A Nakaba Suzuki no le importa que su universo esté compuesto por numerosas razas; cada una con sus orígenes, sus dogmas, y sus formas de entender el mundo. "Nanatsu no Taizai" está cortada por un mismo patrón que equipara a Humanos con Demonios, con Diosas y con el resto de Clanes y criaturas fantásticas. Elizabeth ya enarbolaba un discurso en el último episodio de la tercera temporada, que venía a manifestar la tendencia natural de los seres a colaborar y luchar contra las injusticias. Stigma no era una alianza manufacturada ni artificial, sino un medio para defenderse del mal circunstancial. Ese que no responde a un concepto puro, sino a un contexto.
Consecuencias de ser libre
El séptimo episodio vuelve a elevar esta máxima todo lo posible para terminar de cerrar el arco que ha sustentado el regreso del anime durante más de un mes. Gloxinia, a pesar de ser un Hada, tenía en sus manos hacer el mal; pero la templanza de King le permite superar el conflicto moral que el propio Gloxinia no fue capaz de resolver en el pasado. Rou no había actuado más que siguiendo una flema inconsciente. La prueba de Diane responde a mecanismos mucho más conscientes, pero conducen a las mismas conclusiones relativistas. ¿Cometer un error te convierte en villano? ¿Acertar te eleva al estatus de héroe? Ni una cosa ni la otra.
Antes de desatar el nudo, Studio DEEN regala un breve pero intenso combate entre Drole y Zeldris. El Mandamiento más poderoso de los Demonios llegaba para detener los planes de Gowther, aunque en última instancia el Rey de los Gigantes se interponía para permitirle escapar. Con este simple gesto Suzuki gesticula lo que no quiere verbalizar. El misterio de este personaje en silla de ruedas se mantendrá todavía en secreto, para ser completado mucho más adelante en la historia. El viaje de los Pecados al pasado no respondía tanto al deseo de desentrañar esa trama, sino a la intención de otorgarle aprendizaje a los héroes para hacerlos evolucionar.
La decepción que produce este simple hecho es más que evidente. No se puede decir que el inicio de la tercera temporada haya sido amable, y todo el esfuerzo realizado tampoco ha terminado devolviendo la promesa deseada. Ni siquiera el encuentro entre el Pecado y el Mandamiento está al nivel de lo que se espera. Jugar así con las expectativas es un arma de doble filo, pero le permite al mangaka conseguir más oportunidades de sorprender. Y de hecho lo hace. Diane cae rápidamente ante el nivel de poder de su contrincante, y en lugar de ser asesinada, recibe una proposición completamente inesperada. "Soy aquel que toma la magia del Rey Demonio prestada y puede usarla a su voluntad". Zeldris materializa su oscuridad intentando manipular a la gigante de forma muy perniciosa.
Adiós al determinismo
¿En qué contexto alguien como Diane caería en el Lado Oscuro? De entre todos los miembros del grupo protagonista, esta es probablemente la que cuenta con una mayor fuerza de voluntad. No sorprende que ni los intentos de empatizar que ejecuta el villano le sirvan de nada; que el juego dialéctico se le vuelva en su contra. La gigante consigue alcanzar ese nivel de empatía que Elizabeth esgrimía para homogeneizar bandos, y que convierte a Meliodas en un líder impertérrito. Drole, alguien de tamaño descomunal, que encaja en la definición clásica de antagonista, cae de pronto en una zona gris que le libera de todos esos estigmas.
"Huir es peor que la muerte para un gigante". Sus palabras resuenan con fuerza en la caverna. Diane se percata que en realidad no es tan diferente a aquel al que previamente temía. Es en esta ocasión la raza lo que los une, pero, al contrario de lo que propone el pensamiento clásico, no los condiciona. A Drole sí le ató empujándole a tomar una decisión de la que todavía se arrepiente, pero la Pecado consigue hacer valer su libre albedrío. De acuerdo a las normas de los viajes en el tiempo, sea cual sea la opción elegida, la gigante no puede volver al presente; o muere, o se convierte en Mandamiento, y queda atrapada reviviendo el pasado de su captor. La única forma de ganar el juego es salirse del mismo. Y eso es lo que hace Diane al escapar de Zeldris sin respuesta alguna.
La resolución es increíblemente tramposa, y no aclara en absoluto cuál es la salida a esa problemática propuesta por el propio Suzuki. Parece que este, cansado de sobrevolar la misma trama y personajes durante semanas, decide cortar por lo sano tomando el camino más bananero y zafio. Ahora toca mirar ya hacia el devenir del presente. Diane recupera sus recuerdos, y le declara su amor a King. Gloxinia se reencuentra con Gerheade, y el episodio se enfanga por momentos en un tono pasteloso casi insoportable. El vado es al menos breve, y "Nanatsu no Taizai" recupera pronto su dirección y estilo.
Conclusión
Con los Siete Pecados reunidos por fin tras más de una temporada, las leyendas de esta saga pueden seguir haciendo funcionar la historia. Gowther se reencuentra con su pasado al mantener una conversación con la Diane entendida en la promesa de su creador, y decide huir alentado por una llamada desconocida. Meliodas recupera su posición como líder, y cierra simbólicamente ese spin-off que ha hecho justicia con dos personajes maltratados por la trama principal. ¿Se mantendrá el equilibrio a partir de ahora?
Nakaba Suzuki por fin llega al cierre del arco con el que dio inicio a la temporada, pero no consigue mantener el nivel esperado tras tanto desarrollo. Mientras Diane sí logra elevar su estatus y apropiarse de una imagen heróica, el cierre narrativo del episodio no termina de escapar de la torpeza.
La resolución de Diane y su determinación
Cierre de subtramas que llevaban temporadas abiertas
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