Mientras los fans de Konami siguen manteniendo la esperanza de ver nuevas entregas de sagas tan queridas como Castlevania o Silent Hill, parece que la entidad nipona tiene otros planes, pues hace unos días desvelaron al mundo su nuevo programa de distribución de videojuegos indies y AA desarrollados por compañías externas. Este anuncio pilló por sorpresa a todo el mundo, y además de compartir sus intenciones, Konami aprovechó para abrir la veda con la publicación del videojuego Skelattack.
Este título indie ha sido desarrollado por el estudio estadounidense Ukuza durante cuatro largos años, y gracias al último empujón otorgado por la compañía japonesa, ya se encuentra disponible para PlayStation 4, Xbox One, PC y hasta para Nintendo Switch. ¿Ha tenido Konami un buen debut como editora de proyectos más modestos? ¿Merece la pena darle una oportunidad a Skelattack? Es hora de responder a estas preguntas.
Muchas ideas pero también conformismo
Esta aventura se ambienta en Underworld, un lugar en el que todo aquel que muere en el mundo de la superficie, vive una segunda vida en compañía de otras muchas criaturas de lo más pintorescas. El protagonista principal es Skully, un recién fallecido en forma de esqueleto que vive pacíficamente en la aldea de Aftervale con su amiga Umber, un murciélago, pero un buen día sus vidas cambian por completo cuando el esqueleto más anciano y sabio de todos es secuestrado por los humanos.
A partir de este momento tomamos el control del personaje y nos adentramos en varios escenarios repletos de desafíos y peligros, por lo que es de suponer que a lo largo del camino se obtendrán poderes que nos ayudarán a hacer el camino más llevadero, ¿verdad?. Aquí es donde entran algunos de los personajes secundarios que conocimos en Aftervale, los cuales están repartidos por el mapa y nos conceden hasta cuatro habilidades especiales distintas. Por desgracia no todas son igual de útiles, ya que mientras la magia de curación es casi imprescindible para superar a los enemigos más duros, otros elementos como la embestida o el bumerang carecen de utilidad a no ser que se nos obligue a echar mano de ellas de forma muy puntual.
Y cuando digo que la capacidad de regenerar salud es casi imprescindible, básicamente me refiero a los momentos en los que nos enfrentamos a los jefes de cada sección. Estas batallas son muy similares a las de los videojuegos de la saga Mega Man (más facilonas eso sí), por lo que si alguna vez habéis jugado a alguno, ya os podéis imaginar por qué hace falta ir con pies de plomo y no dejar de moverse para esquivar de todo. Por lo demás, el nivel de exigencia del juego no es para nada elevado y rara vez me he atascado con algún desafío en particular.
Aquí es donde radica el mayor problema de Skelattack. Encontrar la muerte a lo largo del juego es muy sencillo, y cada vez que sucede, perdemos una determinada cantidad de unos cristales acumulables que se pueden canjear por mejoras. Lo que pasa es que a pesar de morir tantas veces, la penalización que nos imponen resulta muy poco significativa, ya que tras pasar una hora jugando uno se da cuenta de que realmente no es “crucial” aumentar la barra de salud de Skully, entre otras cosas. Si Skelattack nos obligase a jugar con muchísimo más cuidado para intentar no ser abatidos y evitar perder todos nuestros cristales (que por cierto pueden recuperarse unos pocos del lugar donde hayamos caído), las sensaciones serían muy distintas.
Entretenimiento asegurado
En cuanto al diseño de niveles y al “plataformeo”, he de decir que aunque no haya sudado sangre para avanzar hasta el final de cada escenario o acceder a algún escondido, lo cierto es que en todo momento se mantiene un buen ritmo y resulta muy entretenido ir encadenando saltos a la vez que esquivamos o atacamos a enemigos. También se han implementado algunos elementos típicos del género metroidvania a la hora de necesitar habilidades u objetos específicos para entrar a zonas que antes eran inaccesibles, sin embargo se profundiza tan poco en este aspecto que termina pasando muy desapercibido en el gameplay.
Para añadir mayor variedad al conjunto, en ocasiones Ukuza nos brinda la oportunidad de cambiar de personaje y pasar a controlar a Umber. Gracias a sus alas y a su pequeño tamaño, puede colarse en sitios estrechos a los que Skully no puede entrar y como si de Flappy Bird se tratase, tenemos que ir pulsando un botón para que el murciélago vaya avanzando poco a poco. Aquí el timing es crucial y el nivel de exigencia ofrecido está mucho mejor medido.
En lo que respecta a los combates estamos ante otra mecánica que se ve afectada por la facilidad de encontrar la muerte y revivir sin tener que preocuparse por consecuencias mayores. Aunque un enemigo esté custodiando una sección muy específica por la que necesitemos pasar y nos liquide en varias ocasiones, siempre podemos volver prácticamente al instante y muy cerca de él para quitarle la vida que le quedase. En este caso tampoco ayuda la enorme cantidad de checkpoints que hay presentes a lo largo de la aventura, que no hacen otra cosa que facilitar aún más el avanzar por los niveles sin preocuparse por la barra de salud.
Terminar Skelattack me ha llevado unas 5-6 horas, y aunque me paré bastante para comprobar a dónde daban algunas rutas secundarias, todavía me quedaron algunos coleccionables por encontrar. Para aumentar la duración e incitar a la exploración total, Ukuza ha implementado algunas tareas secundarias en las que hay que ayudar a personajes secundarios (algunos son agradecidos y nos recompensan) y varios objetos esparcidos por los distintos escenarios. Por una parte es posible hallar materiales que ayuden a mejorar la espada de Skully, y por otra existen varias páginas que añaden un poco de lore al mundo del juego.
Visualmente, Skelattack es un título que sabe desprender gracia y mimo por el diseño de sus personajes. Cabe destacar en especial la aldea de Aftervale, el sitio que visitamos en los primeros compases del juego y que transmite simpatía por doquier, así como su filtro de imagen que irremediablemente nos recuerda al que usaban los dibujos animados de antaño. La banda sonora acompaña correctamente a la acción y generalmente casa con lo que está sucediendo en pantalla, aunque con algún momento muy puntual en el que se crea contradicción con lo que se lee en los textos y la melodía que suena de fondo.
La historia se nos cuenta enteramente a través de diálogos en inglés y lo cierto es que nos hubiese gustado ver conversaciones con algo más de “gancho”, y más cuando se encadenan varias de ellas durante largos minutos en los que realmente no se nos cuenta nada más allá de lo que ya sabíamos o sospechábamos.
Un esqueleto muy sencillo
Skelattack es un videojuego que va a lo que va, su objetivo es entretener al usuario durante varias horas y es algo que logra con creces. Sin embargo, por el camino se dejan entrever planteamientos interesantes e ideas en las que se termina profundizando más bien poco, y es por ello que me deja una sensación de conformismo y no querer ir más allá en un proyecto que podía haber dado más de si.
Si buscáis un título modesto que aporte buenas dosis de plataformas y toques de acción, Skelattack cumple todos los requisitos, y os aseguro que gracias a su carismático estilo visual y a algunos de los desafíos que presenta, os mantendrá pegados al mando hasta que salten los créditos.
Un plataformas con toques de acción que se conforma con entretener durante varias horas y no aspira a algo más. Sabe mantener el ritmo, pero a medida que avanzamos se van viendo elementos que podrían haber dado más de sí, y de haberse trabajado en mayor medida sobre ellos, el resultado final podría ser muy diferente.
Jugabilidad
Duración
Dificultad
Apartado visual y sonoro
Resulta entretenido de principio a fin
Visualmente desprende mucha gracia
Se echa en falta un mayor grado de exigencia
Las habilidades podían haber dado más de si
Elementos metroidvania y otras ideas interesantes terminan quedándose a medias
Redactor de anime y videojuegos en Areajugones. Suelo hablar bastante de Chainsaw Man, One Piece y Hunter x Hunter, aunque también doy cobertura a muchas otras obras. En cuanto a juegos podéis contar conmigo para todo lo que sea Kingdom Hearts o actualidad en general.