Los más jóvenes somos conscientes de cómo es nuestra generación: no quiero generalizar, pero yo también conozco a gente que sale todos los días de fiesta, que se droga, que se mete en peleas y que, en definitiva, hace de su vida un completo caos. Y de eso precisamente va Euphoria, una serie de HBO Max que se ha convertido en mi favorita (al menos de las que se emite en la actualidad), y que probablemente no hayas visto todavía.
He escuchado a personas quejarse de que los protagonistas de Euphoria no son reales, y si bien es cierto que es muy difícil que se conjuguen tantos traumas como se ven en la serie, todos ellos tienen algo con lo que podemos sentirnos representados. Por ejemplo, Rue perdió a su padre, y muchos hemos sufrido una pérdida similar. Sí, no habremos caído en las drogas después de eso, pero a nuestro modo, el dolor nos ha llevado a realizar acciones que nunca hubiéramos pensado.
Por esta razón quiero que me leas durante los próximos minutos y descubras por qué tienes que ver Euphoria, una serie que va mucho más allá de la fama de Zendaya, y que se centra en personas que son de verdad, que viven, disfrutan, sufren y lloran. Porque la vida, de verdad, no siempre es tan fácil como nos cuentan de pequeño.
Es posible que si has visto Euphoria estés en contra de esta frase. Dirás que la serie trata sobre la drogadicción y la vida de unos jóvenes marcadas por la tragedia. Pero yo creo que Euphoria va sobre el luto: el luto que uno sufre tras la pérdida de un padre, tras descubrir que tu progenitor no es aquel que crees, tras sentir que este se marcha a buscar tabaco y no vuelve... Todos los personajes sufren su particular luto.
Luto es responder a la muerte, y aunque tradicionalmente se liga a los entierros, a la muerte, al sepelio, para mi el luto también es pérdida, ausencia, aislamiento. Y todos los jóvenes que aparecen en Euphoria sufren estos sentimientos de una u de otra forma. No solo eso: creo que es la serie que mejor ejemplifica lo que significa lo que es la 'generación perdida' y todas sus consecuencias si no se le ayuda cuanto antes.
Más allá de su argumento, que te puede gustar más o menos, si eres un consumidor asiduo al cine o a la televisión, descubrirás que el punto más fuerte de Euphoria es su fotografía, su montaje y su planificación. Su creador, Sam Levinson, sabe cómo colocar la cámara, utilizar sus trucos y jugar con los saltos temporales para dar forma a una obra de arte.
Las secuencias más íntimas de Euphoria, a su vez, son las más bonitas. Puede ser doloroso ver a Rue descender a los infiernos, pero a la vez, Sam Levinson lo hace desde una perspectiva positivista que te sorprende.
El otro día os conté que no me gusta Breaking Bad, en parte, porque es una serie lenta y pretenciosa. Miedo me da que hoy me recordéis ese artículo porque Euphoria, para muchos, también lo es. Pero creo que la gran diferencia entre ambos proyectos es lo que se cuenta: si bien la droga está presente tanto en uno como en otro, es en la serie de Zendaya donde yo lo veo más cerca. Mi generación necesita ayuda, y debemos de evitar ser los 'perdidos' para 'encontraros' y disfrutar de la vida como nos merecemos.
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