Empecé a disfrutar del anime de Pokémon... pues la verdad es que no me acuerdo cuando. Era tan pequeño que no lo recuerdo con claridad. La serie me fascinó tanto que, a los 9 años, di el salto al mundo de sus videojuegos. Este universo también me enamoró, aunque es cierto que echaba en falta que la pantalla de la consola me mostrara un mundo tan vivo como el que veía en la pantalla de la tele al disfrutar de la serie.
Hoy, con 25 años, sigo disfrutando un montón de Pokémon. Me fascina y me hacen muy feliz su anime, sus videojuegos y otras de las ramas de la franquicia, como ya os conté con detalle en este artículo a corazón abierto. Es por ello que me ha hecho una ilusión enorme poder analizar “Leyendas Pokémon: Arceus”, el próximo gran lanzamiento de los monstruos de bolsillo. ¿Queréis saber qué me ha parecido el juego? ¡Os lo cuento ahora mismo!
Una experiencia que deja huella
He de decir que en los primeros minutos el juego me atrapó completamente. Fue como mágico, un flechazo mayor de lo que me esperaba (y eso que iba con expectativas altas). Solo el hecho de conocer a los primeros personajes y ver cómo nuestro avatar se relaciona con ellos me hizo sentirme muy dentro de la historia.
Este idilio con la trama se mantuvo durante toda la partida. Y es que “Leyendas Pokémon: Arceus” nos presenta una historia que me ha parecido muy interesante. No es que sea especialmente compleja, pero sí está por encima de la media de la franquicia. Si vamos a saco a por ella, la trama puede hacérsele algo corta a los amantes de las historias largas. No obstante, después tenemos un postgame muy largo y desafiante, de los mejores (si no el mejor) de toda la saga.
Otro factor clave por el que el juego me ha fascinado es su mundo en sí. Al principio de la partida conocemos Villa Jubileo. No me voy a enrollar en detalles sobre el lugar porque ya lo hemos visto en tráilers y demás anuncios. Simplemente os diré que se siente como si fuera un lugar vivo, que recrea a la perfección esas aldeas del Japón tradicional que hemos visto tantas veces en series y películas.
Pero... ¿qué hay del mundo más allá de Villa Jubileo? Este también me ha enamorado. Por un lado, me ha sorprendido lo vivo que se siente todo. Por el otro, la libertad que el juego nos da para disfrutarlo. A continuación, os cuento con más detalle estos dos aspectos.
Este mundo está MUY vivo
La primera clave de "Leyendas Pokémon: Arceus" es que la región de Hisui rezuma vida por los cuatro costados de la pantalla, y los principales culpables de ello son los Pokémon. Dichas criaturas están por todo el lugar, moviéndose libremente y huyendo o atacando cuando nos ven. Es como un ecosistema real, muchísimo más auténtico que los clásicos encuentros en la hierba alta.
Pese al gran protagonismo que toman los Pokémon (como no podía ser de otra forma), hay otro elemento que hace que sintamos que estamos en un mundo vivo: sus recursos. Y es que en los distintos lugares de Hisui que visitemos podremos conseguir materia prima: bonguris, plantas, minerales, etc.
A esto se refiere la gente mayor cuando dice que "antes todo esto era campo"
Con los materiales fabricaremos los objetos que necesitaremos durante nuestra aventura. Estos van desde las clásicas Poké Balls y Pociones hasta otros nuevos que nos ayudarán en distintos aspectos. También podremos comprarlos directamente, aunque nos saldrá más caro.
El último aspecto de la región de Hisui en el creo que es importante incidir es que no es todo el mismo mundo abierto al completo, sino que viajaremos a distintas áreas desde Villa Jubileo. Todas ellas son bastante grandes, por lo que no he sentido en ningún momento que el juego pierda ni calidad ni diversión por no ser todo una misma zona gigantesca.
Mapa de la región de Hisui
Libertad absoluta para la ardua tarea de completar la Pokédex
La segunda clave de “Leyendas Pokémon: Arceus” es la libertad que ofrece al jugador. Y es que podremos descansar cuando queramos de la historia y perdernos por los bellos parajes de Hisui, ya sea simplemente para explorar, para realizar misiones secundarias (que me han parecido muy divertidas) o para combatir y capturar Pokémon.
Esto último nos vendrá muy bien para la tarea que se le encomienda a nuestro personaje: completar la Pokédex. Dicho cometido es ya un clásico en la saga, aunque la manera de hacerlo en “Leyendas Pokémon: Arceus” será algo distinta.
Además de ser divertidas, algunas misiones secundarias nos sacan una sonrisa
En este juego, no bastará con capturar a un Pokémon para que su entrada en la Pokédex esté completa. Cada especie tendrá una larga lista de misiones a cumplir: atrapar o derrotar a varios ejemplares, verles usar determinados movimientos, hacer misiones secundarias relacionadas con ellos, etc. Realizando varias de estas misiones (ojo, no todas) es como podremos elevar el nivel de conocimiento sobre una especie de Pokémon hasta completar su entrada en la Pokédex.
La libertad que nos ofrece “Leyendas Pokémon: Arceus” también está presente en que podemos interactuar con estos Pokémon salvajes de diversas formas. ¿Te vas a mover con sigilo para acercarte y lanzarle una Poké Ball sin que se dé cuenta? ¿O prefieres aproximarte a lo bruto para atraparlo con un combate? Tú decides.
Con todos ustedes... ¡la Pokédex!
Revolución en los combates
Si optas por entrar en batalla, debes saber que durante los combates también habrá mucha libertad. Principalmente porque podemos mover libremente a nuestro personaje mientras se disputa la lucha, para ver la acción desde distintos ángulos. Incluso seremos capaces de ponernos entre nuestro Pokémon y el adversario. Eso sí, si nos alcanza un movimiento nos hará daño.
Todo esto hace que las batallas de “Leyendas Pokémon: Arceus” se sientan mucho más orgánicas, más realistas. Hasta ahora, cuando combatíamos con un Pokémon saltaba una pantalla de carga que nos llevaba a un escenario distinto para disputarla. Esto ya no es así.
Ni siquiera hay pantalla de carga. Lanzamos la Poké Ball con nuestro Pokémon y el combate se disputa en ese punto exacto del mundo abierto. Podemos incluso alejarnos mucho, lo que pone fin a la lucha al volver nuestro compañero a su Poké Ball.
En el plano táctico, los combates cuentan con los ya presentados estilo rápido y fuerte, que añaden una capa más de estrategia que enriquece la experiencia. Además, se han introducido algunos cambios en los movimientos y pilares básicos de las batallas para adaptarse a la nueva propuesta que nos ofrece “Leyendas Pokémon: Arceus”.
Si no iniciamos un combate, tendremos que esquivar los ataques de los Pokémon para no acabar chamuscados
Por poner un par de ejemplos rápidos, la Precisión se sustituye por la capacidad de algunos movimientos para ocultar a los Pokémon (lo que en la práctica es como disminuir la Precisión del oponente). Además, el estado “Dormido” para a ser “Somnoliento”, que permite a nuestro Pokémon atacar en algunos turnos (dicho que otra forma, estar dormido pasa a ser en la práctica lo mismo que estar paralizado).
Todas estas novedades en los combates, tanto su mayor libertad como sus pequeños cambios de reglas, hacen que las batallas se sientan diferentes a las que Pokémon nos ha ofrecido hasta ahora. Personalmente, estos ajustes me parecen toda la una gozada, y espero ver algunos de ellos en la novena generación y en los futuros videojuegos de Pokémon.
Una dificultad superior a lo habitual
Otro aspecto de “Leyendas Pokémon: Arceus” que me ha sorprendido es su dificultad. El juego no es dar un paseo por un lugar lleno de flores y alegría mientras atrapas Pokémon. También es duro, y su dificultad mayor a la de los últimos juegos de la franquicia. Para poner un ejemplo de esto, os voy a contar como fue mi experiencia en la segunda zona, tras completar la historia en la primera (que sirve un poco como tutorial).
Una vez allí, me di cuenta de que las Poké Balls ya no capturaban a los Pokémon salvajes con tanta facilidad, puesto que estos eran más fuertes. En consecuencia, tras fallar la captura me veían... y comenzaban a atacar. Yo escapé para que no me hicieran demasiado daño, porque si eso pasa te desmayas y pierdes objetos. El problema es que en mi huida atraje a otros Pokémon... y tuve que salir de ahí aún más por patas, por no combatir contra más de un Pokémon salvaje a la vez (cosa que este juego permite).
Los combates contra Entrenadores y Entrenadoras (que no son tan abundantes como en otros juegos) también serán todo un desafío. Durante mi partida tuve que enfrentarme a algunos que tenían Pokémon que estaban bastantes niveles por encima de los mios.
Este nivel de dificultad de “Leyendas Pokémon: Arceus” me ha parecido muy acertado. No es excesivamente difícil superar los desafíos, pero, si no pensamos nuestra estrategia suficiente, morderemos el polvo. En más de una ocasión he tenido que salir corriendo todo lo rápido que me permitía la palanca del mando porque mi personaje estaba al límite, y tenía miedo a desmayarme y perder algún objeto valioso.
Adamas, Jerarca del Clan Diamante
No es perfecto, pero es precioso
Para terminar, he decido dedicar un apartado a los gráficos del juego, porque siempre dan mucho que hablar en la franquicia de los monstruos de bolsillo. Lo diré claramente: “Leyendas Pokémon: Arceus” se ve precioso. Es cierto que sus gráficos no sacan todo el potencial de Nintendo Switch, y que su mundo no llega al nivel de perfección de “The Legend of Zelda: Breath of the Wild”. No obstante, sí que supone un salto enorme con respecto al Área Silvestre de “Pokémon Espada y Escudo”, que creo que es la comparación más adecuada.
Al pasear por distintos lugares, todo me ha parecido realmente bonito a nivel gráfico. Es un trabajo notable que nos hará disfrutar de los bellos parajes de la región de Hisui. En las horas que he jugado a "Leyendas Pokémon: Arceus", no he pensado ni una vez “uf, qué mal se ve esto”.
Contemplar el cielo de Hisui por la noche es muy relajante
Conclusión
“Leyendas Pokémon: Arceus” es la mejor representación hecha hasta la fecha del mágico mundo de los Pokémon. Es un juego sobresaliente, imprescindible para todo fan de la franquicia. Sus principales virtudes son que nos presenta un mundo muy vivo en que podemos desenvolvernos con total libertad. Gráficamente el resultado es muy bueno, pues la región de Hisui luce preciosa.
El juego me ha hecho sentir de una manera muy especial. Es distinto a lo que he experimentado durante todos estos años con Pokémon. Siento que he explorado un mundo muy real, ese mismo mundo que llevo añorando tantos años, como he comentado en el primer párrafo del análisis.
Podría decir que he cumplido un sueño... y se lo debo a “Leyendas Pokémon: Arceus”.
Nákara, Jerarca del Clan Perla
Ahora, solo queda una pregunta por hacer: ¿es esto una evolución de Pokémon? ¿Serán así los próximos juegos? Personalmente creo que no, pues pienso que estas características solo se mantendrán en futuros juegos de "Leyendas Pokémon", que estoy seguro de que existirán (por favor, quiero conocer al dragón original de Teselia).
No obstante, me gustaría, y sí que creo que es posible, ver algunos de los cambios que nos trae "Leyendas Pokémon: Arceus" en la novena generación y en el futuro más lejano de la franquicia. Especialmente esa libertad para mover a nuestro personaje dentro de los combates, que nos permite ver la acción desde un punto de vista más inmersivo.
“Leyendas Pokémon: Arceus” es una obra maestra hecha, no solo para los fans de los videojuegos de la franquicia, sino para los amantes del Mundo Pokémon en general. Ese ecosistema vivo, repleto de criaturas misteriosas que son preciosas y mágicas en unos casos, y aterradoras en otros. Todo esto se refleja a la perfección en el juego, que nos permite explorar con total libertad un mundo abierto compuesto por distintas zonas mientras avanzamos en su interesante historia.
Gráficos
Diversión
Jugabilidad
Sonido
Trama interesante
El mundo del juego se siente muy vivo
Libertad para explorar e interactuar con los Pokémon de muchas formas
Las novedades introducidas en el sistema de combate
Postgame largo y desafiante
Los amantes de las historias largas encontrarán la trama principal (sin contar el postgame) algo corta
Duración: la región de Hisui tiene actividades para mantenernos ocupados muchas horas
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