En la actualidad existen cientos y cientos de proyectos de carácter indie. Lamentablemente muchos de ellos ni siquiera llegan a oídos de la comunidad ante la falta de fuentes de financiación o por cualquier otro tipo de contratiempo que hace que su desarrollo no sea el deseado. Para que un videojuego se dé a conocer, además de presentar una fórmula que funcione, debería tener alguna característica que lo haga especial o al menos que provoque una diferenciación del resto. Este es el caso de juegos como Return of the Obra Dinn, Sayonara Wild Hearts o el propio Mundaun, del cual os voy a hablar a continuación; todas son obras que contienen elementos que los hacen únicos.
Los Alpes pueden ser muy inquietantes
En esta aventura desarrollada por Hidden Fieldsviajamos hasta una localización que no suele contar con demasiadas representaciones en el mundo de los videojuegos: Los Alpes. El protagonista de esta aventura es Curdin, un hombre que tras enterarse de la trágica muerte de su abuelo, deja la gran ciudad para viajar hasta Mundaun, una pequeña localidad de las montañas suizas. Para sorpresa de este joven, el fallecimiento de su querido abuelo está rodeado de demasiados misterios, y los lugareños parecen ocultar más de un secreto relacionado con el suceso.
Tal y como cabría esperar, la exploración es uno de los pilares sobre los que se mantiene la jugabilidad de Mundaun, y desde los primeros minutos de partida ya se ofrece una gran libertad de movimiento. En este título la interacción con los habitantes del pueblo no es lo verdaderamente importante, ya que la verdadera gracia del apartado jugable reside en el hecho de recorrer los escenarios a tu ritmo, sin presiones, registrando todos los rincones en busca de indicios, pero eso sí, todo ello se realiza bajo una atmósfera inquietante bastante bien construida.
Para avanzar y desbloquear nuevas zonas del mapa es necesario superar ciertos rompecabezas, y aunque sí que estoy satisfecho con el número total de desafíos, he de decir que echo en falta un mayor nivel de dificultad a la hora de encontrar las soluciones correspondientes. Casi todos los puzzles se basan en la exploración y en encontrar los objetos que den las pistas importantes para solucionarlos, por lo que la presencia de algunos retos que imponen que el jugador se pare a estrujarse los sesos habría añadido una variedad de situaciones que sentaría muy bien al desarrollo de la aventura.
No obstante, Mundaun termina siendo un videojuego bastante entretenido que sabe picar la curiosidad del que está sujetando el mando, y gran parte de este logro se debe a su ambientación. Michel Ziegler es el creador de esta aventura, y a la hora de desarrollarla volcó gran parte de sus propios recuerdos en la localidad de Mundaun. El autor pasó muchos meses en esas montañas, se relacionó con los lugareños y recorrió los rincones más oscuros en busca de secretos, por lo que es normal que haya sido capaz de crear una gran ambientación que se sienta tan auténtica y que no hizo otra cosa que meterme de lleno en la trama.
Mecánicas desaprovechadas y mucha naturalidad
El argumento se divide en varios días, y la transición utilizada para pasar de uno a otro es el mero hecho de entrar en una “zona segura”, las cuales son casas, y echarse a dormir. Y si aquí hablo de seguridad es porque en el exterior existen varios peligros aguardando entre las sombras. Sí, en Mundaun hay enemigos e incluso mecánicas de combate, pero la verdad es que estas extrañas criaturas apenas suponen una amenaza; se puede pasar fácilmente a su lado sin levantar sospechas, y en caso de que nos detecten, huir de ellas también es coser y cantar.
Ziegler quiso implementar elementos de terror en su aventura, y pese a tener una atmósfera inquietante, la inteligencia artificial de los enemigos no está a la altura para lograr lo que pretendía. Sin ir más lejos, una de las mecánicas que a priori era de las más atractivas, terminó pasando completamente desapercibida. Los enemigos y las situaciones angustiosas provocan que Curdin tenga miedo y pueda llegar a entrar en estado de pánico, cosa que afecta a la velocidad de movimiento del personaje. De funcionar bien, escapar de las criaturas sería más complicado y, por ende, más divertido, por lo que es una lástima que no se aprovechase esta función.
¿Y qué hay de las actividades secundarias?. En mi caso tardé unas 8 horas en finalizar Mundaun, llegando a pararme bastante con la finalidad de buscar secretos y explorar todos y cada uno de los rincones del mapa. Gracias a esto puedo confirmar que hay algunos elementos ocultos ciertamente interesantes, como participar en un minijuego de carreras en trineo o encontrar los objetos que mejoran los atributos de Curdin, entre los que destaco la preparación de café para adquirir más resistencia al miedo. Esta actividad añade mucha naturalidad y demuestra la atención por el detalle que se tuvo a la hora de diseñar el mundo del juego, teniendo que llenar una olla con agua, calentarla con leños ardiendo, etc. Además, dependiendo de ciertas decisiones es posible desbloquear varios finales para la aventura del protagonista, algo que anima a comenzar una nueva partida.
Un mundo dibujado totalmente a mano y a lápiz
El aspecto diferencial que comentaba al principio del artículo reside en el apartado visual de Mundaun. Como se puede apreciar por las capturas o el propio tráiler, absolutamente todo lo que aparece en pantalla fue dibujado a lápiz por el propio Ziegler, y el resultado obtenido es sencillamente espectacular. Los escenarios a carboncillo otorgan una gran personalidad al videojuego y dejan estampas dignas de ser apreciadas. Además, considero muy reseñable el gran mimo que se puso a la hora de cuidar hasta los detalles más pequeños. Subirse a un muvel, darle a la llave para encender el motor, escoger una cadena de radio o poner y quitar las luces son acciones muy cotidianas que vuelven a añadir mucha naturalidad al conjunto, y eso es algo que se agradece al moverse por una ambientación tan “hogareña” como esta.
La música tiene un valor casi testimonial en la mayor parte de las secciones de exploración, reservándose para los momentos más tensos o las secuencias más vibrantes de la trama. Las melodías se encargan de añadir un poco de terror psicológico, pero donde brilla de verdad el apartado sonoro es en esos momentos de calma en los que te mueves por el pueblo de Mundaun. Una vez más, la naturalidad brilla por encima de otros apartados. Además cabe señalar que el juego está traducido al castellano y sobre todo que todos los personajes hablan en Romansch, una lengua autóctona de esta zona de los Alpes suizos.
Conclusión
Mundaun es una aventura que se centra en la exploración, la naturalidad y en contar una historia llena de misterios que entretiene al jugador de principio a fin. Hidden Fields realizó un gran trabajo a la hora de cuidar los pequeños detalles y al elaborar un apartado visual tan único, sin embargo la experiencia se ve algo lastrada por una inteligencia artificial pobre y unos puzzles demasiado orientados a avanzar por los escenarios en busca de pistas.
Mundaun es una aventura que derrocha mucho cuidado por los pequeños detalles y que presenta una gran naturalidad tanto en escenarios como en mecánicas jugables. La historia sabe atrapar al jugador, lo cual motiva a explorar cada rincón del mapa, sin embargo hay aspectos que no terminan de funcionar como debería y acaban siendo un lastre en ciertos momentos de la partida.
Historia
Jugabilidad
Apartado Gráfico
Sonido
Diversión
Ambientación que por momentos llega a ser muy inquietante
Los escenarios dibujados a lápiz son todo un regalo para la vista
La exploración no se vuelve tediosa en ningún momento
La naturalidad y el cuidado por los pequeños detalles
Redactor de anime y videojuegos en Areajugones. Suelo hablar bastante de Chainsaw Man, One Piece y Hunter x Hunter, aunque también doy cobertura a muchas otras obras. En cuanto a juegos podéis contar conmigo para todo lo que sea Kingdom Hearts o actualidad en general.