Las redes sociales no son buen medio para el debate; solo amplifican el efecto cámara de eco, e intensifica los sentimientos más cainistas. A Martin Scorsese y Bob Iger les ha costado dos meses darse cuenta de esto, y ahora por fin dan un paso al frente para intentar solucionar una de las polémicas más candentes de todo el año; la diatriba sobre la cualidad y calidad cinematográfica de las películas Marvel. La conciliación intentará poner punto y final a los exabruptos de ambas partes. ¿Cómo?
Aprovechando su nombramiento como empresario del año, el CEO de Disney revelaba a la revista TIMES la existencia de una reunión en la que se intentarán limar asperezas. Iger por el momento no daba una fecha concreta, y es muy posible que no lo haga, pero sí ponía la primera piedra para poder solucionar el asunto. Hasta entonces, el ejecutivo seguirá defendiendo sus postulados. De hecho, en la propia entrevista con el medio, calificaba los insultos que ha recibido el equipo de Kevin Feige como "desagradables" e "injustos para la gente que está haciendo las películas".
La reportera Belinda Luscombe señalaba que Iger "no suele hace caso a los comentarios". Es más, la única película de Marvel que se ha utilizado continuamente como refutación ante la opinión de Scorsese ha sido la cinta de Ryan Coogler. "Cuando se acusa a [Bob Iger] de no correr riesgos, Iger señala a 'Black Panther', la cual considera uno de los cinco logros más importantes de su carrera". ¿Servirá la reunión para llegar a un punto de acuerdo?
Los ataques intercambiados durante semanas ponen en duda la utilidad de este encuentro. Todo se remonta al pasado octubre, cuando el cineasta aseguraba que las producciones de Marvel no eran "cine". Poco después Feige respondía asegurando que Scorsese probablemente nunca había visto una de sus películas, y sugería que podría convencerlo con una copa de vino. En noviembre, el director publicaba una incendiaria columna para The New York Times en la que reforzaba diques de opinión.
La lucha entre ambas partes proseguirá ahora en Los Ángeles. Scorsese acude a la próxima gala de los Oscar como favorito gracias a "El Irlandés", mientras que Marvel intentará rascar alguna estatuilla técnica con "Vengadores: Endgame". No será una afrenta directa, pero sí una excusa para continuar con el teatrillo.
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