Cuando salí de ver "Jungle Cruise" me sentía bastante decepcionado. Y no, no porque me esperara mucho de ella, la verdad es que tenemos tantas películas en el radar que no es que le tuviera especial ganas a esta, sino porque la primera media hora de película me pareció brillante. Unos personajes muy molones, un ritmo que estaba completamente afinado, y unas sensaciones que no vivía desde las primeras películas de "Piratas del Caribe" o "La Momia".
Pero el tramo central de "Jungle Cruise" es tremendamente aburrido, y eso hizo que me costara llegar con toda mi atención a un final que no reinventa nada pero que no es un mal cierre. Por eso, cuando salí del cine estaba bastante decepcionado. Pero ha pasado algo curioso, y es que, recordando "Jungle Cruise" una semana después de haberla visto me parece mucho mejor que en el momento en el que salí del cine, y eso solo puede significar dos cosas, o no es tan irregular como yo pensaba, o todo lo bueno que tiene la película es superior a todo lo malo.
Y voy a quedarme con la segunda opción, porque sigo pensando que el guion es muy irregular, pero todo lo demás es tan bueno que no puedo sino recomendar activamente esta película. Empezando por un reparto que se siente en pura sintonía, desde un Dwayne Johnson y Emily Blunt que derrochan carisma, química y que brillan en la película (de haberlo sabido me hubiera llevado unas gafas de sol al cine, costaba mirarles) pasando por unos secundarios de lujo como Jack Whitehall, que está tremendamente divertido, Edgar Ramírez, enigmático como siempre, y un villano, Jesse Plemons, que se ríe constantemente de sí mismo.
La película no deja de ser un "La Momia" meets "Indiana Jones" meets "Piratas del Caribe" que rezuma energía y ganas de hacerlo bien. Con un universo propio inmenso y evocador, su visionado se siente como todo un paseo por el Amazonas. A destacar también que tenemos dos actores españoles, Dani Rovira, que gruñe mucho durante la película, y Quim Gutiérrez, que está muy callado, pero ambos dan lo que se les pide de ellos, ni más ni menos.
Pero bueno, ahora me voy a poner serio. No entiendo el afán de los grandes estudios por estirar películas hasta las dos horas. A "Jungle Cruise" le hace falta un tijeretazo en su metraje de manera urgente. Si durara media hora menos sería mucho mejor, pero esa agonía que por algún tipo de motivo tenemos que sufrir porque los 120 minutos parecen que son ya canon de lo que tiene que ser una gran producción perjudica mucho a las películas. Y más como esta, cuya historia no da para las dos horas.
"Jungle Cruise" me parece la película del verano sin ningún lugar a dudas, familiar, refrescante, divertida, frenética, y una pareja, la de Dwayne Johnson y Emily Blunt, que esperemos nos de muchas más alegrías porque "Jungle Cruise" tiene capacidad de sobra para convertirse en la gran nueva franquicia de aventuras de Disney.
Lily (Emily Blunt) viaja desde Londres a la selva amazónica y contrata los cuestionables servicios de Frank (Dwayne Johnson) para que la guíe río abajo en La Quila, su destartalada pero encantadora embarcación. La misión de Lily es encontrar un antiguo árbol con poderes curativos sin precedentes que podría cambiar el futuro de la medicina. En esta búsqueda épica, la extraña pareja deberá enfrentarse a todo tipo de peligros y fuerzas sobrenaturales que se esconden en la engañosa belleza de la exuberante selva tropical. Pero a medida que se van conociendo los secretos del árbol perdido, Lily y Frank afrontarán todo tipo de dificultades. Veremos cómo su destino y también él de la humanidad penden de un hilo.
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