Sabe más el diablo por viejo que por diablo. Estoy seguro que esta frase la habéis escuchado más de una vez en vuestro entorno. Pues aunque os sorprenda, esta frase podría definir a Sifu, el nuevo e increíble beat 'em up de Sloclap. Este juego parte de una base de progresión que rompe esquemas y que desde un primer momento ya derrocha genialidad.
En Sifu empezamos la historia con una muchacha (o con un muchacho) de 20 años que se está iniciando en las artes marciales para completar una venganza contra aquellos que acabaron con su familia cuando tan solo eras un niño. Pues bien, atentos, cada vez que en Sifu somos eliminados, sumamos años de edad, lo que nos aporta más fuerza pero a su vez nos resta vitalidad. Es decir, tienes 20 años, se acaba la barra de vida, vuelves a aparecer donde estabas, pero ahora tendrás 21. A medida que morimos, aprendemos, mejoramos y crecemos. Esto nos abre y nos resta posibilidades de una forma que me ha sorprendido como no hacía un juego hace tiempo.
Para que te hagas a la idea, si tras la primera o segunda pantalla tu personaje ya ha superado los 30 años, es posible que completar el juego sea ya una tarea imposible para ti. Para ello tendrás que volver atrás, mejorar tu estilo de combate, aprender nuevos combos, buscar atajos donde puedas evitar algunas peleas y ahí quizás si puedas avanzar sin sumar morir y sin sumar edad. Más sabe el diablo.... ¿recuerdas?
Ahora sí, metidos un poco más en el juego. Sifu luce en lo jugable pero no reinventa la rueda de los beat 'em up. Es un título que nos permite deleitarnos con un sistema de combos muy profundo quenosexigirá que lo dominemos si queremos avanzar. Nosotros contra el mundo y nuestra habilidad en los mandos el único compañero. Por si lo estás dudando, Sifu no es un juego sencillo, es un título que te va a exigir horas y horas de práctica para poder avanzar en sus fases.
En mi partida me parecía imposible superar el tercer nivel del juego, pues empezaba esa pantalla con poco más de 50 años de edad, lo que hacía que enseguida me situara en los 70 años y mi partida se diera por finalizada. Esto te obliga a volver atrás, a volver a empezar una de las anteriores pantallas para jugarla mejor, para encontrar mejores caminos, nuevos coleccionables que aporten mejoras al personaje y así, más tarde, poder progresar. Hasta que no logré llegar al tercer nivel con 30 años, no pude ver el cuarto escenario.
La mecánica en su base es muy adictiva debido a que el gameplay como tal es muy satisfactorio. En tu batalla contra el mundo te sientes un auténtico dios cuando eres capaz de orquestar combos infinitos eliminando grupos de enemigos multitudinarios sin que te den un golpe. Las mecánicas son sencillas, esquivar, parar, ataque débil y ataque fuerte, con todas las mezclas de botones que vas aprendiendo con los años. El juego te agradece hacer las cosas bien, además es la única forma de avanzar, porque no, no hay modo fácil ni nada que se le parezca, o te adaptas a su curva de aprendizaje o cambias de juego.
Todo ese sistema de progresión y profundidad viene a su vez pintado por un arte y una fotografía de nivel. Esto lo han hecho muy bien desde Sloclap, pues el diseño de artístico, la paleta de colores y en general, todo el aspecto técnico, demuestra un trabajo realizado con cariño y mucho respeto, como sabedores de que este podía ser su juego más ambicioso y potente hasta el momento. Algo, que yo en lo personal, así os lo puedo afirmar. Además, el gusto por hacer referencias al cine y a otros juegos del género se nota presente en toda la obra, siendo en muchas ocasiones un guiño constante a grandes exponentes del género.
En resumen os puedo contar que sin yo ser un gran fan del género beat 'em up no puedo dejar de recomendar este juego. Ya no solo por su excelente puesta en escena y por su sistema de progresión tan original. Si no por tratarse de un título donde tu mismo eres tu mayor enemigo y donde es posible que te enganches a querer mejorar y mejorar hasta lograr ser un maestro con el mando. Igual que ocurre con los Souls, te sientes bien cuando logras eliminar a un boss o completar una zona sin sufrir daño tal y como habías planeado. La palabra es gratificante. El juego es Sifu.
En resumen os puedo contar que sin yo ser un gran fan del género beat 'em up no puedo dejar de recomendar este juego. Ya no solo por su excelente puesta en escena y por su sistema de progresión tan original. Si no por tratarse de un título donde tu mismo eres tu mayor enemigo y donde es posible que te enganches a querer mejorar y mejorar hasta lograr ser un maestro con el mando. Igual que ocurre con los Souls, te sientes bien cuando logras eliminar a un boss o completar una zona sin sufrir daño tal y como habías planeado. La palabra es gratificante. El juego es Sifu.
Originalidad
Apartado artístico
Jugabilidad
BSO
Un toque de aire fresco al género que pertenece
Un sistema de combate muy gratificante
Un apartado artístico de factura
Posibilidad de jugar sus escenarios una y otra vez para mejorar o encontrar nuevos caminos
La banda sonora no brilla al mismo nivel que otros apartados