así mismo será importante reclutar nuevos miembros para la comunidad que nos encontremos en los distintos emplazamientos que pueden aportar nuevas opciones a nuestro equipo pues los mismos pueden contar con nuevas habilidades de las que nos podremos beneficiar a la hora de abordar la supervivencia. Pero cuidado, cuanto mayor sea nuestra base y nuestra comunidad de supervivientes mayor será la cantidad de zombis que atraigamos dispuestos a acabar con nuestra vida. Dichos zombis podremos encontrarlos de diversos tipos, desde los más simples y débiles hasta los más grandes y resistentes pasando por los aulladores que atraerán a otros zombis de forma inmediata.
Otro de los aspectos importantes que debemos tener en cuenta es que, en líneas generales, el aspecto visual del juego luce realmente bien aprovechando una iluminación y juego de sombras muy bien definido que crea una ambientación muy bien conseguida. El diseño de los tres emplazamientos más importantes del mapeado resultan casi idénticos y dan la sensación de poca originalidad y en ocasiones el mundo puede darnos alguna ligera sensación de vacío.
Pero como mencionamos al principio del análisis el movimiento de nuestros personajes es simple y sencillo, aunque la respuesta del mismo en ocasiones resulta imprecisa y no todo lo inmediata que cabría esperar. De igual forma el manejo de la CPU con los personajes aliados resulta muy impreciso y molesto en muchas circunstancias de la aventura. Pero en líneas generales la base de movimiento se encuentra bien definida pudiendo coger diversas armas, correr, saltar y hablar con distintos miembros de la comunidad.
En lo que respecta al movimiento de los enemigos, cada uno cuenta con sus propios recursos pudiendo correr, morder y gritar entre otros. Así mismo los ataques que nos realicen se encuentran bien optimizados y deberemos prestar atención a las hordas para conseguir sobrevivir. En líneas generales gráficamente debemos recalcar que el salto desde Unreal Engine en la primera entrega hasta el empleado con Unreal Engine 4 en esta secuela ha sido todo un acierto y los gráficos cumplen con creces durante esta experiencia de supervivencia.
No así el diseño de personajes y algunos elementos del mapeado en los que realmente podrían haberse esmerado algo más. Por otro lado, el título corre a 60FPS, pero adolece de unas caídas de imágenes por segundo bastante preocupantes al menos en la versión de Xbox One S donde se ha realizado este análisis. Así mismo también tuvimos la oportunidad de probar el título en Windows 10 con un equipo de características altas donde pudimos observar con bastante preocupación la mala optimización del juego en PC junto a ciertos bugs intolerables en ambas versiones del juego donde el personaje y los NPCs hacen movimientos bastante extraños. Así como un apartado sonoro demasiado pobre para un título tan importante como el que nos atañe donde una melodías repetitivas e incluso tristes nos acompañaran, así como unos efectos sonoros poco creíbles durante toda la aventura.
La comunidad de jugadores pedía a gritos la incorporación del modo multijugador que de forma incompresible no se implementó en la primera entrega para un título con unas posibilidades en línea muy apetecibles. La desarrolladora ha cuidado bastante este aspecto en esta nueva entrega llegando hasta un resultado final muy optimo y sobre todo divertido que es lo que realmente importa.
Para acceder al modo podremos unirnos a partidas o solicitar ayuda con la radio, cuando accedemos a la partida de alguien deberemos ayudarlo a mejorar su base, así como ofrecer nuestras habilidades para superar ciertas hordas de zombis de las cuales nos beneficiaremos obteniendo recursos para nuestra propia comunidad.
De igual forma, será casi imprescindible contar con buenos auriculares y micrófono para comunicarnos en el modo en línea y no perdernos a la hora de realizar las misiones en común a las que deseemos acceder. Planificar una buena estrategia será la base para una gran victoria.
State of Decay 2 ha querido ser lo que no fue su primera entrega, la cual supera con creces en casi todos los aspectos, la inclusión del modo multijugador le ha venido de perlas junto al motor Unreal Engine 4 pero el modelado de personajes junto a la cantidad de errores de programación y sobre todo la mala optimización en PC le restan muchos enteros. No es un mal título en absoluto en líneas generales divierte, pero la gestión de recursos resulta demasiado intensa restando diversión al acabado final.
Nos encontramos ante uno de los exclusivos más importantes del año en el plantel de Xbox One que sin duda contentará a los jugadores que busquen divertirse sin pensar más allá, pero para aquellos más puristas les resultará complicado pasar por alto la cantidad de errores presentes en el título.