Marvel es una franquicia que, si nacisteis a finales de los 90 o principios de los 2000, habrá marcado vuestra infancia y adolescencia. Es innegable que el impacto de sus héroes en la cultura popular ha sido gigante. Desde cómics a series animadas, películas e incluso videojuegos. Se han transformado en una parte enorme de la industria del entretenimiento.
Y es por ese cariño que le tengo a muchos de sus personajes e historias que me ha dolido bastante ver la decadencia de esta franquicia desde el final de su tercera fase. Muchos pensaréis que es un disparate decir que esta versión del Universo Cinematográfico de Marvel no es del todo buena, pero opino que muchos de los problemas que plagan sus producciones en la actualidad nacieron ahí.
Si echamos la mirada atrás, es aparente que, entre las primeras dos fases de la franquicia y la tercera, hay un gran cambio. El número de producciones pasa de unas seis por fase a un total de 11. Más adelante, en la fase actual, se catapulta hasta unos 17 proyectos si tenemos en cuenta las series de Disney Plus. La calidad de estos nuevos productos ha bajado bastante, pero esto ya se notaba en cintas como Capitana Marvel o Ant-Man y la Avispa.
Ambas películas no son horribles, pero quedan bastante lejos del estándar de calidad que habían marcado las anteriores. Si nos fijamos estrictamente en el apartado visual, la música o incluso en la mayoría de actuaciones, parece que todo está bien. Entonces, ¿por qué no gustaron a los espectadores?
Tanto Bruja Escarlata como Gorr el asesino de dioses, sufren de un problema común de escritura. Ambos personajes tienen un objetivo bastante claro desde el principio de su arco y supuestamente buscan lograr ese propósito sin importar el coste. Es en esta última parte donde fallan catastróficamente.
En el caso de este villano, su objetivo principal es matar a todos los dioses del universo debido a la traición de su propia deidad. Su motivación es la muerte de su familia, más concretamente la de su hija. Pues bien, nada más comenzar la película Gorr tiene a Thor a su merced, pero en vez de matarlo se pone a hablar con él sobre cuánto le va a doler cuando lo ensarte con su espada.
Esto es algo que choca con el personaje establecido, un asesino que ya había exterminado a miles de individuos a sangre fría. Además, no tiene ningún sentido que deje escapar la oportunidad de conseguir a Stormbreaker, ya que el hacha es la clave para que logre su cometido.
Este tipo de contradicciones rompen por completo la inmersión y son algo que lleva ridiculizándose desde los tiempos del western, con la famosa frase de Tuco: “Cuando tienes que disparar, dispara, no hables”. Por último, el secuestro de los niños y su actitud hacia ellos lo convierten en un hipócrita, ya que su personaje es el de un padre roto por haber perdido a su hija.
A pesar de que opino que Wanda es mucho mejor villana que Gorr, tampoco es coherente con sus acciones. Con esto me refiero a que la película nos presenta un momento en el que la hechicera cruza una barrera hacia la maldad: ataca Kamar-Taj y está dispuesta a masacrar a los monjes del templo sin pestañear. Pero más adelante, cuando abandona la prisión de espejos de Strange se detiene y le explica todo su plan como si fuera una villana de James Bond.
Esta inconsistencia se ve varias veces en la cinta. Wanda va dudando una y otra vez sobre si hace lo correcto, después de haber cometido ya varios crímenes atroces. Además, las acciones de los “buenos” parecen estar escritas para que ella triunfe: Strange no despliega ni una fracción de los poderes que usó contra Thanos y los Illuminati parecen idiotas ineptos, en especial Mr. Fantástico y Black Bolt.
Los ejemplos que he mencionado anteriormente no son los únicos. He visto momentos del mismo estilo en Eternos y en Caballero Luna, aunque esta última me gustó bastante más que las otras producciones de la Fase 4. Lo que tienen en común estos oponentes es que palidecen en comparación con alguien como Thanos.
El titán también tiene un objetivo claro: conseguir las gemas del infinito. A diferencia de las anteriores menciones, él está dispuesto a entregar incluso a su hija Gamora para conseguirlas. Además, cuando por fin las reúne cumple con su meta genocida nada más puede, derrotando a los héroes y demostrando que no le tiembla el pulso. Este momento es para mí lo mejor que nos ha dado el UCM.
Marvel no está siendo capaz de emular estos grandes peligros del pasado. El resultado es que sus nuevos personajes pierden potencia. Esto se debe a que un héroe solo puede llegar a ser tan bueno e interesante conforme lo sea su villano.
Algunas de las mejores obras de ficción tienen antagonistas que no solo están a la altura del protagonista, sino que también lo llegan a eclipsar como ocurre con Berserk, Batman: The Dark Knight o incluso Star Wars. Opino que el UCM tiene que ponerse las pilas con su saga del multiverso o se arriesgan a perder el favor y la atención del público.
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